Desde el 10 de octubre de 1982, cuando Bolivia recuperó la democracia tras una seguidilla de gobiernos militares y golpes de Estado, hasta el presente se ha registrado una serie de hechos como las renuncias a la presidencia, por diferentes motivos, de Hernán Siles Zuazo, Hugo Banzer Suárez, Gonzalo Sánchez de Lozada, Carlos Mesa y Evo Morales.

El analista político Carlos Cordero resaltó que, si bien estas exautoridades no pudieron terminar con su periodo de mandato, la conclusión de estos “sobresaltos” ha finalizado con una salida democrática de la situación.

“A pesar de estas crisis, que han significado acortamiento de mandato, la democracia ha derivado y terminado en nuevas elecciones y gobiernos democráticamente elegidos. Y la solución ya no han sido golpes de Estado, con las Fuerzas Armadas de protagonistas, sino los partidos políticos y la ciudadanía en general”, recordó el especialista.

También dijo que lo que marca la diferencia es que existen gobiernos, primero con Evo Morales y ahora con Luis Arce, que tienen una tendencia autoritaria, al querer imponer formas de gobierno que no son plurales ni participativas, eso a pesar de que tienen un origen electoral.

También dijo que la diferencia está en que existen gobiernos, primero con Evo Morales y ahora con Luis Arce, que tienen una tendencia autoritaria, al querer imponer formas de gobierno que no son plurales ni participativas, eso a pesar de que tienen un origen electoral.

“Hernán Siles Zuazo y todos los demás expresidentes tenían un origen y vocación relacionada con la democracia y no buscaban ser autoritarios, como por ejemplo imponer un gobierno a perpetuidad. Por eso, todos los gobernantes, que recibieron descalificaciones, terminaron su mandato y entregaron los símbolos patrios, pero nunca se aferraron al poder”, apuntó Cordero.

A su vez, el abogado constitucionalista y ex diputado Daniel Valverde, expresó que como Bolivia es un país complejo donde existen varios puntos de vista diferentes, se han dado estos sobresaltos dentro de los 39 años de la democracia.

“Somos una sociedad con necesidades insatisfechas, como la pobreza y el desempleo que han generado, y aún lo hacen, descontento social. Además, aún no hemos generado una institucionalidad ni actores políticos, por eso todo eso debilita la democracia y hacen que la misma se encuentre en permanente tensión”, complementó el también docente de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno (Uagrm).

Resaltó la primera crisis, con el gobierno de la UDP de Siles Zuazo, cuando Bolivia se encontraba en bancarrota y donde se pensó que ese revés se podría haber resuelto en 100 días. “Pero fue peor porque tras ese periodo, la crisis se destapó con la hiperinflación y fue cuando la gente comenzó a movilizarse para pedirle que cumpla sus promesas”.

Nuevos liderazgos

El abogado y ex jefe departamental en Santa Cruz del MNR William Paniagua reconoció que al país le hacen falta nuevos liderazgos, con el asesoramiento de políticos con experiencia, para tratar de cambiar la situación actual que vive Bolivia.

“Tratamos de asesorar y transmitir la mayor parte de nuestras experiencias, porque hay la necesidad del surgimiento de nuevos rostros con capacidad, valores y principios. Además, somos de la idea de que no es necesario tener una ideología rígida y el pluralismo ideológico es el que debería prevalecer, para poder plantear los objetivos a través de una organización política nacional”, señaló el exdiputado.

Finalmente, hizo énfasis en que los nuevos rostros de la política actual, que solamente han ganado o tienen “arrastre” en una sola región, no tienen talla para resolver los problemas que se tienen a nivel nacional. “Porque es solamente con partidos políticos (no con agrupaciones) que se puede llegar al poder”.