El exministro de Desarrollo Rural Edwin Characayo, no tenía buena relación con el sector agrícola, en especial con los soyeros. Los ganaderos alertan que la consolidación del derecho propietario de la tierra sigue siendo una tarea pendiente para el Estado

15 de abril de 2021, 9:30 AM
15 de abril de 2021, 9:30 AM

La detención del exministro de Desarrollo Rural y Tierras Edwin Characayo deja al descubierto que la seguridad jurídica y la consolidación del derecho propietario de predios agrícolas sigue siendo una deuda pendiente del Estado. En eso coincidieron dos sectores clave de la cadena productiva: el agrícola y pecuario.

No es para menos, el ahora acusado de corrupción fue detenido, según las primeras investigaciones del Ministerio Público y la Policía, en flagrancia cuando recibía un soborno de $us 20.000 para apurar el saneamiento de un predio ubicado en la localidad de San Ramón, en el departamento de Santa Cruz.

El monto era un anticipo de los $us 380.000 que la ahora exautoridad pretendía cobrar a los propietarios del predio El Triunfo II, para apurar los trámites de saneamiento.

En este contexto, Alejandro Díaz, presidente de la Federación de Ganaderos de Santa Cruz (Fegasacruz), dijo que es una pena que autoridades caigan en la tentación de lo ilegal y la corrupción.

“Nosotros siempre esperamos que los servidores públicos con los que interactuamos sean personas con integridad y honestidad y que demuestren eso en su accionar”, dijo el ganadero.

El dirigente sostuvo que este hecho deja al descubierto que  la seguridad jurídica de la tierra y la propiedad para los productores sigue siendo una asignatura pendiente del Estado con el sector agropecuario.

“Esperemos que en el futuro próximo abordemos esta temática de forma abierta con autoridades idóneas”, señaló el ganadero.

Sobre la detención del exministro saludó “que el Estado combata la corrupción” y dijo que desde el sector ganadero “se harán votos para que esa lucha contra este flagelo que perjudica el desarrollo de nuestra sociedad se dé en todos los niveles de Gobierno”.

Fidel Flores, presidente de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), sostuvo que la relación con la exautoridad no era muy buena.

El dirigente reveló que en varias ocasiones se invitó al ministro para coordinar y tratar de resolver los problemas del sector productivo, pero nunca hubo una respuesta positiva.

Nuestra relación no era muy buena, pese a que habíamos enviado varias cartas para tener reuniones de coordinación, pero era reacio a reunirse con nuestra institución”, sostuvo Flores.

Lamentó los hechos de corrupción dentro de ese ministerio e instó a las autoridades de Gobierno a designar a funcionarios con conocimientos técnicos sobre la actividad agrícola.

“Mano negra”

No todos arremeten contra Characayo. Los interculturales cerraron filas a favor de la exautoridad y denuncian que “una mano negra” pretende manchar al sector.

Óscar Castro, secretario ejecutivo de la Federación de Interculturales de la Chiquitania, concedió el beneficio de la duda a la exautoridad y espera que pueda explicar cómo sucedieron las cosas.

Además, sostuvo que se tiene prevista la realización de un ampliado de emergencia para analizar este hecho.

Hemos confiado en él, y esperamos que nos responda con sinceridad. Son compañeros que conocemos y tal vez hubo una mano negra que hizo pisar el palito al compañero; conocemos su entorno. Esperemos que todo sea una mano negra, porque no hemos visto que haya favorecido a alguien”, sostuvo.

Sin embargo, el ministro de Justicia, Iván Lima, reveló que detrás del exministro, existe una organización criminal conformada por varias autoridades de diferentes niveles de Gobierno que está siendo desmantelada.

Lima dijo que las principales víctimas son productores y agricultores que fueron extorsionados. Por eso, instó a los afectados a denunciar otros hechos irregulares.

Con Characayo, suman dos los ministros que caen por hechos irregulares, su antecesor Wilson Cáceres fue destituido de su cargo por nepotismo.