La embajada descarta la posibilidad de EEUU de intervenir en Bolivia

El encargado de negocios interino de la embajada de Estados Unidos en Bolivia, Jarahn Hillsman, se convirtió ayer en el primer diplomático, no embajador de ese país, que decidió responder enérgicamente al expresidente Evo Morales desde que en 2008, el jefe del MAS, entonces primer mandatario, declaró persona no grata y expulsó al embajador Philip Goldberg y le bajó el nivel a las relaciones entre ambos países.

Este jueves, Hillsman sorprendió con un comunicado y una declaración contundente, aunque en su texto no mencionó a Morales. “Estados Unidos respeta plenamente la soberanía de los países y su derecho a desarrollar sus recursos naturales y rechaza rotundamente las infundadas aseveraciones de intervención”, dice el comunicado de la embajada.

Fue directo y contundente. Los comunicados de la representación estadounidense, desde 2008, siempre midieron las palabras y apelaron a la “cooperación mutua”.

Antes de éste, el pronunciamiento más contundente fue emitido por el propio expresidente de EEUU, Donald Trump, quien desde Washington y como primera autoridad de ese país, comentó la renuncia de Morales, en 2019.

“La renuncia del presidente boliviano Evo Morales es un momento significativo para la democracia en el hemisferio occidental. Después de casi 14 años y de su reciente intento de desconocer la constitución boliviana y la voluntad del pueblo, la salida de Morales preserva la democracia y allana el camino para que se escuche la voz del pueblo boliviano. Estados Unidos aplaude al pueblo boliviano por demandar la libertad, así como a las fuerzas armadas bolivianas por cumplir con su juramento de defender no solamente a una sola persona, sino a la constitución de Bolivia”.

Ayer, el encargado de negocios volvió a la línea de siempre en el segundo párrafo del comunicado que salió del edificio ubicado en la avenida Arce, de La Paz.

 “Reiteramos que la política exterior del gobierno de Estados Unidos tiene como objetivo fundamental trabajar con otros países y fortalecer la cooperación internacional para abordar los retos globales que nos impactan a todos, como son el cambio climático, las pandemias, y la reactivación económica mundial. Y sabemos que la paz y la prosperidad global depende de un orden global basado en reglas que respetan los derechos humanos y la soberanía de los pueblos”.

El diplomático reconoció “que nuestros pueblos pueden trabajar conjuntamente para mejorar las vidas de bolivianos y estadounidenses por igual. Nuestra voluntad de cooperación permanece firme”.

Evo Morales, hace un par de días, denunció por Twitter que “EEUU prepara a través del Comando Sur la ejecución de un plan intervencionista en Bolivia y países hermanos de la región con la excusa de garantizar democracia y la seguridad. Su verdadero interés es someternos políticamente para robar nuestros recursos naturales”.

Lamentó que la jefa de ese comando Laura Richardson, anunciara que para EEUU empieza una “década decisiva” para asumir el control de la seguridad del Hemisferio Sur con la llamada Estrategia de Colaboración del Sur, junto al Reino Unido, cuyo embajador alentó el golpe en Bolivia, Francia, Canadá y Países Bajos”, acotó Morales.

Luego remarcó que Richardson “denunció que supuestos ‘autócratas’ gobiernan en América Latina, pero atacó la libertad de expresión de medios como RT en Español y Sputnik que difunden información con una perspectiva diferente a la hegemonía que quiere imponer EEUU con sus medios proimperialistas. Este plan fracasará nuevamente porque los pueblos libres de América Latina nunca más volverán a someterse a los caprichos del imperialismo armamentista que destruye la paz mundial con intervenciones, magnicidios, bloqueos económicos y golpes de Estado”, aseveró Morales.

Ayer, Morales también criticó la petición del presidente de Chile, Gabriel Boric, de que Bolivia le ayude a reconducir a los migrantes, especialmente colombianos y venezolanos para expulsar y no dejarlos ingresar a su territorio, y volvió a atacar a EEUU y comparó su actuación con la de Washington en la frontera mexicana.