Sectores sociales se quejan porque no son escuchados. Admiten que hay debilidad por retrocesos en varias normas. Ven a Evo como opositor y advierten pugnas por intereses entre los afines al MAS.

9 de enero de 2022, 8:33 AM
9 de enero de 2022, 8:33 AM

Desde que Evo Morales se estrellara contra los ministros “técnicos” para pedir ajustes en el gabinete, el presidente Luis Arce calló. En el MAS y entre las organizaciones sociales que sostienen al partido el escenario es distinto. Todos hablan de inminentes ajustes en el equipo de ministros y hay advertencias sobre “debilidades” de la gestión política del Gobierno.

La postura del jefe del MAS guarda relación con el resultado de evaluaciones al Gobierno. Al interior del gabinete se siente “una fiscalización como si se tratara de la oposición” y desde el análisis político ven pugnas entre el proyecto electoral de Morales y la administración del presidente Arce.

“Es cierto. En estos últimos días, nuestros sectores sociales en el país han estado en ampliados para evaluar la gestión de nuestro presidente Luis Arce para mejorar en esta gestión 2022”, dijo el jefe de bancada del MAS, Gualberto Arispe, quien coincide con la postura del líder de su partido de hacer ajustes en el equipo político.

El 29 de diciembre de 2021, Morales llegó hasta la Casa Grande del Pueblo para pedir un ajuste en el gabinete político y el pasado viernes visitó a Arce junto con los dirigentes del Pacto de Unidad para continuar con esas evaluaciones. Tras esa cita, el presidente anunció la cancelación de los actos masivos por el aniversario del Estado Plurinacional debido al ascenso de contagios de Covid.

El portavoz de la presidencia, Jorge Richter, dijo que el papel de Morales, como jefe del MAS, “es complementario” en la gestión de Arce. “No es el señor Evo Morales, en lo más mínimo, el enemigo del Gobierno. Es el jefe del Movimiento Al Socialismo (MAS), pero es la persona más importante que tiene el país en la articulación con los movimientos sociales. Esa no es una tarea fácil, requiere de mucho tiempo y esa es su labor”, afirmó el sábado el portavoz de la presidencia, Jorge Richter, a El DEBER-Radio.

Durante el gobierno de Evo Morales, los ajustes en el gabinete eran anuales. Se aplicaban cada 22 de enero, al inicio de la legislatura y en un escenario de festejos por el aniversario del Estado Plurinacional.

Sectores afines al MAS evaluaban al Gobierno y se desarrollaban gabinetes ampliados “a puerta cerrada”. En los primeros días de diciembre, Morales daba por hechas a esas evaluaciones con la participación del presidente y sus ministros. Arce no participó de esos encuentros políticos.

El portavoz reveló que Arce “no está habituado a grandes reuniones con 10, 20 o 30 personas” y, por eso, opta por reunirse “con equipos de colaboradores en reuniones pequeñas. El gabinete económico, el gabinete político, con un ministro y sus viceministros”.

Pero, “el gabinete político necesita ser fortalecido porque es allí donde existen más debilidades”, afirmó el diputado cruceño Jerjes Mercado, quien aseguró que la postura fue reflexionada en varios escenarios políticos del MAS.

Desde que estallaron los roces entre el partido y el Gobierno, Arce no había emitido ninguna señal para aceptar las observaciones. El estilo de Luis Arce es la gestión y el trabajo de planificación para cumplir con los desafíos de su gobierno: reactivar la economía y frenar el avance de la pandemia.

Para el abogado y asesor político Paúl Antonio Coca, Evo Morales está en campaña electoral. Afirmó que probó su convocatoria con la marcha por la Patria que protagonizó para medir su convocatoria con miras a las elecciones nacionales de 2025. De este, modo, señalo Coca, el papel fiscalizador de Morales respecto al Gobierno lo pone como opositor.

“Hay roces. La peor presión que puede tener un presidente no es la que ejercen sus rivales, de los sectores que no pueden conciliar con el presidente. La peor presión es la de adentro. En el MAS hay una línea evista muy fuerte”, dijo.

El experto, sostuvo que “aunque haya sido el ministro estrella de Morales, Arce no tiene una base social, no tiene grupos sociales que lo respalden”, un aspecto que “marca una debilidad social” del presidente al interior del MAS.

Y mientras Arce encara estas evaluaciones, ha sentido la presión de sectores afiliados al oficialismo que rechazan la vigencia de los decretos que dieron vida al carnet de vacunación y a los controles contra la propagación del coronavirus. Ante este escenario, el Gobierno dejó en suspenso la aplicación de las normativas hasta el 26 de enero y recibió críticas.

Pero hay tensiones que se arrastran desde el último trimestre de 2021, cuando protestas en las calles obligaron en dos ocasiones a retroceder al Gobierno de Arce.

La primera, que fue por un paro de un día, obligó el 14 de octubre a retirar de la Asamblea Legislativa el proyecto de ley contra el lavado de activos. Eso no bajó la tensión y varios sectores, incluidos aquellos afines al oficialismo, decidieron realizar un paro indefinido contra la Ley 1386 que validó la Estrategia de Lucha Contra la Legitimación de Ganancias Ilícitas. La medida de presión logró esa abrogación.

El Gobierno, en un principio, reconoció la falta de socialización previa de esa política pública, pero acusó luego a la oposición de conspirar para desestabilizar al Gobierno. Morales llamó, entonces, a la marcha por la Patria para “defender al presidente Lucho”.

“Lo que estamos viendo hoy es la continuación del último trimestre del pasado año y eso tiene que ver con el hecho de que hay una pugna muy descarnada de intereses de todos los sectores sociales involucrados”, sostuvo el politólogo Marcelo Arequipa, quien además apunta al Gobierno como el “centro del equilibrio” en esta disputa que afecta al país.

El especialista precisó que a este complejo escenario se suma el actual “choque entre el partido gobernante y el gobierno”, expresado en la demanda de Morales de cambiar el actual gabinete. “Estamos frente a esta realidad que suena mucho a retroceso y debilidad”, puntualizó Arequipa.

Consultado sobre el papel del jefe del MAS, el politólogo indicó que “Morales se está presentando como el único que puede poner orden entre los sectores sociales que forman parte de su partido”. “Y esto forma parte de un plan mucho más grande que es el proyecto electoral Evo 2025”, añadió.

Para el exconstituyente Sabino Mendoza (MAS), “el Gobierno muestra tolerancia” en un contexto marcado por la pandemia. “Esta pandemia desconfigura cualquier tipo de planificación”, dijo y coincidió en la ausencia de conexión política de Arce con varias organizaciones sociales.

“Debería trabajar en la operación política, aportando con información con más operadores políticos. Los ministerios deben trabajar con las organizaciones. El país está estresado por la pandemia y eso genera tensiones que hay que comprender”, puntualizó.

ESCENARIOS EL FACTOR EVO

El líder del MAS pide ajuste de ministros, pero al mismo tiempo que no haya cuoteo en las instituciones del Estado.

EVALUACIÓN

Arce no participó en la evaluación con los cocaleros, pero no ha descartado  llamar a un gabinete ampliado.

CAMPAÑA

Morales no ha ocultado el interés de volver a ser candidato en las elecciones naciones de 2025 y se moviliza.