EL DEBER recuperó la secuencia de las declaraciones de Evo Morales respecto a la crisis política que enfrenta su partido, pero que está impactando al todo el país por efecto de los bloqueos de caminos

21 de octubre de 2024, 18:48 PM
21 de octubre de 2024, 18:48 PM

Las pugnas en el Movimiento Al Socialismo (MAS), el partido que gobierna el país desde 2006, han derivado en un bloqueo de caminos que ya lleva siete días a cargo de los seguidores del expresidente Evo Morales, quien insiste en ser candidato para ser reelegido a la presidencia.

La protesta, que es parecida a la que promovió el evismo en enero para rechazar la prórroga unilateral de los magistrados del Órgano Judicial, inició el 14 de octubre en rechazo a la acción legal planteada contra Morales, quien es investigado de los delitos de estupro agravado y trata de personas.

Entorno a la pugna interna de su partido y la defensa de estos graves cargos en su contra, el exmandatario y sus allegados generaron los siguientes ejes discursivos identificados al interior del MAS y proyectados a través de declaraciones públicas.   

¿Liderazgo de Evo Morales en el MAS?

A principios de septiembre, Evo Morales busca reafirmar su liderazgo dentro del partido, organizando reuniones políticas, como el ampliado en el trópico de Cochabamba. En esta fase, su retórica es desafiante hacia las instituciones, como el Tribunal Supremo Electoral (TSE), que no reconoce el evento. Aquí, Morales se posiciona como un líder que toma decisiones para todo el país, insinuando su intención de regresar a la política activa como candidato presidencial.

Movilización y victimización política

En la marcha “Para salvar Bolivia” y en sus declaraciones posteriores, Morales comienza a encarnar el rol de una figura perseguida políticamente. Este discurso se intensifica a medida que las denuncias legales en su contra (especialmente por los delitos de estupro agravado y trata de personas) cobran fuerza luego de esa marcha. Morales señala una “persecución política” y acusa al gobierno de Luis Arce de querer proscribir al MAS y eliminarlo como candidato, lo que refuerza la narrativa de victimización.

Justificación y rechazo a los procesos legales

Morales y su entorno no solo rechazan los procesos legales como injustificados, sino que además los utilizan como plataforma para movilizar a sus seguidores. Las denuncias son presentadas como una estrategia para deslegitimarlo y como un acto de represión contra los movimientos sociales que lo apoyan. Este discurso también intenta conectar los problemas judiciales con una supuesta represión política más amplia contra los sectores populares.

Radicalización y presión social


Morales enfrentó citaciones judiciales, pero no compareció. Sus declaraciones y las de sus seguidores se vuelven más radicales. Se movilizan bloqueos en diferentes regiones del país, y se critica abiertamente al Gobierno por los procesos penales. El movimiento político en torno a Morales intenta presionar al gobierno para que cese los procedimientos legales, mientras que la situación de los bloqueos se justifica como una respuesta legítima a las acusaciones.

Cronología


3 de septiembre:

En un “ampliado” en Cochabamba no reconocido por el TSE, Morales declara que las decisiones tomadas en ese espacio tendrán alcance nacional. Afirma que el TSE y el Gobierno deben respetar su liderazgo y anuncia la marcha desde Caracollo. Esta postura desafiante indica su intención de mantenerse como el principal líder del MAS y candidato a la presidencia.

23 de septiembre:

Morales lidera la marcha “Para salvar Bolivia”, buscando legitimidad y reconocimiento de su liderazgo. Al concluir la marcha, cambia de tono y enfatiza la lucha por los pobres y humildes. Deja la protesta, mencionando tareas personales en el Trópico, lo que refleja una estrategia de desgaste frente a las movilizaciones.

25 de septiembre:

La fiscalía de Tarija reabre una investigación contra Morales por estupro agravado y trata de personas. Morales reacciona con un discurso de victimización, acusando al Gobierno de una “persecución” política sin precedentes, y haciendo una referencia crítica a funcionarios públicos actuando como “paramilitares”. Aquí, Morales busca mostrar al Gobierno de Arce como autoritario y fascista.

2 de octubre:

Se informa que Morales está en la clandestinidad, según el exministro Carlos Romero, debido a una orden de aprehensión. Se denuncia que el proceso en su contra fue llevado a cabo de manera irregular, y se recalca la rapidez con la que se emitió la resolución judicial.

4 de octubre:

Morales afirma que las acusaciones en su contra son una estrategia del presidente Luis Arce para inhabilitarlo políticamente. Se refiere a las denuncias como "calumnias" y hace un paralelo con procesos judiciales pasados que supuestamente ya ha ganado, lo que refuerza su postura de victimización y persecución política.

13 de octubre:

Tras no presentarse a declarar por el caso de estupro, Morales demanda garantías y sus seguidores inician bloqueos. La ejecutiva Juanita Ancieta defiende públicamente a Morales, afirmando que están dispuestos a dar su vida por él. Los bloqueos se intensifican, mostrando una escalada en la movilización de base.

16 de octubre:

El senador Leonardo Loza presiona al Gobierno para que retire los procesos judiciales contra Morales, sugiriendo que esto podría poner fin a los bloqueos. Aquí, la estrategia es clara: conectar los bloqueos y las protestas con la necesidad de que el Gobierno cese la persecución judicial.

20 de octubre:

Morales justifica los bloqueos y el secuestro de policías, culpando al Gobierno por la situación. Reitera que no hay garantías en el proceso judicial en su contra y rechaza su entrega a las autoridades, lo que intensifica el enfrentamiento con el gobierno de Arce.

21 de octubre:

El dirigente Ramiro Cucho critica al Gobierno, señalando que la crisis económica no es culpa de los bloqueos, sino de la mala gestión gubernamental. Este discurso intenta desviar la responsabilidad de las consecuencias de los bloqueos hacia el gobierno.

“Luis Arce debe irse, no tiene la capacidad de gobernar el país, en este momento hay falta de combustible. Las carreteras de Chile y Perú estaban expeditas, y hemos visto al charanguero Germán Jiménez que echaba la culpa a los bloqueos, la gasolina se transporta por ducto, para tener discurso llevan por cisternas, la gasolina puede ir por ductos”, manifestó luego el diputado Gualberto Arispe, leal a Morales.