El documento menciona a la exsenadora Adriana Salvatierra y a la exdiputada Susana Rivero. La última asegura que no renunció ni recibió el ofrecimiento. La Iglesia católica afirma que varios actores del MAS avalaron el proceso, incluyendo a los legisladores.

16 de junio de 2021, 7:19 AM
16 de junio de 2021, 7:19 AM

La Iglesia católica reveló en un documento denominado 'Memoria de los hechos del proceso de Pacificación en Bolivia Octubre 2019 – Enero 2020', presentado ayer por la Conferencia Episcopal de Bolivia (CEB), que las asambleístas del Movimiento al Socialismo (MAS), Adriana Salvatierra y Susana Rivero, declinaron asumir el mando del país por sucesión constitucional.

La exsenadora Salvatierra señaló que se pronunciará hoy sobre el tema. La diputada Susana Rivero respondió por Twitter y descartó las afirmaciones de la Iglesia.

El documento de la CEB menciona que la Iglesia fue convocada por el gobierno de Evo Morales el 8 de noviembre de 2019 para viabilizar el diálogo y pacificar el país. A partir de ese momento, se realizaron varias reuniones hasta enero de 2020. El documento ofrece datos reveladores. El 7 de noviembre de 2019 Manuel Canelas, entonces ministro de Comunicación, solicitó a la Iglesia que colaborara en la pacificación del país.

El 8 de noviembre, tras conversaciones con Carlos Mesa, quien manifestó que participaría solo si la Iglesia la auspiciaba, y una reflexión a Canelas de que no se podía llamar golpistas a los interlocutores del diálogo, la Iglesia se reunió con el presidente Morales.

El entonces presidente les pidió insistentemente que se publique un llamado a la paz. La CEB accedió a su pedido y publicó, ese mismo día, el comunicado “No más violencia en Bolivia”.

El 9 de noviembre, ya con la Unión Europea y la Embajada de España, se reunieron con el cuerpo diplomático y con Luis Fernando Camacho, quien accedió al diálogo, aunque luego envió a Jerjes Justiniano. La Iglesia aglutinó a los partidos del oficialismo y la oposición.

Tras la renuncia de toda la sucesión constitucional, los facilitadores convocaron a una reunión en la Universidad Católica. “Allí, se plantó la posibilidad de que la siguiente en la sucesión era Jeanine Áñez. Ricardo Paz tomó contacto con la senadora Jeanine Áñez, vía telefónica y con micrófono abierto y le preguntó acerca de su disponibilidad para asumir la presidencia del Estado. Ella respondió: ‘si es para servir al país, aquí estoy”. Cabe aclarar que fue una consulta sobre una posibilidad”, dice el documento.

Waldo Albarracín, que participaba en la reunión, fue notificado durante la misma que su casa estaba siendo amenazada (de hecho, fue quemada), motivo por el cual abandonó la misma apresuradamente.

El 11 de noviembre, participaron la senadora Adriana Salvatierra y la exministra Teresa Morales. Su exigencia fue que se deje salir a Morales del país.

La revelación de la CEB se concentró en lo sucedido el 12 de noviembre, el mismo día que asumió Jeanine Áñez, por la mañana.

El documento relata que el expresidente Evo Morales llegó a México a primera hora de la mañana con fuerte resguardo de seguridad y brindó conferencia de prensa inmediatamente.

“El vacío de poder vulneró la paz, la vida y los derechos de todos los bolivianos, que enfrentaron una gravísima incertidumbre, en medio de amenazas y agresiones diversas como las que se registraron en la zona sur de la ciudad de La Paz, de El Alto y otras ciudades del país”, señala el escrito.

Por el MAS estuvo la senadora Adriana Salvatierra, la diputada Susana Rivero y la exministra Ana Teresa Morales. “La reunión comenzó con la afirmación, por parte de las representantes del MAS, de que no iban a aceptar en la Asamblea Legislativa la renuncia del expresidente Evo Morales (asilado ya en México) ni iban a apoyar a la senadora Jeanine Áñez para que asumiera la presidencia del Estado”.

La propuesta de las oficialistas fue que el nuevo presidente del Estado sea elegido de entre los asambleístas del MAS.La otra opción fue que asuma la presidencia el senador de oposición Víctor Hugo Zamora. “Estas dos fueron cuestionadas por ser inconstitucionales. No había ningún marco legal que respaldara las mismas. Frente a ello se recordó a los participantes que las reuniones no eran para tomar decisiones, sino para proponer salidas a la conflictiva situación, provocada por el vacío de poder. Las decisiones correspondían a la Asamblea Legislativa”.

Las opciones que plantearon los participantes de la reunión fueron: Que asumiera la Presidencia la senadora Adriana Salvatierra o la diputada Susana Rivero. “Pero ellas se negaron alegando que sus vidas corrían peligro”.

Segundo, considerando la Declaración Constitucional 003/2001 según la cual la sucesión constitucional se produce ipso facto para evitar el vacío de poder en el Estado, se planteó sugerir a la Asamblea Legislativa dispusiese la sucesión constitucional de Janine Áñez para asumir la presidencia.

En este punto “la senadora Salvatierra pidió una reunión a puerta cerrada, misma que se realizó con ella, la diputada Susana Rivero (del MAS), Oscar Ortiz (de Demócratas) y el monseñor Eugenio Scarpellini, como garante del diálogo, cuyo contenido no se dio a conocer”, afirma el documento.

Pero tras dicha reunión, se reinició la reunión general y las representantes del MAS “aseguraron la participación de la bancada del MAS en la sesión de la Asamblea Plurinacional, esa tarde, en la cual reconocerían a Jeanine Áñez, presidente de la Cámara de Senadores y en consecuencia Presidente”.

En todo momento las representantes del MAS aseguraban que tenían que consultar al expresidente Evo Morales y al resto de la bancada. Al concluir la reunión, la senadora Salvatierra se acercó a los facilitadores y los invitó a la sesión de la tarde, en la Asamblea Legislativa.

La exdiputada Rivero señaló que nunca vio a esos embajadores que mencionan, en la reunión del 12 (estuve poco tiempo) y Jeanine quien confirmó que le ofrecieron la presidencia el 10”.

Aseguró que “jamás estuve en los planes (de la sucesión) aunque no renuncié. Por eso su apuro de ejecutar el plan b) (que Áñez asuma) y su empeño en incumplir todo lo mandado en la CPE. Lo demás es cuento irrelevante vaya a saber Dios con que propósito”.

Planteó que fue en esa reunión “a la que me llamaron a incorporarme jamás se me consultó nada, menos se habló de mí. Tratamos procedimientos. La prueba de su plan b) está en redactor de la sesión 200 Camara de Diputados, en él que Giovana Jordan (PDC) lo cuenta”.

Denuncia que “su apuesta al vacío de poder (pretexto o excusa) nunca existió. Estuve aquí, no renuncié, el 11 firmé documentos, fui el 12 a la reunión de la Católica, pero ellos el domingo 10 ya habian gestionado la presidencia para Jeanine como acabamos de conocer”. Luego complementa que “sus primeras versiones decían que yo había renunciado, como ese relato se les cayó ahora inventan que me preguntaron algo. Triste papel señores (de la Iglesia). ¡Dios les perdone sus pecados!”, manifiesta.

Otros elementos

El documento establece que Evo Morales siguió todo el proceso a través de Salvatierra y que el MAS estuvo siempre en la negociación, con distintos actores.

El proceso de pacificación se inició el 14 de noviembre. “Fue propiciado por el embajador de la UE León de la Torre y el exministro de Justicia, Héctor Arce”.

El primer día, con la presencia por el MAS de la senadora Salvatierra, la diputada Betty Yañíquez y el exprocurador general del Estado, Pablo Menacho y con el nuevo ministro de la Presidencia, Jerjes Justiniano, el diálogo giró en torno a las condiciones que ponía el MAS antes de avanzar con la agenda. Estas fueron: garantías y seguridad para las exautoridades del gobierno del MAS, salvoconductos para salir del país y la posibilidad de regreso a Bolivia del expresidente Evo Morales”.

El 16 de noviembre, Carlos Romero se contactó con el grupo. Expresó la necesidad de crear mesas de diálogo con los partidos, para consensuar una ley de convocatoria a elecciones, así como los vocales de un renovado TSE. En la ocasión el exministro subrayó que Morales era el actor político clave, porque de él dependía todo. 

Romero participó en toda la preparación de las mesas. El 20 de noviembre comenzó el contacto del grupo de facilitadores del diálogo con la nueva presidenta del Senado, Eva Copa, el nuevo presidente de Diputados, Sergio Choque y toda la bancada del MAS. El documento establece que en ese momento comenzó el verdadero proceso de pacificación del país.