Enfrentamientos duraron más de cinco horas y afectaron a tres barrios de la ciudad de La Paz. Un departamento ubicado en el cuarto piso de un edificio se incendió. Al menos tres heridos y decenas de detenidos fue el resultado de otra tensa jornada

28 de septiembre de 2021, 7:00 AM
28 de septiembre de 2021, 7:00 AM

Los cocaleros de Yungas que rechazan a Arnold Alanes, el dirigente que reconoció el Gobierno como el nuevo líder del sector, una vez más se enfrentaron con la Policía. Ellos intentaron “recuperar” el mercado de la coca y durante más de cinco horas los uniformados lo evitaron con el uso de granadas de gas, decenas de arrestos y un férreo cerco alrededor de la disputada sede ubicada en Villa Fátima, en La Paz.

Se trata de uno de los barrios más afectados por el largo conflicto. Las otras zonas son Villa El Carmen y Chuquiaguillo, donde los vecinos salieron a las calles a pedir que la policía se repliegue y que cesen los disparos de gases lacrimógenos. “Están disparando gases sin piedad. Son varias semanas que estamos respirando esos elementos químicos”, señaló un vecino a la radio Fm-Bolivia, uno de los medios que transmitió en directo los incidentes de ayer.

Por su lado, Radio Yungas reflejó, tanto a través de su banda tradicional de FM como por sus redes sociales, una protesta de vecinos en el barrio de Chuquiaguillo, donde hizo retroceder a un grupo de efectivos de la fuerza Delta que estaban en motocicletas en un operativo para desactivar las protestas. “Ya no vengan por aquí. Hay niños, personas de edad. Por favor, repliéguense”, señaló una señora ante los efectivos.

La protesta cocalera comenzó después del mediodía. Los marchistas partieron desde el Hospital de Adepcoca, que está en Chuquiaguillo y donde instalaron su cuartel general para tomar decisiones y descansar. De allí hasta el mercado cocalero en disputa existen tres kilómetros que los manifestantes comenzaron a recorrer; llegaron hasta el puente Minasa y una cuadra más abajo estaba la policía atrincherada.

Los enfrentamientos comenzaron a las 15:00, dos cuadras más arriba de la sede de la Asociación Departamental de Productores de Coca de La Paz (Adepcoca), cuando estalló un cachorro de dinamita ceca del primer contingente policial. La respuesta fueron decenas de gases lacrimógenos que fueron disparados por la Policía hacia los manifestantes, que insistían con avanzar hacia su sede.

Cerca de las 16:00, los vecinos alertaron de un incendio en el cuarto piso de un edificio ubicado en la avenida Las Américas. Ante el siniestro, un carro lanza aguas Neptuno de la Policía se movilizó al lugar y luego llegaron los bomberos. Mientras se controlaba ese incendio, otro siniestro se reportó en un área verde, pero fue sofocado rápidamente, en medio de un nuevo operativo policial que incluyó el despliegue de patrulleros en motocicletas. Los efectivos detuvieron a unas 20 personas, muchas de ellas portando cachorros de dinamita en sus mochilas.

Pero también apareció un campesino herido tras caer 30 metros en un barranco. Sus compañeros lo rescataron cerca de un río y denunciaron que fue empujado durante una persecución policial. Se trata de Pedro Mullisaca, según señaló Dilver Mendieta, un dirigente del comité de autodefensa, que organizaron los cocaleros para la “recuperación” de Adepcoca.

Otras dos personas también mostraron heridas, una de ellas en la cabeza. El cocalero se identificó como Efraín Mamani, que pertenece a la regional Chamaca y dijo que fue herido con un balín de goma que pudo ser disparado por la policía antimotines.

Entre tanto, cerca del puente Minasa, una patrulla tuvo que auxiliar a una vendedora que se desmayó tras inhalar los agentes químicos que lanzaron los efectivos. “Estos dálmatas (como se conoce en La Paz a los policías antimotines) han disparado gases sin medir consecuencias”, señaló otra vendedora a Radio Erbol.

Tras haber sido dispersados, a las 18:00, los cocaleros lograron reagruparse y la Policía se movilizó, pero esta vez en medio de la rechifla de los vecinos que les exigieron replegarse para que las actividades se normalicen. De hecho, el operativo policial se ejecutó en tres populosos barrios.

Mendieta lamentó el fracaso de la iniciativa propiciada por el vicepresidente David Choquehuanca, que “no logró comprender el sentido de la demanda”. Señaló que “No podemos aceptar que Alanes sea dirigente, porque él es de la zona roja, donde existe coca excedentaria. Habrá más coca y los precios van a bajar”, señaló.

Desde la custodiada sede de Adepcoca, Alanes señaló que existe “un pequeño grupo” que rechaza su gestión que, según dijo viene del resultado de una elección. “Estoy convocando a una asamblea para el 4 de octubre y allí veremos donde está la mayoría”, afirmó el dirigente tras anunciar la reapertura del mercado.