La ruta crítica de la droga se consolida entre el Chapare y Paraguay
El hermano de un diputado paraguayo está detenido en Bolivia porque operaba en el Chapare con narcos. Uno de ellos es “El Ureña”, acusado de secuestro y tráfico de drogas.
A Juan Villca Acebo lo conocen en el Chapare como el “El Ureña”. Tiene antecedentes de narcotráfico y secuestro. Villca era parte clave de una mafia paraguaya que lleva cocaína desde el trópico de Cochabamba a Paraguay y de ahí a otros destinos, como Europa. “El Ureña”, de solo 35 años de edad, ahora está con detención domiciliaria luego de estar implicado junto a Alcides Cantero Ramírez, hermano del diputado paraguayo Benjamín Cartero, en un operativo antidroga.
La ruta de la cocaína desde el Chapare a Paraguay tiene varias vías. Las más utilizadas, según un informe policial, son dos: la que pasa por el Chaco cruceño y tarijeño y la hidrovía Paraná-Paraguay. “El Ureña” era una pieza importante para sacar la droga del trópico cochabambino. Es por eso que Cantero Ramírez llegó al Chapare a “hacer negocios” con Villca. De entrada, el negocio empezó con 80.000 dólares, que era un “pequeño presupuesto” para producir cocaína.
El hermano del diputado paraguayo ya había “invertido” en la droga chapareña. Y también había utilizado la vía crítica para llevar cocaína a su país. La noche del 8 de agosto, en el Sindicato Tigres de la Central 1ro de Abril, que pertenece municipio de Villa Tunari de la provincia Chapare, Cantero fue detenido por la Policía Boliviana. Junto a él estaba Villca Acebo. Ambos estaban a bordo de una vagoneta negra, Toyota Hilux, en la que transportaban un arma de fuego calibre 9 milímetro y 78.200 bolivianos, dinero que iba ser destinado para la compra de precursores químicos para la fabricación de pasta base de cocaína.
Los agentes de la Unidad Móvil de Patrullaje Rural (Umopar) Chapare encontraron tres turriles de plásticos vacíos y en la entrevista preliminar los aprehendidos comentaron que habían comprado gasolina, pero no dieron detalles sobre la finalidad del combustible.
Ahora, Cantero está detenido y Villca logró el beneficio de detención domiciliaria. Sin embargo, “El Ureña” tiene un historial por el delito de narcotráfico y secuestros en el trópico de Cochabamba. En 2020, “El Ureña” estaba prófugo acusado de secuestrar a tres policías de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn). Norma Cruz, que en esa época era dirigente del Movimiento Al Socialismo (MAS) en el Chapare, era su cómplice.
Villca tenía una fábrica de cocaína en su domicilio de la localidad de Eterazama. Estaba prófugo y escapaba de la Policía. Luego, siguió con sus “negocios” en varios poblados del Chapare. Nunca lo detuvieron desde 2020 y, al contrario, continuó operando desde el trópico cochabambino hasta que el 8 de agosto se vio involucrado en el caso de narcotráfico en el que estaba envuelto el hermano del diputado paraguayo.
Igual, “El Ureña”, a pesar de haber sido hallado en el lugar de los hechos y junto a Cantero, consiguió detención domiciliaria. Villca Acebo era parte de la mafia que lograba los cargamentos de droga desde Chapare a Paraguay. Según el informe policial, él tenía los “contactos” en el trópico cochabambino, él sabía cómo introducir agentes químicos para preparar la droga, él conocía las vías de salida.
La ruta por el Chaco
El Chaco compartido por Bolivia, Argentina y Paraguay se convirtió en zona roja del narcotráfico. En el lado boliviano se asentaron grupos criminales extranjeros que operan con clanes familiares nacionales y policías. Mientras que los bandos paraguayo y argentino son las zonas donde la droga llega para luego enviarla a Europa o África. El Gobierno de Bolivia insiste con regionalizar la lucha contra el narcotráfico para cruzar información sobre las operaciones ilícitas de estas mafias.
El Chaco boliviano está loteado por mafias extranjeras que coordinan con clanes familiares. En el Ministerio Público Fiscal de la Provincia de Salta, en Argentina, vinculan a varios clanes con grupos poderosos de narcos argentinos y paraguayos. Por esta ruta es que salía la droga que era gestionada y producida por “El Ureña” y ciudadanos paraguayos.
Los municipios de Yacuiba, Villamontes y Bermejo se convirtieron en zonas rojas por el narcotráfico. En algunas comunidades las mafias extranjeras se asentaron y operan en coordinación con clanes familiares bolivianos. El más llamativo es el clan Lima Lobo, pero hay otros de origen local.
En un informe de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn) se detalla que en la zona chaqueña se asentaron las mafias debido a que en el lado paraguayo y argentino hay haciendas donde dejan la droga. El transporte de las sustancias no solo es por aire, sino también por tierra. La semana pasada, según la Fiscalía salteña, un ciudadano boliviano fue detenido tras hallar cocaína en el camión que manejaba. Eran 100 kilos de clorhidrato de cocaína producidos en el Chapare.
En Bolivia, la Policía antidroga sentó presencia en zonas del Chaco. En varios operativos se detectaron pistas clandestinas, laboratorios de cocaína y zonas de almacenaje de sustancias químicas ilegales y de droga. “En las zonas del Chaco paraguayo y argentino existen haciendas y depósitos donde llega la droga desde nuestro país. Bolivia, en este caso, es un país de tránsito de esa droga, pero también se detectó clorhidrato de cocaína procesado en suelo nacional, ya sea en Beni, Santa Cruz o el propio Chaco boliviano”, relató una fuente policial.
El senador Rodrigo Paz Pereira, de filas de Comunidad Ciudadana (CC), consideró que faltan políticas claras para la lucha contra el narcotráfico, el contrabando y otras actividades ilícitas que crecen en el Chaco boliviano. “La solución a esta problemática pasa por la voluntad para la aplicación de políticas claras contra el crimen organizado, mismas que deben estará alejadas de todo interés, sectorial, partidario o político. La situación en el Chaco boliviano es preocupante. Ya murieron cinco militares, cada vez detienen a narcotraficante en el lado argentino con droga boliviana. Esto es muy preocupante”, dijo Paz.
Otra prueba de la ruta de la droga desde Chapare a Paraguay es el trabajo de un grupo reducido de agentes estadounidenses y uruguayos que siguió los pasos del narcotraficante prófugo Sebastián Marset, desde 2021, para conocer su sistema de operación transcontinental, de acuerdo con una investigación publicada por el periódico The Whashington Post.