Llojeta, la ladera de La Paz que sufrió el cuarto deslizamiento en cinco años

Unas 40 casas fueron inundadas por lodo, que fue arrastrado por el desborde del río Pasajahuira, uno de los cientos de afluentes que tiene La Paz. Este domingo, voluntarios, conscriptos y bomberos seguían trabajando en el rescate de los enseres que dejaron decenas de familias escapando de la mazamorra. Es el cuarto desastre que sufre esa ladera en los últimos cinco años. 

“Es irresponsabilidad de gente que mueve tierras y que pide permiso de otro municipio, se las dan y nosotros pagamos las consecuencias”, acusó el alcalde de La Paz Iván Arias en referencia a la disputa de límites que hay con el municipio vecino de Achocalla, en cuyo lugar se produjo el desastre.

Bajo Llojeta, El Rosario, Santa Cecilia  son los barrios que sufrieron el embate de la naturaleza además de las avenidas Los Sargentos y Costanera. Estos se encuentran en la ladera sureste de la sede de Gobierno. Es una zona altamente deleznable, pues el terreno es arcilloso, que no permite construcciones.

Zona de derrumbes

En 2019 se produjo en el lugar, lo que se conoció como el ‘megadeslizamiento’ y dejó sin propiedad a 88 familias. Desde ese entonces se cerró uno de los puentes ‘trillizos’; hay planes de recuperación de suelos que explicaron en el municipio, pero siguen en el trabajo.

En febrero de 2022 ocurrió otro deslizamiento, que destruyó una casa y sepultó a una muchacha de 21 años. La mazamorra también se produjo en época de lluvias. 

En junio de este año otro derrumbe en el mismo sector provocó el derrumbe de una casa y la demolición controlada de otras tres.

En esta oportunidad son 40 casas aproximadamente las afectadas y las lluvias no cesan en la sede de Gobierno. Las autoridades de emergencias intentan canalizar el río Pasajahuira, que se desbordó, porque una empresa funeraria construye en el sector un cementerio perpetuo, denominado Los Andes.

Como el terreno está en un lugar de disputa de límites entre La Paz y Achocalla, la empresa pidió permiso a Achocalla e hizo movimiento de tierras que tapó el curso del río. Esa gran cantidad de tierra que levantaron las topadoras provocó la mazamorra de la noche del sábado 23. 

Las autoridades buscan a una menor que supuestamente quedó atrapada en una de las casas enterrada por el lodo que llega a los 8 metros de altura.