Los menores de edad toman fotografías a los uniformados y las pasan a los contrabandistas para evitar que se crucen con los militares. Hay niños que utilizan teléfonos satelitales para emitir la alerta

27 de febrero de 2022, 4:00 AM
27 de febrero de 2022, 4:00 AM

Los “loritos” están dispersos en la frontera con Chile. Solos, bien equipados y soportando los factores climatológicos. Ellos son los niños utilizados por contrabandistas para que alerten sobre la presencia de operativos militares o simples patrullajes. Algunos hasta manejan teléfonos satelitales. El Viceministerio de Lucha Contra el Contrabando anunció que aumentarán los controles en la línea limítrofe con Chile.

Las mafias de contrabando utilizan todo lo que pueden para introducir mercadería ilegal desde Chile. Buscan vías no oficiales para evitar el control militar, pero refuerzan su estrategia con el uso de niños, a quienes llaman “loritos”, y son los que alertan de la presencia de uniformados en el dramático camino del “camión cigüeña”, aquel que abre paso a la caravana de camiones que traen los productos ilícitos.

“Los contrabandistas se han organizado y tienen equipos modernos. Tienen medios de comunicación, son niños que filman a los personales (militares) y son quienes informan. Ellos son los ‘loritos’. Es más, en las trancas son los ‘loritos’ quienes dan información a los contrabandistas si es que estamos realizando una operación o no”, reveló William Paredes, fiscal de Aduanas que trabaja en la frontera con Chile.

El delito del contrabando se amplificó en puntos estratégicos para las mafias. Pisiga es uno de ellos. A pesar de que existe un paso legal, a pocos metros están las vías clandestinas que son utilizadas por las mafias de contrabando. Pisiga Choque, en el lado chileno, es el centro de acopio de la mercadería, desde equipos electrónicos hasta automóviles indocumentados.

Este poblado, que está a 3.000 metros de la frontera entre Bolivia y Chile, tiene todas sus casas con amplios garajes y todos llenos de motorizados que llegan en los camiones “cigüeña” desde Iquique. Los automóviles permanecen guardados hasta que aparezca el comprador que ya gestionó la operación. Pisiga Choque es el pueblo chileno dominado por bolivianos.

En varios de estos puntos -como Pisiga Choque- es donde empieza el “trabajo” de los “loritos”. Conocen a los contrabandistas y luego ingresan a zonas por donde pasará la caravana. Los niños van alertando si hay o no presencia militar. Si es que se detecta a uniformados los “loritos” informan y se procede al cambio de ruta.

El viceministro de Lucha Contra el Contrabando, Daniel Vargas, lamentó que estas mafias utilicen a menores de edad para cometer delitos. La autoridad adelantó que se hará un estudio para verificar la participación de niños en la introducción de contrabando.

“Hay diferentes ‘modos operandi’ que emplean los contrabandistas. Ahora también alertan de que hay una persona herida con el fin de enardecer a los pobladores del lugar y así éstos salgan a defenderlos”, afirmó Vargas.

Desde Sabaya

En Sabaya, municipio orureño cercano a la frontera con Chile, intentan negar que los niños de la zona ayudan al delito del contrabando. El alcalde de Sabaya, Sandro Flores, criticó a las autoridades militares de realizar informes que incluyen a menores de edad en el delito de contrabando.

“Sabaya es un pueblo tranquilo y trabajador. No pueden acusarnos de ser contrabandistas o de ayudar a contrabandistas. Peor aún, involucrar a nuestros niños en este tema tan delicado”, cuestionó el burgomaestre.

El fiscal Paredes insistió en que tiene informes de cómo las mafias utilizan a menores de edad para que alerten de la presencia de autoridades fiscales y militares. Paredes denunció la pasada semana que fue secuestrado por unos minutos por pobladores de Orinoca, en Oruro, a quienes acusó de estar organizados con los contrabandistas.

Paredes dijo que los pobladores resguardaron siete camiones con mercadería de ilegal. El fiscal fue rescatado por miembros del Control Operativo Estratégico (COE).

“Nos constituimos al lugar de los hechos para verificar y retener las movilidades (indocumentadas), no obstante, los comunarios se organizaron con los contrabandistas para secuestrarme y posteriormente he sido liberado”, afirmó el fiscal Paredes.

Bolivia y Chile comparten 850 kilómetros de frontera. Gran parte de esa extensión se encuentra parcelada por narcotraficantes y contrabandistas, aunque hay rutas que son compartidas por las mismas mafias. En estos límites también aumentó el negocio de autopartes: las mafias desmantelan los vehículos robados en Chile y venden sus accesorios en diferentes puntos de Bolivia.

Pisiga y Sabaya son puntos estratégicos para los contrabandistas. Las caravanas de camiones que introducen la mercadería ilegal hacen distintas paradas. Desde Iquique llega a la frontera el primero motorizado. Luego la mercancía es trasladada a otro vehículo en el lado boliviano. Desde diferentes puntos luego se pierden por rutas clandestinas.

Bolivia tiene una de las normas más permisivas para el contrabando en la región. Si el tributo omitido es menor a 200.000 UFV sólo se incurre en contrabando convencional y la sanción es pagar una multa no mayor a 50.000 UFV (Bs 118.821). La pena de cárcel de hasta 12 años solo se aplica a reincidentes, quienes ejercen violencia u omiten un tributo mayor a la cifra antes mencionada.

El viceministro Vargas está consciente de que la norma que castiga el contrabando debe ser modificada. “Hay una parte técnica que se está analizando. Hay el compromiso también de una vez agilizar esta situación, entonces eso está en manos de la parte técnica del Ministerio de Economía a través del viceministerio de la parte tributaria”, afirmó.

Riña con militares

En la frontera con Chile se ingresó a una riña entre pobladores y militares. Los primeros acusan a los uniformados realizar de secuestros y torturas en la tarea contra el contrabando. Los efectivos de las Fuerzas Armadas (FFAA) niegan ese extremo y culpan a los comuneros de colaborar a las mafias de contrabandistas.

La semana pasada se realizó un encuentro entre autoridades, choferes y pobladores de Sabaya con funcionarios del Viceministerio de Lucha Contra el Contrabando. Se decidió, una vez más, que los comuneros ayudarán a la lucha contra el contrabando.

“Hemos quedado que Sabaya, las autoridades originarias, se va a convertir a partir de hoy en aliado en la lucha contra el contrabando”, afirmó el viceministro Vargas.

La autoridad acotó que, para llevar adelante los acuerdos, para la segunda quincena de marzo se programó instalar mesas de trabajo con instituciones gubernamentales, en las que se aborde temas referidos a los autos indocumentados, comisos por la Aduana Nacional, entre otros.

El viceministro Vargas denunció que la estrategia que usan los contrabandistas en la frontera Chile es replicada en San Antonio, comunidad próxima al municipio de Yacuiba. Ahí, los contrabandistas, después de atacar a los miembros del COE, se valen de mujeres y niños para reducir la dureza con la que puedan actuar los uniformados.

“Ahí realmente sufren agresiones de consideración los efectivos militares, roturas de cabeza, contusiones por golpes, palos, piedras y machetes. En esa comunidad de San Antonio ya tienen otro tipo de estrategias, porque involucran a niños y a mujeres para frenar la lucha contra el contrabando”, detalló la autoridad.