El gobierno de Evo Morales llevó a prisión a todos los dirigentes yungueños que se opusieron a su régimen

9 de octubre de 2020, 23:10 PM
9 de octubre de 2020, 23:10 PM

Fridolino Durán es el nombre de un dirigente yungueño que fue encarcelado en 2015 acusado de asesinato, pero en Los Yungas afirman que se trata de un preso político del MAS que se opuso a las políticas de ese gobierno en la zona. Hoy el dirigente salió del penal de máxima seguridad de Chonchocoro y ahora los yungueños buscan liberar al que ellos sindican como el último dirigente perseguido por el masismo, Primo Paxi.


“La cárcel es para los pobres, para los ricos es un paseo de turismo, aquí llegó el exgobernador (Alex) Ferrier y estuvo unos días, después igual nomás salen. A nosotros nos metieron presos por defender la coca y nunca avanzó mi proceso”, dijo Durán tras dejar la cárcel a sus espaldas.


Durán, era junto con los dirigentes, Paxi, Franklin Gutiérrez y Sergio Pampa los que opusieron resistencia a la nueva Ley de la Coca y su reglamentación desde la Asociación de Productores de Coca (Adepcoca). Todos terminaron presos por una u otra acusación.


A Durán, el exministro de Gobierno, Carlos Romero, lo acusó de un crimen cometido en 2015, del que el dirigente se declara inocente, no le probaron nada en las investigaciones. En 2018 Romero dijo que Durán dirigía desde Chonchocoro la resistencia a la Ley de la Coca y las emboscadas a las fuerzas policiales, pese a que en el penal de máxima seguridad no existe comunicación con los internos.


Durán fue asambleísta constituyente en 2006 por el partido AYRA y estuvo en la comisión que trabajó el artículo 384 de la nueva Constitución Política del Estado, era aliado del MAS, como la mayoría de Los Yungas, pero la implementación de la ley terminó la alianza de cocaleros.


Franklin Gutiérrez también fue detenido por el gobierno de Morales acusado de preparar emboscadas contra la Policía. Lo capturaron y detuvieron en el penal de San Pedro donde compartió su encierro con una docena de sus paisanos.


Quedaba Sergio Pampa como dirigente de Adepcoca  y en julio del pasado año el gobierno del MAS acusó penalmente a Pampa y lo llevó al penal de Patacamaya. 


Ninguna de las detenciones sirvió para la toma del mercado de coca y el gobierno decidió convertir un hospital en mercado de coca de sus acólitos. El hospital fue construido los propios cocaleros.


Los yungeños celebraban hoy en sus regiones la liberación de Durán y ahora piden que se deje en libertad a Primo Paxi que es el último dirigente yungueño preso.