El deseo de ser modelo de la joven la convirtió en víctima de trata y tráfico de personas. Fue encontrada con dos kilos de cocaína y podría ser condenada a la pena capital en Malasia

14 de agosto de 2022, 12:00 PM
14 de agosto de 2022, 12:00 PM

Solo tiene 26 años y su vida ya pende de un hilo. Magalí Sara M.C. fue captada a través de las redes sociales y trasladada hasta Malasia, con la promesa de que podría convertirse en modelo. Hoy está siendo procesada por tráfico de sustancias controladas en ese país asiático, donde este delito tiene la pena capital.

Sin embargo, de acuerdo a las investigaciones de la Fiscalía, Magalí es una víctima de trata y tráfico de personas, llevada con engaños al otro lado del mundo.

Magalí está detenida desde 2019 en Malasia, cuando fue aprehendida. Fue su madre quien denunció el caso y alertó de la red de trata que engañó a su hija. El caso de Magalí estuvo paralizado por la pandemia.

El Gobierno de Bolivia busca su repatriación, pero para eso está reuniendo información que respalde el argumento de que fue víctima de una red que la obligó a cometer ese delito, bajo amenazas.

El 18 de octubre de 2019 y el 3 de marzo de 2022, Magalí prestó su declaración informativa virtual ante la Fiscalía boliviana para que se investigue el caso de trata y tráfico. 

Hasta el momento ya se capturó a la persona que contrató a Magalí. Se trata de Julia C.K., de 23 años, aprehendida el 1 de agosto en el municipio de Llallagua, en Potosí. 

Julia es quien contactó por Facebook a Magalí, y antes ya tuvo una pena por el delito de sustancias controladas en Brasil, de donde salió con medidas sustitutivas y llegó a Bolivia. Gracias al seguimiento de la Policía se logró la aprehensión.

Julia se acogió al derecho al silencio. Es parte de una asociación delictiva intercontinental, que según los registros de llamadas, podría tener su sede en Mozambique, África, con mercados principales en India y Tailandia.

El 20 de agosto se realizará la audiencia de Magalí, y el Gobierno boliviano ha contratado los servicios de un abogado, con el que se coordinan acciones para su defensa. Se busca evitarle la pena de muerte, la cadena perpetua, o lograr su repatriación, como ha ha sucedido antes, cuando Víctor P.V., nacido en Bolivia y detenido por tráfico de drogas en 2013 en Malasia, fue condenado a la pena de muerte cinco años después, pero logró el indulto y regresó al país en agosto de 2019.

Magalí está por cumplir tres años de reclusión en Malasia, lejos de su patria, de donde salió persiguiendo un sueño.

Travesía

Según un artículo de Opinión, Magalí dejó su hogar en Cochabamba, con rumbo a Santa Cruz, desde donde se comunicó, el 30 de agosto, con su madre y luego desapareció por varios días.

Su madre reportó su desaparición el 1 de septiembre. Lo último que supo de su hija es que se encontraba en Santa Cruz. No tenía idea que Magalí había traspasado las fronteras. Fue el 11 de septiembre cuando una persona le pasó una llamada de su hija, que angustiada le comunicó que estaba detenida en Malasia y que fue amenazada de muerte para realizar el viaje.

Según la misma nota, Magalí salió del aeropuerto de Viru Viru, en Santa Cruz, hizo paradas en San Pablo y Dubai, en los Emiratos Árabes, antes de arribar a Malasia.

En una de esas paradas, un hombre, de nacionalidad africana, la esperaba con una maleta con droga para que continuara el viaje.

La boliviana siguió la ruta por temor a que le hicieran algo. Julia dio las instrucciones a Magalí para que el paquete llegara con éxito, pero Magalí fue capturada en Kuala Lumpur, donde podría ser condenada a la horca.