El canciller de Bolivia está en Bruselas revisando la agenda bilateral que incluye la cooperación contra el tráfico de drogas, la justicia y la democracia

27 de octubre de 2021, 19:25 PM
27 de octubre de 2021, 19:25 PM

El canciller Rogelio Mayta se reunió este miércoles en Bruselas con Josep Borrell, el alto representante de la Unión Europea (UE) para Política Exterior, para abordar los “temas de la agenda bilateral con Bolivia”.

Se trata del primer encuentro de alto nivel tras las declaraciones que hizo en septiembre presidente Luis Arce en la sede de la ONU en Nueva York, donde acusó al exembajador de las UE León de la Torre de ser parte de “una ruptura democrática” en el país, a propósito de la crisis política de 2019.

El jefe de la diplomacia informó, a través de la cuenta en Twitter de la Cancillería, que desarrolló “un diálogo amplio y franco”, precisamente sobre la agenda. La UE es el principal cooperante de Bolivia en la lucha contra las drogas.

Mayta, que sostuvo varias reuniones de trabajo en la sede de la UE, destacó también el encuentro que sostuvo con el encargado de las Américas, Brian Glynn “con quien revisó las relaciones de fraternidad para trabajar en temas de interés común”.

Tras la participación de Arce ante el foro de Naciones Unidas, que se produjo el 23 de septiembre, la legación de la UE emitió un comunicado con un reclamo sobre las expresiones del mandatario sobre su exembajador.

El comunicado europeo emitido desde Bruselas una semana después de la participación de Arce en la ONU, “rechazó firmemente” la acusación formulada por Arce contra León de la Torre sobre la participación del diplomático en “la ruptura del orden constitucional” de fines de 2019.

En su primera intervención, el mandatario acusó al secretario general de la OEA, Luis Almagro, como responsable de esa “ruptura” y también dijo que el gobierno argentino de Mauricio Macri envió en ese tiempo “armas y municiones a los golpistas”. Así acusó al anterior presentante de la UE en Bolivia de haber respaldado esa crisis que provocó la renuncia de Evo Morales y el inicio de la transición que lideró la expresidente Jeanine Áñez y que su Gobierno no le reconoce ninguna legalidad.

Este año, la legación de la UE en Bolivia emitió varias señales de preocupación por las tensiones políticas del país y abogó, en reiteradas oportunidades, por la reconciliación.

El bloque europeo ha financiado varios programas para enfrentar el narcotráfico y desarrolló programas de respaldo en favor de la institucionalidad de la justicia.