El expresidente señala que el intento de destrucción del monumento en La Paz no cambiará la historia del país. También objeta el nuevo espacio donde trabajarán diputados y senadores

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4 de agosto de 2021, 14:45 PM
4 de agosto de 2021, 14:45 PM

Carlos Mesa, expresidente y jefe de Comunidad Ciudadana, difundió este miércoles un artículo en el que califica como “segundo esperpento” el nuevo edificio de la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) y considera que los hechos vandálicos contra la estatua de Cristóbal Colón en La Paz no cambiarán la historia del país.

“Con la retórica de la mentira a la que se han acostumbrado, las principales autoridades del gobierno masista han decidido aprovechar la inauguración del segundo esperpento arquitectónico en la plaza Murillo, en este caso el millonario edificio de la Asamblea Legislativa, para profundizar la retórica del ‘cambio’ y la supuesta ‘sepultura del Estado republicano y colonial’”, indica el escrito.

Explica que, en el nuevo hemiciclo, “los únicos símbolos que aparecen tienen que ver con la cultura Tiwanaku”, atribuyendo eso a que el MAS “está imponiendo un discurso único solo de ida y de afirmación andina e indígena”, dando “premios consuelo” de referencias a otras culturas en lugares menores de la edificación.

“¿Hasta cuándo vamos a seguir soportando la verdad paralela que no es otra cosa que una mentira y un menú histórico a la carta impuesto por Morales y sus obsecuentes seguidores? Esa ficción no sólo niega el pasado y lo trocea a su gusto, sino que pretende que no existe la Bolivia mestiza que es el verdadero crisol del país, dentro de las diferencias legítimas de la plurinacionalidad para lograr la reconciliación y la paz”, señala el exmandatario.

Su tuit:

Respecto al ataque que sufrió el monumento a Colón en La Paz, Mesa considera que “un acto vandálico que no cambiará la historia”, enfatizando que “podrán vandalizar los monumentos que quieran, no solo estatuas, eso no modifica lo que Bolivia es hoy”.

Considera que “la historia, con sus luces y sombras, no cambiará porque se pintarrajee una estatua o se construya, con despilfarro irresponsable uno, dos o cien edificios que hagan homenaje al gobierno masista. Ya lo intentaron Stalin, Mao, Hitler, Mussolini y Franco; de sus negaciones del pasado no queda nada. La sociedad es portadora de la verdad en su vida colectiva”.