La mayoría de los ingresos corresponden a ciudadanos chinos y acusó a cuatro ex altas autoridades de esas oficinas

24 de septiembre de 2020, 14:44 PM
24 de septiembre de 2020, 14:44 PM

En los tres últimos años, la Dirección General de Migración otorgó 68.382 visas a ciudadanos asiáticos y el actual director de esta entidad, Marcel Rivas, aseguró que al menos el 10 % de esa cantidad no pagó por los documentos de ingreso al país, ocasionando un daño económico que alcanzaría a 4.786.600 bolivianos.


Rivas explicó que cada trámite tiene un costo de 300 UFV’s, que significa 700 bolivianos aproximadamente. Los delitos identificados son peculado, cohecho pasivo propio, uso indebido de influencias, beneficios en razón del cargo e incumplimiento de deberes.


Los acusados son Cosset Estenssoro, exdirectora de Migración entre 2017 y 2018; Yanet Senzano, quien fuera directora en 2019. Además de los exjefes de unidad de extranjería Andrés Bernal Salinas y Glubert Salguero, quienes deberán responder por estos hechos.


Según los datos de Rivas, en 2017 ingresaron legalmente al país 25.018 súbditos asiáticos; un año después llegaron 30.416 ciudadanos orientales y el año pasado esta migración alcanzó a 12.948 ciudadanos.


La autoridad migratoria solicitará que se identifique a todos los responsables de estos actos y la pérdida ocasionada. Pidió que se convoque a los actuales y a los exfuncionarios que trabajaron en esas dependencias


Los rubros en los que trabajan los extranjeros son diversos, desde ingenieros en las empresas constructoras hasta los que llegan para abrir un restaurante de comida china, que abundan en las distintas ciudades del país y en los centros mineros auríferos, especialmente en el norte de La Paz donde hay incluso ciudadanos vietnamitas.


Rivas cree que las investigaciones que realice la Policía pueden derivar incluso en un mayor número de visas que no fueron cobradas porque el monto que encontraron es de un muestreo de 250 carpetas que revisaron en este tiempo.


En el caso de los ciudadanos chinos, estos ya no tenían que realizar el trámite de sus visas en los consulados bolivianos únicamente, sino podían hacerlo en los mismos aeropuertos desde fines de 2017 y esa facilidad provocó una estampida de ciudadanos de ese origen cuyos índices de migración crecieron en los últimos años.