La autoridad responde a quienes dicen que no hizo suficiente para acelerar los casos por el ‘golpe’. “No soy Murillo para meter presos a todos, aquí hay debido proceso”, dice

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9 de enero de 2022, 9:43 AM
9 de enero de 2022, 9:43 AM

_¿Cómo evalúa su gestión como ministro ante la voz de los sectores que observan su trabajo?

Históricamente en el país cuando se acerca el 22 de enero circulan estos, no voy a decir rumores, pero sí un análisis de la prensa, de los actores políticos en relación a eventuales cambios en el gabinete.

Esta es una atribución del presidente Arce, constitucionalmente, y este elemento ha reconocido así por todos los actores políticos, al interior del MAS y al exterior.

Esta es una decisión que el presidente puede tomar. Yo siempre lo he dicho, en cualquier momento y no necesariamente en una fecha como esta o en algún momento que haya un aniversario de gestión. La evaluación siempre es importante y durante el primer año de gestión ha sido informado a la Asamblea Legislativa, como señala la Constitución. Sin embargo, no necesariamente implica una obligación de cambio de ministros, el presidente puede ejercer esa atribución constitucional.

_¿Qué opina de los pedidos?

Ya cuándo me plantea, lo subjetivo, qué me parece a mí los pedidos de cualquier persona que pida la renuncia o que deje el cargo, creo que es parte del debate democrático y nadie debería sentirse ofendido porque se comente sobre su trabajo. Todo lo contrario, el hecho de que el país hable del trabajo que tiene un ministro o algunos ministros me parece que es un escenario de democracia sano, importante y que nos permite asumir qué temas pueden mejorar en la gestión, qué temas están preocupando a todos los actores políticos. 

Hay que discriminar ahí a dos tipos de actores políticos, los que están debidamente interesados en la reforma judicial, en la transformación de la justicia y aportan constructivamente, el mismo exalcalde Juan del Granado y otros actores han estado haciendo aportes, con algunos no estoy de acuerdo, pero que aportan a la gestión. 

Cuando hay una crítica que viene de personas que no están haciendo una crítica constructiva o están apoyando la desinformación no creo que valga la pena comentarla. Todos tienen derecho a pensar que puede haber mejores actores para ocupar la cartera que tengo a mi cargo eso es algo absolutamente respetable, es parte del juego político y no podría responder a qué se debe, porque son razones subjetivas que desconozco.

_Usted había comenzado la gestión con el compromiso de hacer la reforma judicial, ¿cuánto se ha avanzado en eso?

Uno podría decir que no se ha hecho nada ni en los 14 años ni en todo el tiempo de democracia. Creo que siempre he resaltado que este es un proceso lineal que ha ido avanzando en un estado de situaciones catastróficas del año 1982, al estado de la justicia que tenemos ahora hemos avanzando de 220 jueces que designó García Meza a un sistema con características democráticas que, incluso, llevan al voto popular de la gente y al control social.

Entonces, no creo que se pueda decir que hay un fracaso en la reforma judicial o que este proceso pueda cambiar por una decisión cómo una ley, por un decreto o una reforma constitucional o reforma ministerial.

Estos procesos son complejos y entiendo que este año hubo avances significativos en el mismo con resultados muy concretos, muy medibles para el país. El 7 de marzo se ha presentado una oportunidad histórica de hacer un ajuste en la elección de jueces por voto popular, esta elección de jueces por voto popular no se ha consolidado y se ha iniciado el debate que lo han seguido luego Juan del Granado, otros actores como José Antonio Rivera, en Cochabamba, y en todo el país, y en función a esta línea que se abrió desde el Ministerio de repensar la forma de elegir por voto popular.

Hemos seguido con este proceso de construcción a la reforma trabajando en temas que son fundamentales. En septiembre le hemos puesto un nombre, seis ejes para la reforma judicial.

Esos seis ejes no son un invento, son una aproximación a una política pública consensuada con todos los bolivianos. Todos los actores que tienen que ver con temática inicial y la temática de cambiar nuestra Justicia. Tribunales departamentales, colegios de abogados universidades, abogados y ciudadanos que están planteando reformas, se ha escuchado a todos, tenemos un documento concluido que es objeto de revisión, de ajustes e inclusive tenemos expertos internacionales que están trabajando en construir y mejorar y presentarle al país un documento que se constituye en la política pública a mediano y largo plazo para transformar la justicia. En marzo tendremos un encuentro nacional para aprobar entre todos una política pública que marque la transformación de la justicia.

La independencia de poderes, ¿es todavía un tema pendiente? Lo pidió el presidente del Tribunal Supremo de Justicia en la inauguración del año judicial.


La independencia judicial es un tema muy importante, es uno de los ejes de la reforma judicial. Hemos invitado a Diego Garcí-Sayán, director del Sistema Judicial de Naciones Unidas, para que venga y lo hará en febrero. Es la máxima autoridad en el sistema judicial y de Derechos Humanos. Debe ser uno de los juristas más destacados de la región y nos ayudará a elaborar un reporte y el informe sobre la situación de la independencia judicial en el país y los pasos que estamos emprendiendo, como Gobierno, para garantizar esa independencia.

En Bolivia contamos con un sistema judicial independiente, hay que empezar a destruir algunos mitos en ese sentido.

Cuando se dice que hay una intervención sobre el Poder Judicial que daña su independencia, ¿quién debería ejercerlo? 

El poder que afecta a una decisión judicial, en doctrina, no es únicamente el poder político, el poder económico que a veces marca la corrupción o el mismo poder mediático o de las redes, todas las formas de poder que afectan que un juez actúe con transparencia con independencia. 

Dimos a los jueces la garantía de que no van a ser expulsados, perseguidos, encarcelados o amenazados como ocurría con el señor (exministro de Gobierno) Arturo Murillo y el juez Huacani, a quien fue a detenerlo antes de presentar una audiencia de libertad. La independencia es el segundo elemento para que el juez pueda trabajar tranquilo y no ser sometido a amenazas; y el tercer elemento que me parece fundamental entender que el juez no es un rey en su juzgado. Tiene que ser sometido a evaluación de desempeño, estos tres elementos los hemos ido consolidando. Hemos avanzado en eso.

_ Hay críticas que vienen de Chapare, por ejemplo, contra usted y contra el ministro de Gobierno y son, precisamente, porque no se han avanzado en los juicios contra los opositores, y lo que dice la oposición es que están buscando que la justicia se encargue de refrendar el supuesto golpe de Estado, ¿qué opina?

No soy Murillo para meter presos a todo el mundo, el Gobierno es respetuoso de los derechos humanos y del debido proceso. Algunas personas señalan que hemos permitido que (los exministros) Murillo y López se vayan del país, y esto no es evidente. Ellos habían salido del país antes de que el presidente Arce asuma el Gobierno. No estoy en este momento en un afán de reemplazar al fiscal general, el ministro de Justicia está a cargo de la política pública que tiene que garantizar la justicia a los bolivianos, pero quien acusa penalmente en el país es el fiscal general del Estado y esto lo contempla la Constitución.

Ya tenemos acusaciones en todos los casos de corrupción emblemáticos, en el tema de respiradores chinos y españoles, se está trabajando en el caso de los gases lacrimógenos, el tráfico de armas de Argentina y Ecuador. Todos los casos relacionados con transparencia tienen un ministerio apersonado, litigando y defendiendo la posición del Estado.

En muchos de los casos ya hay sentencias, en otros con acusaciones. El punto que señala de Sacaba, de Senkata, tenemos con el canciller y con el presidente Arce un plan de acción. Lo hemos implementado de una manera absolutamente transparente. Hemos invitado al GIEI, que ha presentado su informe en un plazo oportuno, y a partir de esa determinación se ha empezado con una estrategia procesal que el ministro de Justicia presente cuatro proposiciones acusatorias contra la expresidente Añez, sus ministros y, adicionalmente, que se lleve adelante un juicio ordinario en su calidad de senadora.

Ese juicio, para conocimiento del país, ha terminado en su etapa preparatoria, se ha presentado una acusación contra la señora Añez, los policías y militares que han participado en un acto que yo considero fue una violación a la Constitución, y estamos prontos a iniciar un juicio oral público y contradictorio en ese caso. 

La CIDH ha señalado que hemos respetado el debido proceso de la señora Añez, no el ministro. Me hubiera gustado que sean seis meses, pero la CPE es clara, hay que darle derecho a que se defienda y estamos entrando a juicio luego de un año y en ese proceso están declarados rebeldes ante la ley con mandamientos de captura (Williams) Kalimán y Yuri Calderón, los excomandantes de FFAA y de la Policía. 

Hay seis detenidos preventivamente en ese caso, todos los comandantes de las fuerzas que participaron en los hechos de octubre y noviembre de 2019 están con detención preventiva en este momento y van a enfrentar el juicio. Cuando se dice que no se está haciendo nada, les diría que no es así.

_¿Qué opina de las presiones que haya cambio de ministros? ¿Hay afanes políticos e intereses dentro del MAS?

Aquí el presidente tiene que tomar una definición con su equipo, y lo voy a acompañar el tiempo que él determine. Es un presidente honesto, trabajador, inteligente y como pocas personas que he conocido en mi vida, y en verdad he conocido a mucha gente con la que he tenido el gusto de trabajar, creo que está comprometido con Bolivia, lo cual me da mucha tranquilidad para ser su ministro el tiempo que él determine. 

Si hay otros criterios y otras personas que puedan tener una opinión diferente, respeto el debate democrático de ideas y aprecio que existen estás críticas, son una alerta que me permiten corregir mi trabajo y mejorarlo, pero no voy a comentar sobre subjetividades.


_¿Evo Morales está molesto con usted?

Evo Morales no está molesto conmigo, aunque habría que preguntarle a él. Es un líder histórico del MAS y las veces que he tenido el gusto de conversar con él desde que lo conozco, el año 2005, creo que ha sido un trato profesional.

 Siempre emití mi opinión como ministro de Justicia, como lo hago con cualquier ciudadano y no creo que pueda opinar sobre la molestia u otro sentimiento del ex presidente Evo Morales conmigo.

_ ¿Usted cree que el hecho de que en la evaluación de Chapare, donde no estuvieron ni el presidente, vicepresidente ni los ministros, hubiera generado una molestia de parte de Evo Morales?

No voy a contestar esta pregunta, pero si le puedo decir algo; tenga la seguridad de que el presidente Arce y este gabinete no tiene domingos ni feriados.

Tanto el presidente Arce, como el expresidente Evo Morales son parte del mismo instrumento. Creo que solamente son especulaciones que exista algún tipo de divergencia entre ambos. Todos estamos convencidos de que ese liderazgo unificado es lo mejor para el país y para el partido, para el instrumento político.


_ ¿Cómo ve usted su futuro?

Espero que con salud y de mi familia. Seguiré apoyando al presidente Arce, como ministro o cómo abogado. No es para mí fundamental ser el ministro de Justicia, creo que para mí lo que es fundamental es darle justicia al pueblo boliviano.