Durante dos años fue el jefe de la Utop en La Paz. Su esposa asegura que se ganó una beca a España y debió partir por un mes a estos cursos antidisturbios, pero que el Comando General no dio luz verde

24 de noviembre de 2019, 4:30 AM
24 de noviembre de 2019, 4:30 AM


El coronel Heybert Yamil Antelo Alarcón (45), jefe de la Unidad Táctica de Operaciones Policiales (Utop) de La Paz, murió tras sufrir un accidente cuando dirigía a sus policías en la autopista que une La Paz con El Alto, el 10 de noviembre, momentos en que una turba violenta afín al MAS se movilizaba haciendo saqueos y lanzando dinamitazos.

El jefe policial fue velado dos días, pues su familia consternada quedó admirada de ver cómo los policías de bajo rango lloraban desconsoladamente el deceso de su jefe.

“Tal vez esta terrible desgracia se pudo evitar. Mi esposo amaba su trabajo, se ganó una beca antidisturbios en España y tenía que empezar desde el 1 de noviembre, pero el Comando General que dirigía el general Yuri Calderón nunca emitió la resolución para darle luz verde. Otro teniente fue y está allá. El general Calderón se entrevistó con mi esposo y le negó el viaje, porque era una persona imprescindible en la plaza Murillo. Tal vez si el general daba curso a esa beca, hubiéramos cambiado esta terrible historia. Esto realmente nos ha cambiado nuestro destino, nos dejó una familia incompleta. Dios quiera que lo perdone por el terrible error que tuvo este comandante”, dijo Carla Ledezma, la esposa del agente fallecido, en medio del llanto y frente a su hija.

Heybert Yamil Antelo trabajó durante más de 25 años en la Policía y dejó sin padre a sus hijas, de 20 y 8 años, y viuda a su esposa.

 El día fatídico

El 10 de noviembre, el coronel Antelo se encontraba en la plaza Murillo cuando recibió la orden superior para replegarse hacia la autopista y reforzar a sus camaradas porque bajaba un grupo violento de marchistas, que a su paso saqueaban.

Pese a que en El Alto y otras unidades había policías de la UTOP, el coronel Antelo obedeció la orden y desde la plaza Murillo se dirigió con su gente a la autopista. Por esquivar a la marcha se chocó contra un minibús. Otros dos policías también se accidentaron. “A las 17:15 me llamó, pero de otro número. Me preguntó si yo estaba bien y me dijo que tuvo un accidente pero que no me preocupara. Yo lloré y me dijo que lo estaban llevando al hospital Obrero”, contó su esposa.

Ella lo esperó en el hospital, hablaron bastante y los médicos le dieron buena atención, hicieron todos los esfuerzos. Al siguiente día, todo se complicó y Carla recibió una confesión de su esposo. “Recuerdo que me dijo: perdóname, fallé’. Yo le dije que se ponga tranquilo, que iba a salir bien y él me dijo: ‘No creo que salga de esta, perdóname”. La salud de Antelo se agravó y perdió la vida.

 $us 50.000 para salvarlo

Carla Ledezma aseguró que uno de los policías que más le ayudó y que fue humano fue el coronel Aguirre. Conseguir una válvula para Antelo costaba $us 20.000, pero gracias a Aguirre, que gestionó, se pagaría mucho menos.

“Sin embargo, el transporte de una avioneta ambulancia para llevarlo a Argentina tenía un costo de $us 30.000. Me ayudaron para hacer gestiones por Cancillería, pero no fue suficiente”, recordó la esposa del jefe de la UTOP paceña, a su arribo a la capital cruceña.

“Busqué personalmente al comandante Yuri Calderón y jamás me recibió. Nunca visitó a mi esposo. Mi esposo dio todo por la Policía. Se hizo una colecta para recaudar dinero para salvarlo, pero no fue suficiente, no alcanzó”, se lamentó Ledezma.

Durante el velorio de Antelo se observó gran número de policías de bajo rango que lloraban. Antelo cuidaba a todo su personal, días antes de su deceso gestionó uniformes para la tropa, alimentos y mejores condiciones.

 



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