Narcotráfico: los peces gordos dejan huellas de su presencia en el país
Los cárteles no solo envían emisarios, ahora los capos se refugian y operan en el país. Este año la actividad se internacionalizó aún más y operó en Bolivia
Bolivia dio señales en 2023 de acoger a “capos del narcotráfico”. El país dio “facilidades” para el cambio de identidad y “otorgó protección” para que varios de ellos puedan moverse, en algunos casos, “como peces en el agua”. Los especialistas creen que la región fronteriza de San Matías es la principal puerta de acceso.
La directora del Segip, Patricia Hermosa, señaló que “narcos tienen cédulas bolivianas porque fueron expedidas en otras gestiones”. Los casos de Sebastián Marset y de una traficante peruana se tramitaron durante el mandato de Evo Morales. Los capos de los cárteles se asientan, se resguardan y aparentemente tienen protección de autoridades estatales. Hay uruguayos, como Sebastián Marset que se burló de organismos gubernamentales y de la política de lucha contra el narcotráfico. Hay peruanos, brasileños, como también se presentaron casos de italianos, argentinos y mexicanos.
El experto Franklin Alcaraz dijo que “en Bolivia hay de 10 a 12 cárteles internacionales que operan” en el país. Entre ellos, mencionó a los mexicanos de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación. De Colombia, el de Medellín y el del Norte del Valle, que tenía una relación cercana con las FARC y “obviamente el PCC y el Comando Vermelho de Brasil”. Estos se disputan el territorio en Mato Grosso que colinda con San Matías. Precisamente, allí operó una cédula del PCC que reclutaba personas para operaciones de sicarios.
Ante este panorama, sumó a la ‘Ndrangheta Calabresa, “que es una organización tenebrosa sumamente peligrosa que nació en Europa, en la región balcánica”. “Tiene un grupo denominado América, que trabaja en Bolivia en el tráfico, aunque nació con el negocio de las armas”, dijo el experto. Incluso, el gobierno de Brasil solicitó los registros de cada uno de los fusiles que secuestró de la banda de Marset.
Dos casos. Reyna Violeta Gozme La Fuente (43), conocida como la ‘Reina’ del narcotráfico en Perú, fue aprehendida el jueves 23 de noviembre en Paraguay con una cédula de identidad falsa de nacionalidad boliviana. Ella se identificó ante los policías con un carné -supuestamente emitido por el Segip- como Norma Claros Torrico.
En noviembre, el capo del Primer Comando de la Capital (PCC) fue capturado en Bolivia e inmediatamente expulsado del país, para que las autoridades brasileñas se hagan cargo de él. Igor Oliveira de Campos (27) es nada más y nada menos que líder del estado de Mato Grosso de esa poderosa organización que pugna por el control de las rutas del narcotráfico que apuntan a Europa.
Ese mismo mes, el Gobierno entregó a la Policía de Perú a Héctor René Gueta, implicado con el Cártel de Sinaloa, en México. Este grupo es responsable de traficar drogas sintéticas en la región.
