El ministro de Defensa, Edmundo Novillo, aseguró que todo está bajo control y pidió a la población mantener la calma

26 de junio de 2024, 23:13 PM
26 de junio de 2024, 23:13 PM

El ministro de Defensa, Edmundo Novillo, en su explicación detallada de los hechos que se suscitaron la tarde de este miércoles en el centro paceño, confirmó que la destitución del general Juan José Zúñiga, como comandante del Ejército, ocurrió la noche del martes. La autoridad relató el 'golpe fallido' paso a paso. 

Asimismo, aseguró que al margen de la investigación que se inició en el Ministerio Público, Zúñiga será sometido a un proceso en la normativa militar. 

"En mi opinión, todo se origina en las declaraciones del general Zúñiga en un medio televisivo que fue entrevistado. El general hace una serie de declaraciones y el contenido de esta fue compartido con la ministra (de la Presidencia) María Nela (Prada) y algunos ministros", comenzó relatando el ministro de Defensa. 

Según Novillo, él mismo pidió a Luis Arce que lo reciba. Agregó que después de dialogar con Arce y con la ministra de la presidencia, María Nela Prada, se determinó "proceder al cambio del general Zúñiga y otros miembros del mando militar", aseguró. 

Sin embargo, "por respeto al general (Zúñiga) consideramos que era prudente hablar con él, manifestarle que sus declaraciones no eran compartidas con la posición del gobierno nacional. Él (Zúñiga) vino de civil y le manifestamos que sus declaraciones no eran compartida con el Gobierno, y que esta situación había ameritado tomar una decisión y era compartida con él por respeto a su grado, a su autoridad militar". 

Agregó que fue el mismo excomandante del Ejército el que "reconoció que cometió algunos excesos y nos manifestó que se ponía a disposción de lo que decida el capitán general (presidente Arce) y nos despedimos de la forma más amistosa, y abrazos fraternales. Dijo que siempre iba a estar al lado del presidente (Arce), del gobierno. Eso sucedió ayer (martes)". 

A decir de Novillo, el presidente no participó porque tenía una agenda comprometida (con los alcaldes y gobernadores del país), "pero se dio un tiempo para escuchar las conclusiones, que compartió (estuvo de acuerdo) con nosotros". 

Entonces, "estábamos considerando realizar los cambios. La mañana de hoy (miércoles) estaba ocupado en definir a algunos nombres para proponer al presidente y que en la tarde íbamos a hacer la posesión". 

Sin embargo, "personal de mi confianza, aproximadamente a las 9:00 (de este miércoles) me informa que personal militar se movilizaba desde Challapata y éstos eran solo instructores. Venían armados en seis camionetas. Este movimiento no era normal. Me comuniqué, primero con el comandante Zúñiga y le pedí explicaciones sobre el movimiento". 

El relato continúa indicando que "él (Zúñiga) iba a averiguar y me devolvería la llamada, pero seguí indagando. Llamé al comandante en jefe de la Fuerzas Armadas y dijo que no tenía conocimiento de Challapata. Fue cuando me informaron que extrañamente había una instrucción de acuartelamiento en la Séptima, Octava y Novena División". 

Según Novillo, cuando él se comunicó con el presidente, le dijo que después de haber constatado el movimiento llamó a Zúñiga, pero no respondió y por eso pidió a Arce que él mismo lo llame, "pero tampoco contestó". 

Fue por eso "que convoqué al mando militar a mi despacho para analizar la situación. Un almirante dijo que los tres comandantes no respondían al llamado. Volví a llamar al presidente y le informé. Él me respondió que tampoco le respondían a él. Entonces, la situación fue de mayor preocupación. En ese entendido, consideré que deberíamos apresurar la posesión del mando militar, pero particularmente de los tres comandantes de las Fuerzas. En eso nos enteramos por los medios del movimiento de tropas, a la cabeza de Zúñiga, Arnez y Zegarra". 

Novillo agregó que se comunicó con el general Peñaloza y le dijo que les llegó la información que tropas de Viacha se estaban movilizando hacia La Paz. La autoridad indicó que pidió a Peñaloza que no movilice tropas y le advirtió que lo que estaba pasando era inadmisible. 

Posteriormente, "nos comunicamos con el presidente y definimos apresurar la posesión de los nuevos comandantes de las tres fuerzas. Me comuniqué con el general (José Wilson) Sánchez, general (Gerardo) Zabala y el almirante Arnez, para que se hicieran presentes en la Casa Grande (del Pueblo)". 

El relato continúa señalando que "Sánchez vino al Ministerio y junto con el Comando en Jefe nos dirigimos a Plaza Murillo. A mi llegada busqué al presidente, pero él había salido afuera para tratar de persuadir al general Zúñiga para desmovilizar a la tropa".

El intento fue en vano, porque el mismo general Zúñiga aseguró que no lo haría.  

Sin embargo, "posesionado los nuevos comandantes, le pedimos al general Sánchez que desmovilice una vez que asuma el mando y en su discurso lo hizo. Llamó para que se desmovilizara a las unidades militares". 

El ministro apuntó que "a medida que pasaba el tiempo nos volvimos a reunir con el nuevo mando militar y el presidente nos dio la siguiente tarea: el nuevo mando militar, que tome el control total de las Fuerzas Armadas e inmediatamente generamos un plan. Para cuando averiguamos las tropas se retiraron al Estado Mayor, que estaba cerrado y no permitía el ingreso. Pero el general Sánchez persuadió para ingresar porque ahí estaba Zúñiga, que ya no tenía el mando". 

Los uniformados, según Novillo, fueron convocados a salir, "y fue entonces cuando detuvieron a Zúñiga", apuntó a tiempo de manifestar que "momentos antes vi por la televisión que la Fiscalía activaba órdenes, fundamentalmente, para que  se procediera a investigar todo el movimiento realizado de tropas, tanquetas y personal. y este hecho configuraba sobre todo delitos y también faltas graves a la disciplina en el ámbito militar". 

En lo que corresponde a la Fiscalía se instruyó una investigación severa. Pero "de nuestra parte (militar) hemos instruido que a través de  el inspector del Comando en Jefe coordinando con los tres nuevos comandantes se procesa una investigación en el marco de la normativa militar para esclarecer sobre todo quienes participaron en esa movilización, en toda esa activación, en ese golpe fallido, en esa aventura golpista, que pretendía quebrantar el orden constitucional, la democracia y consiguientemente, los responsables tendrán que asumir las consecuencias en la justicia ordianaria y militar". 

En criterio de Novillo, "lo sucedido entre ayer (martes) y hoy (miércoles) para nuestras fuerzas armadas de la que me encuentro al mando, es una vergüenza, una mancha oscura, es sobre todo un pasaje nefasto. Por la actitud de algunos malos militares". 

Añadió que "en mi condición de ministro a estas alturas, después de haber tenido una reunión con el presidente, tenemos el control total y absoluto de nuestras fuerzas armadas, a través del mando militar. Ya todo está bajo control y los procesos de investigación van a correr. Hemos pedido una profunda y severa investigación para dar con los autores de estos hechos y deben recibir toda la sanción que la población espera. La población puede retornar a la tranquilidad y normalidad. Lo sucedido hoy está bajo control y la justicia ordinaria y militar". 

El ministro insistió que "no esperábamos una acción (como esta), solo una persona desquiciada solo se le podía ocurrir una acción como esta. El ministro de Gobierno nos informó que a la salida del presidente, el general Zegarra había indicado que no estaba de acuerdo y sostuvimos una reunión con él y le pedimos que él hable con los otros dos comandantes, él solo habló con Arnez y se negó a desmovilizar".