Los obispos están reunidos en la centésima novena Asamblea Ordinaria de la Conferencia Episcopal

16 de noviembre de 2021, 12:43 PM
16 de noviembre de 2021, 12:43 PM

Los obispos de Bolivia, reunidos en la centésima novena Asamblea Ordinaria de la Conferencia Episcopal, emitieron un pronunciamiento relacionados con los hechos coyunturales. En uno de los puntos, los líderes de la Iglesia católica boliviana piden a las autoridades que gobiernen escuchando a todos los sectores del pueblo. Asimismo, celebran la decisión de revisar la norma (1386) que fue aprobada sin el consenso necesario.

Al término del encuentro, que se celebró del 11 al 16 de noviembre, se dio lectura a las conclusiones. En la rueda de prensa estuvieron Mons. Giovani Arana, obispo de la Diócesis de El Alto y secretario general de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB), acompañado por monseñores Aurelio Pesoa y Ricardo Centellas, presidente y vicepresidente de la CEB, respectivamente.

Para los obispos, es hora de cumplir las promesas de gobernar escuchando de verdad a todos los sectores del pueblo, para lo cual piden a las autoridades que den señales concretas y viables de buena voluntad en respuesta al clamor de los sectores involucrados.

"Lo que invertiremos en la escucha y reconocimiento del otro ayudará a poner esfuerzos comunes que permitirán avanzar hacia una identidad boliviana que aúna a regiones, culturas y pueblos", manifestaron al hacer un llamado para
 un diálogo serio, transparente y abierto, que genere respuestas equitativas y consensuadas en las instancias pertinentes.  

Los obispos recordaron las palabras del Papa Francisco, quien dijo: “Hay un tipo de rechazo que nos afecta a todos, que nos lleva a no ver al prójimo como a un hermano al que acoger, sino a dejarlo fuera de nuestro horizonte personal de vida, a transformarlo más bien en un adversario, en un súbdito al que dominar".

Leyes cuestionadas

También se refirieron a normas o proyectos de leyes cuestionadas por sectores de la población, y abogan por el consenso. "La promulgación de proyectos y leyes de dudosa constitucionalidad, hecha sin el adecuado estudio, consenso y socialización, como debe ser en un estado de derecho y democracia plena, está causando reacciones diversas: varios sectores del pueblo han tomado medidas, con sacrificio y renuncias, para abrogar estas normativas, percibidas como vulneración a la libertad y a los derechos fundamentales, como intento de sometimiento", señala el pronunciamiento de la Iglesia.

"Esto abriría camino a un Estado autocrático. No puede ser una respuesta el llamado a la confrontación en la calle, enfrentando hermanos contra hermanos, lo que consigue es generar dolor, heridas y muerte, además de odios y resentimientos que tardarán años en ser superados. Valoramos, como un paso en esta dirección, que se haya anunciado la abrogación de una de estas leyes, con la esperanza de que dicho paso concreto abra el diálogo sincero y constructivo sobre una agenda nacional", añaden los obispos.

Territorios de paz y no de conflictos

Otro problema preocupante, que espera una respuesta consensuada y justa, según los obispos, son los avasallamientos de grupos violentos a parques, reservas protegidas, tierras comunitarias y privadas, violando los derechos humanos de grupos y personas, hechos que quedan en la impunidad. Señalan que la ausencia de Estado incrementa el riesgo de que surjan grupos irregulares con posibles vínculos con el narcotráfico. 

Los obispos indican que las mismas bienaventuranzas proponen otra visión que aviva nuestro compromiso por la justicia y la verdad. “Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos (Mateo 5,9)”, dicen, a tiempo de señalar que la necesidad de poseer tierra de muchas familias, en todas las regiones de Bolivia, exige dar una respuesta ecuánime a todas indistintamente y sin discriminaciones con un programa legal y sostenible.





Mons. Ricardo Centellas, Mons. Aurelio Pesoa y Mons. Giovani Arana en rueda de prensa/Foto: CEB

Defensa de la vida

Los obispos también se pronunciaron sobre la defensa de la vida. "Como pastores, nos preocupan y no podemos ser indiferentes a los hechos que afectan a las personas y a las comunidades: violaciones, ultraje en contra de menores de edad y mujeres que llega al extremo del feminicidio, abandono y maltrato infantil, infanticidio y atentados a la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural", expresaron. 

Y añadieron: "Estos delitos contrarios a los valores humanos y cristianos son más reprochables porque son perpetrados en contra de vidas inocentes ante la indiferencia o complicidad de quienes están llamados a defenderlas".

Persistencia de la pandemia

También se refirieron a la pandemia del Covid-19, que ha traído y sigue trayendo mucho sufrimiento y luto a la familia boliviana. Indican que esta pandemia nos pone a prueba y nos exige responder con responsabilidad y solidaridad. "En las enseñanzas de las bienaventuranzas (Mateo 5,4), el Señor promete consuelo a los que lloran, por eso, elevamos nuestra mirada confiada hacia el Padre del amor y de la misericordia, señalan los obispos".

Un sueño común

Asimismo, los obispos se refirieron al sueño en común que tienen los ciudadanos. "Construyamos juntos un sueño de país, casa común donde todos sean reconocidos como ciudadanos con sus derechos, respondan con sus deberes y gocen de una vida digna de hijos de Dios en una sociedad unida, fraterna, justa y solidaria. Sólo este emprendimiento nos dará futuro; en cambio, optar por la violencia y la confrontación traerá pobreza, sufrimiento y más control y limitación de la libertad", piden los obispos.

Iglesia misionera en salida

En cuanto a actividades religiosas, indican que el acontecimiento más próximo es la Asamblea Eclesial de América Latina y Caribe, que se celebrará a partir del 21 del presente. Este evento será la oportunidad de repensar y renovar el compromiso cristiano. Las dificultades que podremos enfrentar no nos deben desanimar. Nada nos separará del amor de Cristo, nos recuerda San Pablo (Romanos 8,35)”, sostienen los obispos. 

La Asamblea Eclesial recuerde el compromiso de caminar juntos hacia una única meta: anunciar la alegría del Evangelio de Cristo y ser misioneros y servidores del reino de Dios, en un mundo sediento de autenticidad y de paz, y de una naturaleza pulcra, “casa común” para nosotros y las futuras generaciones.

"En pocos días emprenderemos el camino que nos prepara a la Navidad. El Niño Jesús nos ayude a construir juntos un verdadero ambiente de paz y de entendimiento que fortalezca sentimientos de verdadera concordia. María, la Madre de Cristo y Madre nuestra, interceda por nosotros ante su Hijo para que seamos forjadores de vida, armonía y paz", concluyeron.