Fueron al menos tres llamadas telefónicas que recibió el padre del joven secuestrado en Shinahota. Los sujetos piden $us 1 millón por el rescate

1 de mayo de 2023, 12:31 PM
1 de mayo de 2023, 12:31 PM

"Papi, estoy bien, por favor, háganle caso a lo que le están diciendo. Estoy asustado, pero estoy bien, colaboren en todo". Estas fueron parte de las palabras que el joven secuestrado en Shinahota grabó en un audio y que los secuestradores hicieron escuchar, a través de una llamada telefónica, al padre de la víctima, mientras exigían un millón de dólares por su rescate.

La víctima de los secuestradores le suplica a su padre que no haga problemas y que lo ayude a quedar libre. "Papi, por favor, ayúdame, estoy en el monte", clamaba angustiado el joven.

La grabación en la que se escucha a la víctima fue expuesta a su padre en una segunda llamada que recibió de los secuestradores. El padre preguntó si su hijo se encontraba bien y si no era maltratado.

"No le estoy haciendo nada", le decía el secuestrador e insistía que recolecte el dinero  prestándose o buscando modos para salvar a su hijo, además insistía en que no denuncie el hecho a la Policía, incluso dijo que tenía infiltrados que le alertaban si denunciaba el hecho.

"Si sabes todo, sabes que no tengo plata. Has alzado a un pobre, no a un rico, se han equivocado", respondía el padre del joven secuestrado, quien ahora clama a las autoridades que den con el paradero de su hijo.

Los sujetos le advirtieron que poco a poco atentarían contra su hijo si es que no les entregaba el dinero del rescate. Incluso luego de pedir 1 millón de dólares, bajaron a 400 mil dólares el monto del rescate.

En una de las primeras llamadas que recibió Juan Carlos A., padre del secuestrado, los delincuentes le exigían que no haga 'quilombo' con la Policía, ya que, si eso sucedía, la vida de su hijo tendría otro final.

"No quiero quilombo con la Policía, has entendido, no vé? Ya te he dicho lo que quiero, en tus manos está la vida de tu hijo", le dijeron.

Desde la noche del sábado, 29 de abril, cuando los sujetos armados cometieron el secuestro, la familia empezó a buscar dinero para pagar el rescate; sin embargo, al no reunir suficiente efectivo, acabaron denunciando el caso ante las autoridades, quienes se movilizaron de inmediato.

"Estoy andando, amigo, tocando puerta en puerta, necesito más tiempo, no todos tienen plata y los que tienen no me quieren prestar. Yo no tengo plata, solo tengo esa casa que es un local, un restaurante, si tuviera plata o mercadería, te puedo negociar, pero no tengo", le dijo el padre a los secuestradores.