Hoy se cumplen cinco años de la derrota de Bolivia en La Haya. El elemento fundamental de los acuerdos que vienen en esta nueva etapa se relaciona con la seguridad fronteriza, pero también se abren otras posibilidades para exportar productos

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1 de octubre de 2023, 4:00 AM
1 de octubre de 2023, 4:00 AM

El cónsul de Bolivia en Chile, José Enrique Pinelo, aseguró en exclusiva a EL DEBER que ambos países recuperaron -en pocos meses- el territorio cedido en la frontera.

Aludió a las mafias de narcos, auteros, tratantes de personas y contrabandistas que aprovecharon el diálogo perdido y la pugna entre ambas naciones, para cometer sus ilícitos sin control durante el proceso por la demanda marítima que el país perdió hace cinco años en la Corte Internacional Justicia (CIJ) de La Haya, el 1 de octubre de 2018.

Pinelo sentenció que, con lo sucedido en La Haya, con la falta de diálogo entre ambos países, se dejó sin resguardo la frontera, y se permitió que el crimen estuviera presente en esa larga franja.

Dijo que ahora se está recuperando territorio que los “delincuentes” ocuparon, y que esta nueva política del Gobierno de Luis Arce con Chile tiene una estrategia basada en resguardar a la población.

Es decir que, “como parte de uno de los acuerdos del Comité de Fronteras está asegurar que los derechos de las personas que migren se respeten, y que también tengan suficiente información sobre trámites, incluso para turistas”, agregó.

La historiadora chilena, Loreto Correa, coincidió en que el rol del crimen organizado es el empobrecimiento y continuo peligro para los pueblos indígenas y la población en general.

Concluyó que, mientras más discutían los países, “mejores fueron las estrategias del delito en la extensa frontera que nos une”.
Dijo que ejemplo de eso, en territorio chileno, son los continuos decomisos de droga durante estos años, e incautaciones cuantiosas interceptadas y retiradas del mercado.

La Corte Internacional de Justicia (CIJ) estableció -hace un quinquenio- que Chile no tenía obligación de negociar con Bolivia la salida soberana al Pacífico que el país exigía desde que perdió la guerra, en 1879. Para el excanciller Ronald MacLean, ese resultado fue como perder otra guerra.

El periodista e historiador Robert Brockmann señaló, poco después del fallo, que Bolivia perdió el mar en cancha (en el campo de batalla), y en mesa tras el juicio en La Haya.

El cónsul Pinelo no está de acuerdo. “Lo que La Haya decidió es que Chile no está obligado a negociar, pero Chile siempre habló. Uno de los jueces dijo que la agenda de los 13 puntos que me tocó trabajar en 2006 (Pinelo fue cónsul también entonces), cuando estuve en Santiago, era un documento clave. Por eso Chile no cierra la posibilidad de negociar”, argumentó.

De esta forma, el diplomático apuntó que hay un proceso de generación de confianza mutua que toma su tiempo, y que podría dar ese fruto.

En diciembre del año pasado, la gestión de Gabriel Boric obtuvo una segunda victoria contra Bolivia ante La Haya, porque esta le dio la razón y determinó que el Silala es un río internacional.

Pero tras esos dos hechos en la corte internacional, las cosas cambiaron entre ambos países, bajó la belicosidad. El diplomático Pinelo le dio a este medio la posibilidad de ser el primero en entrevistarlo “al menos después de 20 años”, aseguró.

Al analizar cómo está la relación con Chile, confesó que no le gusta utilizar adjetivos, decir que “está mejor o peor”, y que lo que hay ahora es una “relación entre ambos países para solucionar problemas evidentes en frontera”.

Consideró que el camino hacia que ambos países repongan embajadores, que fueron retirados desde 1978, aún está lejos.

“Trabajamos los procesos de acercamiento. Mi equipo es consular, estoy tratando de ampliar el equipo político bilateral en estrecha coordinación con el Gobierno de Luis Arce”, indicó.

El diplomático, al mismo tiempo que ratificó que el diálogo por el mar no se extinguió, resaltó que se abrieron otras puertas a temas comerciales, como la exportación de productos al norte chileno.

El diputado de Comunidad Ciudadana y diplomático de carrera, Gustavo Aliaga, destacó que la actitud chilena está cambiando, y que la designación de Pinelo es clave. “Hay que reconstruir una nueva relación con ese país, y debe basarse en lucha contra el narcotráfico, migración, contrabando, en lo comercial, y en la relación con Perú”.

Recordó que hoy los negocios de Perú en Chile son de $us 3.000 millones. “Se han comprado Fallabela, la licitación del puerto de Arica la maneja el dueño de un banco peruano. Mientras, las inversiones de Chile en Perú llegan a $us 2.300 millones”.

Acotó que este triángulo es fundamental, “no podemos estar fuera”, manifestó, e incluso fue más allá. Él sí apostó a que es muy importante “plantear la reposición de embajadores inmediatamente”.

Pinelo mencionó que los acuerdos firmados por el ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, el jefe de la Policía, sus pares chilenos y el consulado en Santiago, forman parte de una estrategia que tiene el objetivo de luchar contra el crimen transnacional.

“Desde 2017 no hablábamos de este tipo de relaciones. Hay algo que es absolutamente importante, estamos trabajando para precautelar el bienestar de nuestra población en frontera”, aseveró.

Pinelo también detalló que la llegada del presidente Arce a La Moneda, para participar de los actos por los 50 años del golpe de Estado a Salvador Allende el 11 de septiembre, fue importante en el acercamiento.

Los días siguientes, 13 y 14, se realizó en la ciudad norteña de Arica la XV Reunión del Comité de Fronteras e Integración Chile-Bolivia. “No se hacía desde hace seis años y llegaron 50 funcionarios claves de Aduana, Migración y otros. Entonces, lo sucedido en La Haya no impide lo que estamos haciendo”, recalcó Pinelo.

El cónsul advirtió que los acuerdos no solamente alcanzan la lucha contra narcotráfico, contrabando y trata de personas, sino también el asunto de migrantes, que tienen derechos humanos.

“En Santiago recibimos entre 200 y 300 bolivianos por día, y los atendemos para resolver documentación, antecedentes penales, pasaportes y otros”, dijo. Además, informó que de cada 10, siete son del oriente, cruceños o benianos, y que ese es un dato nuevo.

“Vienen a trabajar por temporadas. Ahora viene la cosecha, antes estaban en la poda. No vienen sólo compañeros que viven en el campo, sino estudiantes, profesionales que necesitan platita para poner luego emprendimientos propios”.

Correa detalló que no existen estadísticas oficiales sobre volúmenes incautados de droga en 2023. Sin embargo, dijo que en 2022, en esta misma fecha, se había sacado de circulación 46.655 kg de droga en todo el país, de los cuales, 23.559 kg provenían de las regiones de Arica, Parinacota, Tarapacá y Antofagasta.

En perspectiva, los mayores operativos del año en curso se llevaron a cabo el 13 de marzo, con 1.600 kilos incautados; el 29 de julio, con 2.000 kilos; y el 17 de agosto, con 907 kilos incautados.

“Todas estas intercepciones de droga tienen vínculos con el Norte de Chile y/o conexiones con Bolivia. Las cifras de este 2023, con justa razón, generan preocupación por las cantidades de droga que atraviesan nuestro país, ya que sólo los tres mayores decomisos suman 4.500 kilos, representan casi el 10% del total del año anterior”, dijo Pinelo.

Bolivia y Chile, indicó el diplomático boliviano en Santiago, hasta el momento tienen coordinaciones estratégicas, que aseguran compartir información clave, para la preparación de operativos conjuntos.

Parte de eso, indicó, fue el operativo que se realizó el jueves y que desbarató a una organización criminal internacional dedicada a la trata y tráfico de personas en Bolivia. Fue desbaratada en Oruro, después de un proceso investigativo en conjunto entre el Ministerio Público de Chile, la Fiscalía General, y la Policía Boliviana.

El comandante General de la Policía Boliviana, general José Álvarez Griffiths, informó que el operativo identificó a la red de trata que captaba víctimas, entre estas venezolanos. Para trasladarlos de forma ilegal hasta Chile, pedían el pago de al menos $us 1.000.

La banda llevaba a estas personas hasta la vivienda de una mujer apodada Mónica, líder de la banda en Oruro, quien los recibía y luego los trasladaba, de noche, en al menos cinco vehículos, hasta un alojamiento en Pisiga.

Una vez más, Pinelo mencionó el uso de la tecnología y el intercambio de información. “Esto es pos Haya, las autoridades chilenas tienen información avanzada acerca de los lugares por donde ingresan los autos chutos y podemos frenar su ingreso”.

Lo comercial

El cónsul apuntó que la participación del viceministro de Comercio Exterior, Benjamín Blanco, ha sido clave.

Explicó que el norte de Chile, ve la posibilidad de comprar queso, leche y limones de Santa Cruz, para desayuno escolar. “Hubo una comisión que fue al país para analizar la calidad. Entonces, productores agrícolas, lecheros del Altiplano podrían colocar sus productos”.

Según la historiadora chilena, también se abrió la posibilidad de que Bolivia pueda exportar carne y otros productos a Chile, a través de una modernización del Ace 22. Sobre Arica, no hubo trascendidos, sin embargo, este es un tema clave para ambos países.

El cónsul respondió que el tema de la carne está en proceso, y en medición la calidad de la oferta boliviana, pero evitó entrar en mayor detalle. “El Ace 22 es un Acuerdo de Complementación Económica firmado en los 90 que permitía exportar a Chile sin impuestos”, manifestó.