La iniciativa ganadora, que compitió con otras 249 propuestas a escala mundial, busca contribuir a la prevención y atención de la violencia contra mujeres en Bolivia a través de la adaptación y puesta en práctica de un modelo de intervención basado en agentes comunitarias.

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28 de agosto de 2020, 16:55 PM
28 de agosto de 2020, 16:55 PM

Un proyecto de investigadoras bolivianas en el área de lucha contra la violencia de género ha sido premiado con un fondo otorgado por el Banco Mundial y la Iniciativa de Investigaciones sobre Violencia Sexual (SVRI, por sus siglas en inglés), que compitió con otras 249 propuestas a escala mundial.

El equipo está compuesto por investigadoras del Instituto de Investigaciones Socioeconómicas (Lisec) de la Universidad Católica Boliviana (UCB), Humanity & Inclusion (HI) y el Centro de Promoción de la Mujer Gregoria Apaza (Cpmga). 

The 2020 Development Marketplace: Innovations to Adress Gender-Based Violence award es una competencia anual creada conjuntamente por el Banco Mundial y SVRI para apoyar a investigadores en todo el mundo a encontrar soluciones innovadoras que ayuden a personas, comunidades y países a prevenir y responder a la violencia de género

La iniciativa ganadora busca contribuir a la prevención y atención de la violencia contra mujeres en Bolivia a través de la adaptación y puesta en práctica de un modelo de intervención basado en agentes comunitarias, que son mujeres que sufrieron violencia de género y se formaron posteriormente para orientar, remitir, derivar y dar seguimiento a casos de mujeres en situación de violencia, promoviendo su acceso a servicios de justicia.

Este modelo es actualmente implementado en El Alto por el Centro Gregoria Apaza. El proyecto incorporará a mujeres con algún tipo de discapacidad, migrantes, indígenas, y niñas y adolescentes

La idea es multiplicar el impacto y la sostenibilidad del modelo para que luego sea replicado a nivel nacional y se lo implemente como parte de la política pública en esta área. 

"Los impactos de la violencia de género van mucho más allá del daño significativo e inmediato a las víctimas y se manifiestan en la salud, ausentismo y pérdida de productividad en la fuente laboral, pérdida de ingresos para las familias, y efectos en las siguientes generaciones. Los costos para la sociedad son graves y constantes”, dijo Caren Grown, directora global de Género en el Grupo Banco Mundial.

Por su parte, Elizabeth Dartnall, directora ejecutiva de SVRI, opinó que “la investigación y la aplicación de sus hallazgos es esencial para entender los causantes de la violencia y los contextos en los que este flagelo se desarrolla y, de esta forma, identificar los caminos para lograr un cambio social sostenido para acabar con la violencia contra mujeres y niñas”.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que una de cada tres mujeres a nivel global ha sido víctima de violencia física y/o sexual por parte de su pareja o de terceros en algún momento de su vida. 

Peor aún, existe evidencia suficiente para afirmar que durante la pandemia por Covid-19 la violencia contra mujeres y niñas, especialmente la de tipo doméstico, se ha intensificado en todo el mundo debido al confinamiento y a la falta de acceso a servicios de protección.

Bolivia ha hecho importantes avances en la reducción de las brechas de género y el abordaje de la violencia de género. Hay mejoras sustanciales en el acceso de las mujeres a la educación, la salud, la propiedad de la tierra y los cargos públicos a través de varias leyes y reglamentos, así como una reestructuración institucional. 

La aplicación de la paridad y la alternancia en el sistema político, por ejemplo, tiene repercusiones directas en la participación de las mujeres en la toma de decisiones a nivel nacional y local. También hay un desarrollo en el marco jurídico para responsabilizar al Estado de salvaguardar los derechos de las niñas y las mujeres. A pesar de todas estas acciones, siguen existiendo desafíos significativos.