(VEA LAS FOTOS) Está en debate si se demuele o no la casa de Richard Choque, donde se encontró a las dos adolescentes asesinadas, hecho que daría paso a un nuevo rastrillaje y así establecer si existen más víctimas enterradas en el lugar.

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7 de febrero de 2022, 10:54 AM
7 de febrero de 2022, 10:54 AM

La Fiscalía realiza desde las 03:00 desde este lunes la reconstrucción de los crímenes cometidos en la primera casa del feminicida serial, Richard Choque Flores, en la zona Ballivián de la ciudad de El Alto. Al lugar también fueron trasladadas su madre y la hermana.

“A partir de las 03:00 se está realizando una labor de investigación. Son dos actuaciones; comenzando con una reconstrucción de los hechos en el primer caso sobre la muerte de dos personas como anticipo de prueba. Ha estado el sindicado y las sindicadas (la mamá y la hermana), han aportado muchas pruebas y han establecido su participación”, dijo William Alave, fiscal departamental.

Explicó que la Alcaldía de la comuna alteña trasladó maquinaria pesada y que está en discusión la demolición o no del inmueble, hecho que daría paso a un rastrillaje para establecer si existen o no más víctimas enterradas en el lugar.

Existirá luego un rastrillaje, con canes y gente de bomberos y laboratorio. A partir de eso ya se concluye con la escena del crimen, están evaluando si se demolerá o no”, acotó el titular regional del Ministerio Público, señalando que esa decisión depende de las autoridades municipales.

Las imágenes: (APG Noticias)

En esa casa fueron encontrados los cuerpos de las dos adolescentes reportadas como desaparecidas en 2021, Iris y Lucy, parte de las cuatro víctimas fatales de Choque, que, pese a tener una condena de 30 años de cárcel, salió de la cárcel en 2019 y volvió a delinquir.

Similar procedimiento se realizaría en la segunda casa, en la zona San Martín, donde se encontró a la primera mujer asesinada por el feminicida, y a quien se supone sería su primera víctima, su primo, cuyo cuerpo habría sido enterrado en 2011.

Choque permanece detenido preventivamente en la cárcel de máxima seguridad de Chonchocoro y su confesión permitió descubrir la existencia de un consorcio de jueces y abogados dedicados a beneficiar a criminales condenados.