Analistas y políticos coinciden que aún falta que emerja una persona que pueda conducir un nuevo liderazgo nacional. Desde el MAS también lo saben, pero hay una apuesta en favor del movimiento popular que también tiene presencia en la región

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21 de noviembre de 2022, 7:09 AM
21 de noviembre de 2022, 7:09 AM

Santa Cruz ya no solo lleva la batuta económica de Bolivia. Desde las calles logró poner en agenda temas de alcance nacional, aunque especialistas en el análisis político creen que aún falta que emerja un líder que tenga proyección nacional.

Para el abogado y especialista en resolución de conflictos Gustavo Pedraza, Santa Cruz fue, desde principios de siglo, el centro económico de Bolivia, y se va convirtiendo en un eje político desde donde se tomarán decisiones.

Además, el paro indefinido por el censo ha producido otro fenómeno. “Antes, el reconocimiento a Santa Cruz venía de los líderes de opinión, políticos en ejercicio y organizaciones, pero ahora llega de la gente de la sociedad civil, de cada uno de los departamentos”.

Mencionó, como ejemplo, el hecho de que en las últimas semanas personas de forma absolutamente espontánea cantaban el ‘Viva Santa Cruz’ en las calles de distintas ciudades del país. “Es una evidencia de lo que ocurre”, apuntó.

Según Pedraza, Santa Cruz concentra lo principal del Estado: Lo multicultural. “Esta región aglutina la integración nacional en un determinado territorio donde hay una fortaleza productiva y donde hay oportunidades económicas que han atraído a las poblaciones más pobres, de clases medias y la inversión de las clases económicamente pudientes de otros departamentos”, complementó Pedraza.

Esa fortaleza se resume en una nueva formación social que la integran compatriotas de todas las regiones. “Las segundas poblaciones más importantes de Cochabamba, La Paz, Potosí y Sucre están en los barrios cruceños. Por lo tanto, la anatomía de esta sociedad está compuesta y ordenada por ellos”, dijo Pedraza.

Un ejemplo es esa señora migrante de 82 años que vive hace más de 50 años en Santa Cruz y que salió a enfrentar a los policías en el paro. “Su posición es lo que los extremos no reconocen. Santa Cruz ya representa a toda la nacionalidad, y eso le da fuerza”.

En una entrevista, hace un par de semanas, este medio preguntó al exministro de Gobierno Carlos Romero si sería una amenaza para el MAS que emerja un liderazgo nacional en Santa Cruz. Romero respondió que no, por la misma migración. “El crecimiento económico ha modificado la estructura social. Transportistas, empresarios, principalmente, se van a Santa Cruz y hacen inversiones. El exministro coincidió en que deben articularse la generación de nuevos liderazgos. “No podemos plantearnos un liderazgo político como región si solo apelamos a la identidad, que puede ser religión, ecología, cruceñidad. Esas identidades no alcanzan para proyectar un nuevo liderazgo. Ese trabajo de dispositivo intelectual con un horizonte más estratégico nacional debe realizarse de forma urgente”, dijo.

La diputada cruceña Deisy Choque (MAS) anticipó que Santa Cruz va a mejorar su representación política en el Legislativo con los nuevos escaños que lleguen por efecto de los resultados próximo censo. “Que no les sorprendan que esa representación política vengan del movimiento popular”, señaló la legisladora con relación al uno de los ejes de la demanda que provocó el paro.

Carlos Börth, un doctor en Derecho Constitucional y especialista en análisis político, evaluó que Santa Cruz tiene hoy un liderazgo económico y social. “Este conflicto dejó la sensación de una enorme solidaridad de la mayoría de la población del país, respecto a Santa Cruz, reconociendo las condiciones que predominan en esta región respecto al país”.

Hablar de liderazgo político implicaría, para Börth, “reconocer a los dirigentes cruceños que encabezan la protesta. Y ahí no se percibe claridad. ¿Cuál es el rol, la proyección que tienen ellos? En el occidente difícilmente tendrán respaldo el gobernador Luis Fernando Camacho, quien ya se sometió a las urnas y le fue bien en su región y muy mal en el interior, y menos para los dirigentes cívicos. No creo que se haya reconocido un líder político cruceño”.

El resto del país ha asumido, para el analista, “que Santa Cruz es el nuevo crisol de la bolivianidad”. Los dos multitudinarios cabildos que se hicieron en el contexto del actual conflicto por el censo muestran este escenario, apuntó.

“Ha ocupado el lugar que tenía La Paz hace 40 años, aproximadamente. Eso consolida su posición de dirigencia nacional”. Pero lo que falta “es un líder. Hay un déficit, algo le impide a la élite cruceña, por el momento, proyectar un liderazgo nacional. Pero eso es algo temporal y será subsanado más temprano que tarde”, apuntó.

Para el politólogo Marcelo Silva, “indudablemente el desarrollo de las élites económicas y empresariales en Santa Cruz es asincrónico con el liderazgo político de esta región. Los empresarios tienen una visión clara que entienden que sus mejores aliados están en occidente y establecieron una buena relación con El Alto, La Paz, Oruro, y habla en formato nacional, los políticos cruceños no tienen claras las cosas”, manifestó. El paro “no se realizó con una visión nacional, principalmente de parte del gobernador y del presidente del Comité Cívico, tal vez sí del rector de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno (Uagrm), Vicente Cuéllar y el Comité Interinstitucional, que le dieron talla y sobriedad”, apuntó el experto.

Perfil

La “falta la conducción, eso sí tenemos que admitir”, dijo Pedraza. Santa Cruz tuvo dos presidentes: Germán Busch y Hugo Banzer. ¿Cómo debiera ser el perfil? “El liderazgo debe ser la representación de Santa Cruz, que hoy es un reflejo de lo nacional y debe interpretarlo. Usar una narrativa que integre al resto del país con un discurso que incluya a las visiones e intereses de Bolivia, que no divida, sino que unifique, que no fracture, sino que articule”, manifestó Pedraza.

Para Börth, el líder debe “pensar en el futuro de Bolivia, en el desarrollo del país en términos equilibrados y de igualdad. No pensar la construcción de un líder en función a un pequeño grupo, que pase a encarnar los intereses del conjunto del país. A la burguesía le falta proyectarse como el nuevo grupo social conductor de Bolivia.

Marcelo Silva dijo que debe ser una persona que nazca a los pies del emblemático Cristo Redentor, en Santa Cruz, pero que pueda llegar al país, “y de esta forma proyectar un liderazgo que armonice occidente y oriente, que sea preparado en lo personal y académico, no elitista”, subrayó.