El presidente Luis Arce decidió no trasladarse a la residencia presidencial de San Jorge, en la ciudad de La Paz. Todas sus actividades laborales las realiza en la Casa Grande del Pueblo. En Sucre, la segunda residencia quedó solo en papeles

4 de julio de 2021, 8:47 AM
4 de julio de 2021, 8:47 AM

Tres soldados están en la puerta principal de la residencia presidencial del barrio de San Jorge, en La Paz. Los militares custodian el inmueble que por dentro no vive el ajetreo que tenía hace tres años, cuando Evo Morales usaba la casa para realizar desde reuniones políticas hasta comidas en su jardín. Hoy, Luis Arce no pisa la residencia, que empieza a sufrir el descuido. En Sucre el panorama es diferente. El palacio de La Florida busca convertirse en museo.

Evo Morales, luego de ganar las elecciones de 2006, tenía dudas para radicar en la residencia presidencial. Luego de jurar a la Presidencia ese 22 de enero se trasladó a su departamento, en el cual tenía un contrato de anticrético. Pensó dos semanas para tomar la decisión de ir a vivir a la casa de San Jorge, aquella que habían ocupado presidentes como Hugo Banzer, Jaime Paz Zamora, Jorge Quiroga, Gonzalo Sánchez de Lozada, y Eduardo Rodríguez Veltzé. Su temor era que la residencia era vigilada por militares.

“Mis represores ahora me podían dar protección y seguridad”. Creo que después de dos semanas (en el cargo) por fin he ido a la residencia presidencial, pero con miedo, la primera noche no podía ni dormir”, recordaba Morales en una entrevista en 2018.

Eso no sucede con Luis Arce. El presidente no utiliza la residencia de San Jorge ni para realizar reuniones. El mandatario reside en su departamento de la zona de Miraflores con su esposa y no está en sus planes trasladarse a la casa presidencial. Todas sus reuniones las realiza en los salones de la Casa Grande del Pueblo.

La ministra de la Presidencia, María Nela Prada, no atendió las llamadas de este medio para conocer por qué el mandatario no ocupa el inmueble. Una fuente del Ejecutivo explicó que Arce prefiere residir en su domicilio y así evitar gastos por la estancia del presidente en la residencia (de San Jorge).

Son reuniones

La misma fuente confirmó que el jefe de Estado no pernoctó ni una sola noche en la residencia ni desarrolló reuniones en el inmueble. Ratificó que Arce tiene la Casa Grande del Pueblo como su cuartel laboral y que sus reuniones son en diferentes salones del nuevo edificio, inaugurado por Evo Morales en agosto de 2018.

El diputado Juanito Angulo, del Movimiento Al Socialismo (MAS), remarcó que es decisión del mandatario habitar o no la residencia presidencial. Sobre lo laboral, el legislador afirmó que en el edificio de la Casa Grande del Pueblo existen espacios para desarrollar reuniones.

“No usar la residencia presidencial puede ser parte de la política de austeridad que se anunció al inicio de gestión. Es una decisión del presidente (Arce) si usa o no la residencia, pero la Casa Grande del Pueblo tiene todas las condiciones para trabajar”, dijo Angulo.

En la oposición no ven relevante que Arce ocupe o no la residencia presidencial. El diputado Alejandro Reyes (CC) pidió conocer los gastos de mantenimiento del inmueble ubicado en la zona de San Jorge. “Si no se está ocupando (la residencia presidencial) se debería reducir gastos de mantenimiento, a diferencia de otras gestiones”, remarcó el asambleísta.

La residencia presidencial de San Jorge fue construida en 1975 en época de dictadura y a instrucción de Hugo Banzer Suárez. El inmueble fue ocupado por 17 mandatarios, los dos últimos Evo Morales y Jeanine Áñez. Carlos Mesa, al igual que Arce, no ocupó la casa presidencial en sus 20 meses de mandato.

Banzer fue el primer inquilino de la casa presidencial. Una vez entregada, surgieron una serie de rumores como el de la existencia de pasadizos subterráneos que la conectaban con otras viviendas. Se confirmó que existe solo uno, que une con la puerta trasera del inmueble presidencial.

Evo Morales fue uno de los presidentes que más utilidad le dio a la residencia de San Jorge. El exmandatario pernoctaba en el inmueble y desarrollaba reuniones con su entorno e invitados. Además, realizaba eventos deportivos y culturales en la residencia. También utilizaba el helipuerto para trasladarse al aeropuerto de El Alto o al centro paceño.

Áñez fue la última inquilina de la casa presidencial. Ahora, la residencia está vacía. Por fuera hay poca vigilancia militar, solo la bandera nacional está izada y por las noches todas las luces internas están apagadas. Solo trabaja personal de mantenimiento que se dedica a la limpieza de los espacios y el cuidado del jardín.

En el parqueo interno hay vehículos militares que no son utilizados y el estacionamiento externo no tiene la cantidad de motorizados parqueados como antes.

Residencia solo en papeles

En Sucre, el palacio de La Florida nunca albergó ni un presidente desde que fue decretado como segunda residencia presidencial en 2015 por Evo Morales. Ni el propio líder del MAS utilizó el histórico inmueble -a 4,5 kilómetros del centro de la ciudad de Sucre- porque su seguridad no autorizó la estadía del exmandatario cuando llegaba a la capital del Estado.

El histórico inmueble fue de uno de los millonarios más grandes que tuvo Bolivia: el expresidente Aniceto Arce. El palacio La Florida fue construido por el arquitecto Antonio Camponovo en 1870 para que la familia Arce pueda residir. Tiene 74 habitaciones, murales de estilo renacentista, escaleras, puertas y ventanas de pino ucraniano, túneles subterráneos y jardines edénicos.

En los hechos, el palacio de La Florida nunca recibió a un dignatario. Ahora está en camino de ser un museo y ya se ejecutaron dos fases para su instalación. En un principio era administrado por la Gobernación de Chuquisaca, pero por falta de recursos para su mantenimiento pasó a tuición de la Alcaldía de Sucre.

El Decreto Supremo 2372 establece al palacio como Casa Presidencial bajo tuición de la Gobernación de Chuquisaca y la Alcaldía de Sucre y “en el marco de sus competencias podrán implementar políticas públicas de mantenimiento, promoción, preservación, restauración y difusión de (este) bien inmueble”.

La exalcaldesa de Sucre Rosario López recordó que la intención de que el palacio de La Florida sea una segunda residencia presidencial “quedó en papeles” a pesar de que muchas veces, desde 2015, el exmandatario Morales llegó a la capital del Estado y no utilizó el inmueble. Solo hay registros de un almuerzo que ofreció el expresidente en la casona por las fiestas departamentales en 2015.

En la actualidad, el palacio La Florida espera la ejecución de la última fase para concretarse como un museo que dependa de la Alcaldía de Sucre.