Samuel y Manfred ‘guiñan’ a El Alto pero ven que su interés no es real
Doria Medina plantea cinco acciones para hacer de El Alto el ‘Silicon Valley’ de Bolivia. Y Reyes Villa llega a El Alto con promesas de hacer una Bolivia rica y pide a los alteños que dejen de ser escalera
Dos políticos con una larga trayectoria como son Samuel Doria Medina de Unidad Nacional (UN), y Manfred Reyes Villa de Súmate, vuelcan su mirada y llegan con promesas de mejores días para la ciudad de El Alto, que es el segundo municipio más grande del país.
¿El interés de ambos por generar desarrollo para los alteños es real?, preguntó EL DEBER al historiador y analista Pedro Portugal. El experto, en una rápida radiografía concluyó que no, que el apoyo de los alteños solo es apetecido por la coyuntura y el desencanto de esa población con el MAS y no por un real compromiso ideológico porque la esencia alteña va más allá.
Pero no son los únicos, desde la Alcaldía alteña, la burgomaestre Eva Copa también saca brillo a su armadura política, gesta el nacimiento de su propio partido: Morena, esperando el mismo apoyo que tuvo en 2021.
No obstante, los propios alteños ven escépticos esta nueva propuesta. Para los políticos de todos los colores, será un reto conquistar el carácter indomable y la lealtad de los alteños, el municipio más joven del país.
Las promesas políticas
El alcalde de Cochabamba, Manfred Reyes Villa dejó su ciudad el sábado 23 de noviembre para visitar la ciudad de El Alto y reunirse con sus seguidores que ensalzaron su presencia, le pusieron un collar de flores y dijeron que “el capitán Manfred” es la mejor opción para las elecciones generales de 2025. “¡Manfred, amigo, El Alto está contigo!”, gritaron sus seguidores hasta desgañitarse.
Manfred Reyes Villa se reunió con representantes alteños en busca de respaldos
Reyes Villa, que realiza un recorrido por todo el país para conquistar militantes por Súmate y juntar firmas para tramitar su partido ante el Tribunal Supremo Electoral (TSE), pidió el apoyo político de los alteños a quienes prometió que si le dan la oportunidad de ser presidente, Bolivia será un país rico.
“Queridos hermanos alteños ya no podemos seguir siendo escalera de ningún político. Escalera siempre ha sido El Alto, siempre han utilizado a El Alto (…) Lo que no han hecho desde 1825, desde la fundación de Bolivia, ahora lo vamos a hacer, vamos a ser un país rico, con gente con oportunidades, con gente con trabajo”, dijo Reyes Villa en su discurso.
Días atrás, el miércoles 20 de noviembre, el empresario y político, Samuel Doria Medina, también se presentó ante los empresarios, vecinos y organizaciones alteñas, y les planteó su propuesta “Soluciones para El Alto”, que es un conjunto de cinco compromisos de desarrollo económico:
“1. Convertir El Alto en el centro de desarrollo tecnológico de Bolivia, 2. Convertir a El Alto en una plataforma de comercio exterior; 3. Crear en El Alto el parque industrial más grande de Bolivia; 4. Convertir El Alto en una zona franca sin impuestos y 5. Estabilizar la economía, retornando los dólares en 100 días”, dice la propuesta de Doria Medina.
Samuel Doria Medina pretende convencer a los alteños con sus proyectos centrados en el emprendimiento
“Vamos a devolver a sus propietarios los depósitos en dólares que están atrapados en los bancos, porque la propiedad privada es sagrada, no se puede estafar a los bolivianos, quien depositó dólares recibirá dólares (…) los bonos sociales no se tocan, pues son un patrimonio de todos los bolivianos”, dijo Samuel ante los alteños.
Análisis
El historiador y analista Pedro Portugal destacó el rol de El Alto, como un municipio que se hizo a sí mismo, sin un respaldo estatal concreto y asume roles decisivos en momentos políticos históricos como “la guerra del gas” de 2003.
Además, es una urbe que acoge a miles de migrantes de todo el país, por lo que no se la puede encasillar desde un origen único como el MAS pretendió hacer las últimas dos décadas.
“El Alto contradice todos los esquemas que se conocen y se han dado sobre la población indígena y popular. El Alto es un centro que ha crecido por la migración aymara y de muchos departamentos que se han asentado en esta ciudad”, afirmó Portugal.
Señaló que esa simbiosis, construye un escenario político distinto en el que los actores que buscan el voto de los alteños, deben ir con planteamientos concretos de desarrollo económico ya que ésa es el interés primordial de El Alto, que deja en segundo plano el aspecto ideológico.
Para Portugal, el romance de El Alto con el MAS llegó a su fin, más con la pelea entre evistas y arcistas. “Esa relación está absolutamente rota. El Alto está fuera del alcance del MAS”.
Y mientras pasan por El Alto políticos en campaña, el grueso de la población sigue concentrada en sus actividades económicas.