La expresidenta padece de una infección urinaria. La discrepancia entre los médicos duplica los análisis, pero no permiten el traslado a un centro sanitario

22 de abril de 2021, 9:12 AM
22 de abril de 2021, 9:12 AM

La salud de la expresidenta Jeanine Áñez se deteriora mientras los médicos que la atienden debaten el traslado a un centro hospitalario para controlar la infección urinaria que padece. La familia de la exmandataria denunció este jueves que Régimen Penitenciario oculta el tratamiento médico que se le ha aplicado a Áñez, que está recluida en el penal de Miraflores desde hace varias semanas.

Tres médicos participaron en una pequeña junta médica en el Centro de Orientación Familiar de Miraflores para evaluar el estado de salud de la exmandataria. Por parte de Régimen Penitenciario, participó el médico Wílder Huanca; y a nombre de la familia asistió el médico de cabecera de Áñez, Favel Angles. A ellos se sumó el médico externo de la especialidad internista de Régimen Penitenciario, Ramiro Gutiérrez.

La reunión concluyó de manera abrupta ante la posición intransigente de Huanca, según la familia. De acuerdo al testimonio ofrecido por la defensa de Áñez, el médico del penal desconoció las sugerencias del profesional de cabecera que cuida del estado de salud de la expresidenta. Según el abogado, en todo momento, Huanca impuso su criterio sin ningún tipo de consenso con los otros participantes.

La hija de Áñez, Carolina Ribera, aseguran que se  oculta el tratamiento que recibe su madre en el penal. Además, denuncia que ningún miembro de la familia pudo participar de la junta médica que definió el tratamiento médico para la exautoridad.

Ante estas irregularidades, Áñez - a través de sus abogados- ha presentado un memorial ante el juez Cuarto de Ejecución Penal de La Paz para que se le facilite la información real del tratamiento médico al que está siendo sometida. Ribera lamenta llegar a estas instancias en un asunto tan delicado como la salud.

La familia de la expresidenta insiste en la situación de engaño en la que se encuentra la expresidenta puesto que se le aplica un tratamiento médico que “todos desconocemos”, afirma Ribera. El acceso limitado con que cuenta la familia y el médico de cabecera deja en un estado de indefensión a Áñez.

A eso se agrega la actitud del médico Huanca, quien suministra de manera arbitraria medicamentos a la paciente sin ningún tipo de control. “Mi madre siente dolores estomacales y malestares, estamos sospechando que pueda deberse a una intoxicación de medicamentos”, dijo Ribera. “Ella come poco y sano por su problema de la presión, no puede ser una infección alimenticia”, añade.

Además de esta acusación, la hija de la exautoridad observa la actitud persistente del Régimen Penitenciario que roza el hostigamiento. Cada vez que recibe la visita del doctor Angles, debe estar presente el médico del penal. A eso se agrega que cada análisis que realiza el médico de cabecera, se replica el mismo examen por parte del Inlasa, “aunque nunca nos han mostrado sus resultados”, manifiesta Ribera.