Se demora la elección de Defensor del Pueblo porque no hubo los 2/3

Luego de dos elecciones, y más de 12 horas de sesión, la Asamblea Legislativa declaró cuarto intermedio porque se empantanó la definición del nuevo Defensor del Pueblo ante la falta de los dos tercios necesarios.

La falta de consensos, un vicepresidente, David Choquehuanca, que no quiso ceder ni en la forma de votación, ni en temas de fondo. Al frente, la oposición que se mantuvo implacable en el pedido de subsanar los pasos para eliminar a los candidatos que según ellos son afines al MAS.

Dos candidatos fueron los más votados, uno de ellos tiene vínculos con el oficialismo, pero ninguno alcanzó los 109 necesarios para llegar a convertirse en el sexto Defensor del Pueblo y reemplazar a la interina Nadia Cruz. El primero, Pedro Callisaya Aro, es abogado y fue director nacional de Derechos Reales hasta febrero de este año; antes se desempeñó como Vocal de Tribunal Departamental de Justicia de La Paz.

Entre 2016 y 2017 fue Especialista en Derechos Humanos de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Oacnudh); mientras que entre 2010 y 2012 fue jefe Nacional de la Unidad de Servicios a la Ciudadanía en la Defensoría del Pueblo. En el proceso fue impugado tres veces por supuestos vínculos con el oficialismo.

Evelin Cossío Márquez viene de la actividad privada y no trabajó para el Estado, fue asesora de la Asociación Departamental de Productores de Coca (Adepcoca), hasta 2021, cuando dejó su cargo por diferencias con la actual directiva de esa entidad, asistió legalmente a todos los cocaleros que fueron aprehendidos por los conflictos con el Gobierno.

Porfirio Machado Guisbert, fue el tercero, pero con bastante distancia. Fue jefe nacional de asuntos jurídicos del Senasag, oficina que depende del Ministerio de Desarrollo Rural donde ingresó a trabajar desde 2021. Estuvo como expositor en distintas organizaciones rurales y según su hoja de vida, escribió 13 libros. La mayor parte de su trayectoria la desarrolló en instituciones de la ciudad de El Alto y la universidad de esa urbe.

Candidatos observados

La diputada de Comunidad Ciudadana (CC), Daly Santamaría, aseguró que su alianza no confía en los candidatos con antecedentes de haber sido funcionarios en los gobiernos del oficialismo porque “en el país para conseguir trabajo necesitas ser del MAS”.

La parlamentaria citó el artículo 66 de los estatutos del partido azul que hace mención que “no existe la figura de autoridades neutrales ni independientes en los cargos de designación”.

En respuesta, el jefe de bancada del oficialismo, Gualberto Arispe, dijo que existe dobles discursos por parte la oposición y propuso poner fin a las discusiones que duraron cinco horas.

Voto secreto y escrutinio

La Asamblea tuvo algunas diferencias para escoger la forma de votación. Inicialmente se presentaron dos propuestas: la primera planteada por CC que solicitó aplicar el voto nominal que consiste en llamar a cada parlamentario y que este emita su voto por un candidato de manera pública. La segunda estaba relacionada con el voto secreto y escrutinio, fue aplicada esta última.

Luego de más de cuatro horas de intervenciones, los parlamentarios solicitaron finalizar las discusiones. Esta proposición fue llevada a votación y se aprobó, cerca de las 17.00.

Choquehuanca intervino y ordenó que iniciara la votación, para ello se dispuso un área reservada donde los parlamentarios emitieron su voto secreto y se conformó una Comisión de Escrutinio.

La pequeña comisión electoral estaba conformada por seis legisladores, dos de cada fuerza política. Eva Luz Humerez y Héctor Arce (MAS), Daly Santa María y Saúl Lara (CC), Julio Romaña y Khaline Moreno (Creemos).

Minutos previos a estas decisiones, la oposición expresó su molestia y rechazó la “imposición”. La bancada de Creemos argumentó que no estaba clara la forma de votación y los parámetros de transparencia. Los legisladores se acercaron a la testera del presidente nato de la Asamblea para reclamar.

Por su parte, CC pidió una reunión con los jefes de bancada para decidir los aspectos de forma, incluso planteó que se habilite un ánfora por partido. Ningún planteamiento fue aceptado.

Luego de las tensiones, se inició la votación por departamentos. Las secretarías de la Cámara Baja y Alta llamaron a los 164 senadores y diputados. Uno a uno emitieron su voto.

Algunos se pronunciaron con frases como ¡viva Bolivia! o ¡viva la democracia!, pero fueron callados y se les pidió respetar el acto.
A la sesión asistieron 164 legisladores, faltaron dos. 128 diputados emitieron su voto, dos tenían baja médica. Todos los senadores se presentaron, es decir, en total 36 votos emitidos.
En la primera elección, Pedro Francisco Callisaya Aro obtuvo 65 votos, seguido de Evelin Patricia Cossio Márquez con 46, Porfidio Machado Gisbert 30, Claudia Andrea Calvo Campos dos, Rubén Julio Estrada Candia dos, votos blancos 18 y un voto nulo. Durante el escrutinio se contabilizaron 164 sobres.

El candidato elegido debía obtener 109 votos, pero ninguno alcanzó este requisito. El presidente nato del Legislativo decretó cuarto intermedio y se procedió a una segunda elección desde las 21:30.

En la segunda elección, Callisaya obtuvo 82 votos, Cossío 47 votos, Machado 11 y Chipana 1.

Informe y reinicio del proceso

Las críticas al informe de la Comisión Mixta de Constitución y las observaciones al proceso de elección del Defensor fueron el centro del debate. Los legisladores hablaron de la importancia de tener una autoridad proba sin filiación política y con independencia, mientras realizaban acusaciones entre las fuerzas políticas de tener candidatos favoritos.

El punto álgido del debate se centró en la fase conflictiva del proceso: las entrevistas a los postulantes en la segunda jornada. La alianza CC reiteró su descontento por la parcialización a ciertos candidatos y las intenciones “obvias y políticas” del MAS por sacar a otros postulantes como Marco Antonio Loayza Cossio.

Este candidato cumplió con nueve de los 10 criterios en la fase de méritos. Según su hoja de vida, tiene la experiencia de haber trabajado más de 10 años en la Defensoría del Pueblo, en cargos como consultor, responsable en derecho constitucional, jefe de gabinete y defensor adjunto de atención a la ciudadanía.

“En la última etapa nos hemos visto sorprendidos y hasta decepcionados con el trabajo que veníamos realizando porque no se estaba evaluando de manera objetiva y en igualdad de condiciones a los postulantes que se estaban presentando. Mi persona hizo referencia que debía revisarse las grabaciones para corroborar quién respondió bien, mal y quién no tenía propuestas”, refutó Gabriela Ferrel.

El MAS negó rotundamente la parcialización hacia ciertos candidatos y aseveró que el proceso contó con todas las garantías de transparencia. La diputada Betty Yañique recordó que todas las reglas de la selección del Defensor fueron consensuadas.

“Hemos cedido ante los pedidos de la oposición sobre las observaciones al reglamento. Eso es una muestra de voluntad política”, afirmó la oficialista.

Creemos por su parte dijo que una manera de sanear el proceso era volver a foja cero, es decir, revisar nuevamente las carpetas de los 198 postulantes, esto implicaba repetir todas las etapas del proceso.

También surgieron otras propuestas como revisar la segunda jornada de entrevistas y volver a hacer la evaluación de los candidatos. Ninguna oferta fue considera y sólo demoró la votación de candidatos.