La Policía que custodia el centro del poder político del país no actúo para evitar ni identificar a las personas violentas. Sucedió mientras se desarrolla la reunión entre Evo, los cocaleros y el presidente Luis Arce

20 de junio de 2022, 15:48 PM
20 de junio de 2022, 15:48 PM

La periodista Karem Mendoza, acreditada por EL DEBER en La Paz, fue agredida físicamente por un grupo de seguidoras del Movimiento Al Socialismo (MAS) a unos metros de la Casa Grande del Pueblo, uno de los edificios que tiene permanente vigilancia policial.

Una de las manifestantes, con la bandera del MAS en la espalda, se acercó con violencia a la periodista, la empujo hasta que el celular con el que estaba trabajando cayó al piso. En ese momento, otras seguidoras del partido gobernante se acercaron y la insultaron.  

La agresión se produjo en momentos en los que ella estaba registrando con su teléfono celular los gritos y amenazas del grupo de manifestantes del MAS contra dos personas que estaban cuestionando su movilización, explicó Mendoza, notoriamente afectada por el altercado.

Mendoza señaló explícitamente a sus agresoras que estaba siendo víctima de violencia, tal como quedó registrado en el video que ella misma grabó. Los efectivos de la Policía que estaban en el lugar no actuaron ante la agresión y se quedaron custodiando los accesos al edificio gubernamental.

Los seguidores del MAS tomaron las calles adyacentes a la Casa Grande del Pueblo para expresar su respaldo al presidente Luis Arce, al vicepresidente David Choquehuanca y al líder del partido, Evo Morales.

Morales y varios dirigentes del trópico de Cochabamba llegaron a La Paz para conversar con el presidente Arce sobre sus proyectos de desarrollo y otras demandas en curso de atención.

Sobre el acto de agresión contra la periodista de EL DEBER, la diputada Gladys Quispe (MAS) cuestiona a la prensa. "Lamentablemente ese es el efecto que está surtiendo que durante el golpe de Estado estos hermanos no fueron escuchados por la prensa nacional, quien cubría las irregularidades y las violaciones contra los derechos humanos fue la prensa internacional, por lo que queda una especie de recelo", le dijo a la propia agredida, que solo estaba haciendo su trabajo (registrando con su teléfono un acto de violencia).