Solo 46 legisladores llegaron este viernes a la ciudad de La Paz para tratar la ley que coadyuva el tratamiento del coronavirus. Los 70 que estaban en video conferencia no lograron intervenir.

17 de abril de 2020, 18:43 PM
17 de abril de 2020, 18:43 PM

Víctor Borda salió molesto del hemiciclo. El diputado del Movimiento Al Socialismo (MAS) no considera justo que una cantidad de legisladores busque la forma para llegar a La Paz, donde debían sesionar, y otros lo hagan desde sus casas de forma virtual. Fue el único que pidió descuentos para los que no lleguen a la sede de Gobierno en medio de la cuarentena. 

Esta mañana la Cámara de Diputados intentó sesionar de manera presencial y, con la ayuda de la tecnología, se contactó con otros asambleístas que solo sirvieron para lograr el quórum reglamentario, ya que no pudieron intervenir.

Los diputados abordaron el proyecto de ley que pretende coadyuvar en las tareas para frenar el coronavirus en Bolivia. El debate fue intenso entre los al menos 46 diputados asistentes, que incluso se olvidaron de la crisis sanitaria y cruzaron acusaciones políticas. En el hemiciclo se dijeron desde "hierba mala nunca muere" hasta  que Jeanine Áñez "no es la presidenta de Bolivia". 

Por momentos los gritos hacían recuerdo a esas sesiones intensas cuando Evo Morales era presidente. Casi todos pidieron la palabra, pero no se dejó intervenir a los que estaban conectados de manera virtual.

"Resalto el esfuerzo que hacen los compañeros colegas en sus regiones al conectarse de manera virtual. Quiero agradecer a los hermanos técnicos que hicieron los esfuerzos para poder realizar esta sesión (…) Quisiera dar la palabra a los 70 (legisladores) que la piden en este momento, pero entenderán que nos podemos quedar hasta mañana y podemos romper la cuarentena", detalló el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Choque (MAS).

Borda llegó a La Paz manejando su vehículo desde Potosí. Por eso hubo molestia, ya que la sesión entró a cuarto intermedio hasta el lunes siguiente y ahora los diputados deben permanecer en La Paz el fin de semana. Algunos no tienen un lugar para hospedarse. Es por eso que Borda planteó que los 46 que participaron de manera presencial puedan hacer de forma virtual la sesión que sigue. No logró efecto.

"Esto va también para aquellos que viajaron por todo el mundo con la plata de esta Asamblea y ahora no vienen. Entiendo la bronca de la población, pero no es justo que todos entremos en la misma bolsa. Acá hay gente que trabaja y propone. Todos nos conocemos y da pena que los propios diputados que no vienen hagan show a través de las redes sociales. Parecería que hay algunos que estorbamos y que no quieren fiscalización, pero la corrupción sea azul, verde o amarilla, la vamos a denunciar. Ahora hay otros 'llunkus' detrás de las computadoras para hacer guerra a este Congreso", protestó la diputada Claudia Mallón.    

Así empezó la guerra verbal contra los diputados que no llegaron a La Paz y que tampoco se conectaron. Borda dio un nombre y apellido. Se refirió a Tomás Monasterio (UD), quien pidió la renuncia de Choque por entregar equipos de bioseguridad a los legisladores y que al final fueron donados al sistema de salud. "Que venga el diputado Monasterio y me diga en mi cara. No hay ética, que venga y trabaje", reclamó.

Monasterio es candidato a senador por Santa Cruz con la alianza Juntos, que postula a Jeanine Áñez. El legislador afirmó que donó el 100% de su salario para el banco de alimentos que creó en Santa Cruz y pidió el mismo desprendimiento de sus colegas.

La diputada Rose Marie Sandoval (UD) prefirió no entrar a esa pelea y solo exigió la presencia física de los asambleístas en las futuras sesiones. Ella explicó que tuvo que quedarse en La Paz a trabajar desde hace dos semanas y que dejó a su familia en la capital cruceña.

Los diputados Amilcar Barral, de Unidad Demócrata (UD), y Juan Quispe, del MAS, se lanzaron dardos indirectamente mientras intervenían. El primero les dijo a muchos del MAS que "hierba mala nunca muere" y no se olvidó del conflicto en el trópico de Cochabamba. "Ya sabemos que hay detrás y por qué no quieren que haya policías en Chapare". Quispe no quiere aceptar que Jeanine Áñez es la presidenta de Bolivia. La llama "golpista" y justificó la expulsión de policías de Shinahota. "Será pues tu Jeanine", dijo a Barral.

Así transcurrió la sesión, que duró cerca a seis horas y que se declaró en cuarto intermedio. En ese tiempo solo una diputada pudo intervenir, pero su alocución fue cortada y no habló ni un minuto. Los demás 69 pedían la palabra, pero no se les dio. Al final, risas y buen trato. La política los divide en la sesión, pero la amistad los une saliendo del hemiciclo.