A poco más de cuatro meses a la cabeza del Ministerio de Salud, Aníbal Cruz confiesa que duerme poco ante la amenaza del coronavirus. Habla sobre los reactivos, los laboratorios que se van a implementar, el plan para dar la cara a la pandemia y una posible vacuna

29 de marzo de 2020, 7:47 AM
29 de marzo de 2020, 7:47 AM

Cuando el 14 de noviembre lo posesionaron como ministro de Salud de un Gobierno de transición que solo debía durar algunos meses hasta llamar a nuevas elecciones, no imaginó que sería el protagonista de una lucha sin cuartel. El enemigo no es político ni social, como se podría haber imaginado. El adversario es invisible, casi letal y tiene atemorizados a médicos y civiles: en el mundo lo conocen por la sigla Covid-19.

Reconoce que el coronavirus se cobró vidas de profesionales de salud en Asia y en Europa, que el peligro está latente...  pero, si los profesionales de salud se retiran ante la enfermedad, ¿qué va a ser de los pacientes? Se pregunta él mismo.

En esta entrevista Aníbal Cruz aclara muchas dudas y plantea, entre otras cosas, que cuando los centros de salud ya no sean suficientes implementarán albergues, que se va a ampliar el procesamiento de las pruebas de coronavirus a centros en Sucre, Tarija y un segundo en Santa Cruz (hospital de El Remanso), y que no están mezquinando las pruebas para Covid-19, sino que ha habido una mala interpretación, pues no se puede practicar una prueba en un asintomático, porque aunque esté enfermo igual va a dar negativo. 

-Cuando asumió el cargo a la cabeza del ministerio de Salud, ¿imaginó que se le vendría una pandemia encima? ¿cuántas horas está trabajando al día?

Por la época esperábamos endemias como el dengue, sin embargo, el coronavirus resulta ser una sorpresa. Nos preparamos para influenza, lo que quiere decir que próximamente estaremos teniendo lo que en epidemiología se llama sindemia, es decir, la conjunción de tres epidemias: una que está pasando, que es el dengue; el coronavirus que ha azotado al mundo y por último, lo que nos preocupa es la influenza. Nos preocupa porque esta nos va a confundir con el coronavirus.

Efectivamente el sacrificio es grande, porque si bien no dormimos por la preocupación de los casos que se están presentando en el país, trabajamos desde las 6:00 hasta altas horas de la noche para poder responder a todos los requerimientos de salud para fortalecer y reestructurar nuestro ministerio de Salud que durante 14 años se dedicó a hacer política y no políticas de salud

-¿Ha tomado contacto en persona con un paciente positivo de Covid-19?

Hemos tenido los cuidados respectivos al estar de cerca con los pacientes guardando la debida bioseguridad. Pero quiero decir a la población que si bien el Covid-19 es una enfermedad de alta transmisibilidad, también tiene una mortalidad mínima, en muchas personas pasa como un resfrío común. Solo en pacientes que tienen inmunodeficiencia termina siendo un problema grave de salud.

-¿Tienen los médicos motivos para temer entrar en contacto con los pacientes de coronavirus? En el mundo muchos profesionales de salud han caído víctimas de la pandemia… ¿qué les dice?

Indudablemente la preocupación y la 'infoepidemia' que estamos viviendo atemoriza no solo a la población, también a los médicos que se quejan de falta de bioseguridad. Al factor de protección y prevención para atender a los pacientes se le debe sumar el compromiso de atender. No somos inmunes, somos humanos y sabemos que el bien que estamos haciendo por el paciente puede ser dañino para nosotros, pero si tenemos los cuidados de bioseguridad que tanto transmitimos a la población todo estará bien. En Europa mucho personal sanitario ha sido contagiado. Sin embargo, si nosotros los trabajadores de salud nos retiramos ante la enfermedad, ¿qué sería de nuestros pacientes?

-¿Con cuántos médicos y personal de servicio de salud afrontará Bolivia la pandemia? ¿Es suficiente? ¿Ya han considerado contratar médicos jubilados, estudiantes, auxiliares del país o de otros lugares?

Tenemos médicos en el sistema privado, en el sistema público y en el sistema de la seguridad social. Tendríamos que contar con todos, sin embargo, hemos entrado a trabajar en diferentes líneas de acción, por ejemplo, estamos trabajando con los profesionales de Telesalud, los del bono Juana Azurduy y del programa Mi Salud, con contratos temporales y también con todo el personal de planta.

No se ha pensado en contratar a médicos jubilados porque creo que tenemos que cuidarlos por ser adultos mayores.

Pero antes que nada, no olvidemos que una gran parte de los pacientes es atendida en aislamiento en domicilio, solamente el 15% requiere hospitalización y el 5% terapia.

Si no son suficientes los médicos especialistas estamos viendo de capacitar gente, por ejemplo, un subespecialista se puede capacitar y puede manejar aquello.

-Mucho se ha hablado de los reactivos, en el mundo ya están escaseando… ¿Cuántos tiene Bolivia y cuántos se proyecta que se vayan a necesitar en esta pandemia?

Hemos tenido una primera línea de acción con reactivos de laboratorios acreditados, pero estábamos conscientes de que estos laboratorios en algún momento, por el elevado número de demanda de pruebas, iban a verse sobrepasados. Tenemos la cantidad suficiente de reactivos para responder a la pandemia y además, estamos viendo de adquirir más.

La saturación de los tres laboratorios oficiales (Cenetrop, Inlasa y el del Sedes de Cochabamba) nos ha llevado a hacer una resolución que permita ampliar a otros laboratorios y que se puedan hacer pruebas rápidas con la certificación de la FDA (Administración de Medicamentos y Alimentos de EEUU). La idea es que un positivo que emitan estas pruebas rápidas sea refrendado por nuestros laboratorios de referencia con el otro sistema.

-¿Cuál es la política para el uso de los reactivos? La población tiene la sensación de que se los mezquina porque solo los aplican en casos extremos… Para dar un ejemplo, hay más de 10 médicos en Copacabana que se han autoaislado por haber entrado en contacto con un caso positivo y hasta ahora no les hacen llegar los insumos para realizarles las pruebas.¿Por qué pasa esto? ¿Es porque son muy pocos los reactivos que tenemos?

Este es un tema de interpretación. Si yo soy contacto de un paciente enfermo de coronavirus y estoy asintomático, la prueba va a salir negativa; entonces no es necesario hacer el examen de laboratorio porque va a dar negativo. ¿En quiénes se debe tomar la prueba? Que la población entienda que no es mezquindad del sistema, solamente se debe tomar en un caso sospechoso. ¿Y quién es sospechoso? Un paciente que tiene los síntomas de la enfermedad que provenga de la zona de donde hay la enfermedad o que haya tenido contacto con un paciente positivo. Solo ese es el paciente al que se le debo tomar. Por eso es que la población malinterpreta que se está mezquinando el uso de los reactivos para laboratorios.

-Tres laboratorios en el eje troncal es muy poco para afrontar esta pandemia, más aún ahora que el virus ha iniciado su ascenso en la curva de casos… ¿Cuántos más se va a habilitar? ¿En dónde? ¿Han considerado utilizar pruebas más rápidas?

Se ha establecido la habilitación de laboratorios en el sector público, privado y de la seguridad social. Se ha hecho además la aprobación del laboratorio de la Policía y en tres centros más: en Sucre con el hospital San Pedro Claver, el hospital El Remanso en Santa Cruz y el laboratorio del Sedes de Tarija.     

-¿El seguimiento epidemiológico es igual en todos los departamentos?

Hemos centralizado, a través del Ministerio, una línea que da los valores y números exactos oficiales para todo el país. Tenemos una central y una hoja de ruta que seguimos. Primero hacemos la verificación de los datos de los laboratorios privados y públicos que van a ser centralizados en el SNIS (Sistema Nacional de Información en Salud). Todo ese sistema va a un programa de la OPS que permite centralizarlo en la Dirección de Epidemiología y en el SNIS del ministerio. Así podemos hacer un recuento y seguimiento, y transmitir a los diferentes departamentos para que ellos hagan el seguimiento de sus pacientes y contactos.

-¿Usted cree que Santa Cruz lidera en casos con coronavirus porque hay más indisciplina o porque hay mejor capacidad de detección de casos?

Santa Cruz ha estado manejando disciplinadamente, pero la actitud de tres pacientes de diferentes lugares ha ocasionado que la enfermedad se disemine en contactos locales, por eso es que actualmente está liderizando en número de casos. Los contactos que ha habido han sido masivos porque han estado en lugares de concentración. Por eso la desesperación que tenemos de recomendar las medidas extremas que la presidenta ha tomado.

-¿Realmente cree que en los departamentos que no han registrado casos de Covid-19 es porque efectivamente no los hay? ¿No será que no han logrado detectarlos?

Son pocos los departamentos que quedan sin tener casos, indudablemente, por como va el comportamiento epidemiológico, en cualquier momento puede cambiar esa situación.

-¿Cuándo proyecta el ministerio que le veremos la faceta más despiadada al coronavirus?, ¿Cuánto durará la pandemia?

No sabemos. Sin embargo, tenemos que decir que, con medidas drásticas, seguras, podremos contener o disminuir el elevado número que se proyecta. En el mundo tenemos una proyección de multiplicación porque este virus es altamente transmisible, cuando hay contacto con paciente enfermo se multiplica por cuatro, entonces, las proyecciones nos llevan a elevados números, desesperanzadores, sin embargo, la radicalidad en las medidas va a hacer que estos números no sean de esta manera.

-Cuando los hospitales no sean suficientes, ¿a qué lugares se ha pensado recurrir?

Se ha visto que el aislamiento en domicilio, por las características y costumbres del boliviano, se ha hecho muy difícil, porque muchos viven en hacinamiento y para esa primera etapa hemos visto que es mejor que estén en centros médicos y cuando estos se vean rebasados utilizaremos albergues.

-¿Cuánto dinero se ha proyectado gastar para hacer frente a este monstruo de la pandemia?

No tenemos un presupuesto fijo para esto, así dice el decreto. El impacto económico de esta pandemia va a requerir una inversión millonaria que no hemos descartado. No hemos visto un cálculo, pero sepan que vamos a poner todos los recursos necesarios.

-¿Con quién están haciendo convenios internacionales para conseguir equipamiento como mascarillas, camas, carpas hospitalarias, camillas, respiradores, tubos de oxígeno, material antiséptico?

Todos los países del mundo nos están colaborando. Así como el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo, la Corporación Andina de Fomento, y contamos además con el apoyo incondicional de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

-¿Cómo está funcionando el ingreso de insumos médicos por nuestras fronteras?

Tenemos varios mecanismos, indudablemente nos hemos visto restringidos por el tema de los vuelos y el cierre de nuestras fronteras, pero estamos en uso de las Fuerzas Armadas y la aerolínea nacional, estamos agotando todos los mecanismos para que no falten los insumos.  

-Si la vacuna -o el tratamiento- está lista en ocho meses, ¿qué se hará para conseguir que esté en Bolivia?

Veremos toda la posibilidad de ser los primeros en tenerla para evitar que nuestra población sufra.

-¿Qué posibilidades hay de que nuestra diplomacia se contacte con Francia, que ya ha probado un tratamiento? ¿Podría aplicarse en Bolivia?

Estamos en constante comunicación, pero un tratamiento debe ser probado cuando la OMS lo manifieste oficialmente y dé la dosis y el medicamento que se debe utilizar.