Las últimas tres mujeres víctimas de feminicidios fueron asesinadas por sus exparejas. Todos actuaron por celos

10 de abril de 2022, 4:00 AM
10 de abril de 2022, 4:00 AM

Pamela, Valeria y Wilma tenían algo en común: sueños, metas, ilusiones, familias y amigos que las querían. Ellas tenían muchos proyectos de vida, una alegría por una vida renovada y plena. Todos esos proyectos de vida fueron matados por feminicidas que no querían que sus exparejas vivieran en libertad.

Wilma Fernández Quispe era administradora de empresas, profesión que logró ejercer en Europa. Desapareció el 22 de marzo. Ese día salió de su casa ubicada en el barrio Bajo Llojeta de la ciudad de La Paz rumbo a la Universidad Católica Boliviana. Luego fue al centro paceño y se reunió con su expareja: esa jornada perdió la vida y su cuerpo fue hallado camino a  Yungas de La Paz.

Dos días antes de su muerte utilizó sus redes sociales para exhibir la felicidad que tenía por reunirse con sus amistades. Subió un video en la que se la ve bailando cumbia. Wilma vivía en Londres, Inglaterra, y estaba en La Paz para completar algunos trámites universitarios y porque se recordaba un año del fallecimiento de su padre.

Wilma, según sus amistades y familiares, era una mujer alegre y trabajadora. Su intención era retornar a Europa para seguir con su carrera, aunque años pasados había trabajado en España en labores al margen de su profesión. El 22 de marzo ya nadie supo de ella.

En su domicilio

Tras el allanamiento a un condominio ubicado en la zona sur de La Paz, lograron recabar evidencias de que Wilma fue victimada por el autor confeso del feminicidio, un hombre de 27 años de nombre Hashiro Hayakahua. Según la Policía este sujeto la habría asesinado por motivos pasionales y económicos; sin embargo, la investigación sigue en curso, tras hallarse ciertas irregularidades y la posible actuación de un cómplice en el traslado del cuerpo.

El cadáver de Valeria Mercado fue hallado el último día del mes de marzo de este año en una casa de la zona de Los Rosales de la ciudad de La Paz. Su cuerpo estaba inmerso en un tanque de agua. La Policía Boliviana aprehendió a su expareja José Luis Almanza Frontanilla, de 27 años, que -según las autoridades- actuó con saña y planificó el crimen.  

Valeria llegó a La Paz con su hijo el 6 de marzo desde Cochabamba para encontrarse con su expareja. Dos días después, ambos se dirigieron a una casa en la zona de Chicani; sin embargo, el 10 de marzo la pareja tuvo una pelea y el hombre la mató y ocultó su cuerpo en un tanque de agua. 

Con los feminicidios de Wilma y Valeria la cifra de asesinatos de mujeres asciende a 23. Según estos datos, cada cuatro días una mujer muere en el país por violencia machista. El año pasado, en el primer trimestre, 31 mujeres fueron asesinadas.

Pamela fue degollada en Potosí por su expareja Oswil Josué Fhillco, que ahora está detenido en Argentina, donde huyó con ayuda de su madre. Pamela tenía un hijo de tres años. Semanas antes de su asesinato decidió separarse de su pareja. Ella había encontrado un trabajo y con su primer salario se había comprado un ropero y cosas para su hogar. Ella quería independizarse y continuar con su vida. No lo pudo.