Tarija: Comerciantes lo perdieron todo por desborde de quebrada y hay tres casas en riesgo de colapsar
El jefe de la Unidad de Gestión de Riesgos (UGR) de la Alcaldía, Álvaro Baldivieso, informó que de tres a cinco viviendas son las más afectadas por la humedad y existe el riesgo de que sus paredes cedan.
Doscientos comerciantes son los damnificados por el desborde de la quebrada Víbora Negra que se produjo el domingo, 3 de noviembre, en plena feria que organizan cada domingo en la ciudad de Tarija.
A esto se suma el riesgo de que al menos tres casas puedan colapsar debido a que sus paredes se humedecieron por las inundaciones.
"Lo perdimos todo, el agua se llevó nuestra mercadería. Fue un desastre total", dijo Gisela Miranda, presidenta de la Feria que se realiza sobre el embovedado de la quebrada Víbora Negra.
EL DEBER constató la desgracia que sufrieron los comerciantes y los vecinos que viven en la zona a causa de un turbión y el posterior desborde que arrasó con los puestos de venta e inundó casas.
Su mercadería se convirtió en basura que era recogida por personal de la Entidad Municipal de Aseo (EMAT) entre el lodo.
La parte más afectada fue a la altura de las calles General Trigo y Colón por donde pasa el embovedado construído en la gestión del extinto alcalde Óscar Zamora Medinaceli.
Personal de la Alcaldía limpiando y arreglando las vías
Ramiro Velásquez, vecino afectado del barrio Abaroa, relató que el desborde les tomó desprevenidos a su familia y se vieron obligados a subir al techo por el ingreso de gran cantidad de agua a su vivienda que inundó las habitaciones.
"El agua más o menos llegó a más de 1 metro y medio de altura. Nos quedamos casi sin nada de nuestras pertenencias y ahora esperamos que las autoridades edilicias nos ayuden como se comprometieron anoche", expresó Velásquez.
Vladimir Guerrero, es otro de los damnificados, dijo que la quebrada colapsó a la altura del Tobogán y después todo el agua recorrió por el embovedado llevando todo a su paso.
Por su parte, José Luis Vaca, ingeniero y vecino del barrio San Roque, pidió a las autoridades edilicias a diseñar un nuevo proyecto para reforzar la plataforma del embovedado, controlar el cauce en la parte alta y mejorar el sistema de drenaje para evitar otra situación similar.
Vaca indicó que esta es la tercera vez que se desbordó la quebrada y antes se registró hace 15 años la segunda y 30 años la primera.
Los comerciantes damnificados demandan la solidaridad de la población y de las instituciones estatales. "Pedimos la colaboración para que nos ayuden y también queremos solicitar a la ASFI que nos reprogramen nuestros préstamos con las entidades bancarias porque nos quedamos sin mercadería para vender y pagar las deudas", dijo Gisela Miranda en medio de lágrimas junto a otras afectadas.
Por otro lado, el jefe de la Unidad de Gestión de Riesgos (UGR) de la Alcaldía, Álvaro Baldivieso, informó que de tres a cinco viviendas son las más afectadas por la humedad y existe el riesgo de que sus paredes cedan.
Agregó que con el apoyo de efectivos militares se busca liberar la carga para evitar el desplome.
El agua ingresó a varias viviendas