Tierra, botín político y económico

Al mes se registran 26 denuncias por tráfico de tierras y avasallamientos, informó a fines del año pasado el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, enfatizando en la reducción de esta problemática, a diferencia de otros años. Ejemplificó que en 2017 se anotaron 580 denuncias, y 230 en 2022.

Sin embargo, la violencia e impunidad con la que ocurren estas tomas de tierras, especialmente en la provincia Guarayos, va subiendo el volumen, y en ocho meses los conflictos ya dejaron tres muertos, dos en Santagro, en marzo de este año, y uno hace poco, en los enfrentamientos en Pailitas, zona Las Londras.

Los involucrados en este último hecho fueron identificados, se trata de las mismas personas que hace dos años atacaron a periodistas y policías, también en Las Londras, que forman parte de la organización Interculturales de San Julián, y que permanecen en libertad.  

Pero además de Guarayos, en el Choré hay una problemática similar, con presencia armada incluida, como arrojó una investigación de EL DEBER, y se confirmó con los incendios forestales, ya que los bomberos no pudieron entrar.                             

Otro punto con fuerte presión sobre la tierra es la macrorregión chiquitana, donde en 2021 EL DEBER también constató avasallamientos en el área protegida municipal Bajo Paraguá.   

La realidad muestra que los avasalladores prefieren las TCO, reservas forestales y áreas protegidas, donde además ocurren los incendios. “Este tema de grupos armados nos reclama que hay un problema de seguridad nacional, y ausencia de Estado”, dijo Alcides Vadillo, de Fundación Tierra.

Guarayos, el epicentro:

Toma con violencia y con armas

En la provincia Guarayos ya se reportaron heridos varias veces.

8

 Enfrentamientos armados se reportaron entre 2021 y 2023

3

 Fallecidos, dos en la pelea por Santagro, uno por el caso Pailitas.

15

 Años de toma de tierras, con agravamiento hace tres años.

40%

 De la tierra cruceña es para agropecuaria, dice Informe de Cipca.

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