Tras persecución, el Gobierno cierra mercado paralelo de coca
La sede que la Policía defendió en 2022, ayer fue rodeada por efectivos para hacer cumplir una orden del Gobierno: la clausura del mercado de Villa El Carmen
Después de que el Gobierno lo defendió y que la justicia emprendió una embestida en contra de los dirigentes cocaleros que lo quemaron el año pasado, este martes la Dirección General de Coca e Industrialización (Digcoin), dependiente del Gobierno, clausuró el mercado paralelo de coca de Yungas, que funcionaba en Villa El Carmen.
“Se comunica a los productores al detalle y comerciantes detallistas de la hoja de coca, que a partir de la fecha los sellos de salida en la hoja de ruta se los realizará únicamente en el mercado de coca autorizado, ubicado en la calle Arapata, debiendo tomar las respectivas previsiones”, dice el comunicado de Digcoin.
Este mercado paralelo que fue promovido por el dirigente afín al MAS, Arnold Alanez, provocó una guerra con el mercado de Villa Fátima, este dirigente adquirió las instalaciones de una unidad educativa que dejó de funcionar en la calle 1 de Villa El Carmen, y vendió coca desde el 19 de junio del año pasado.
La Ley general de la Coca solamente reconoce un mercado legal en La Paz, y es el de Villa Fátima. Durante más de un mes, los dirigentes del mercado legal ubicado a una cuadra de la plaza del Maestro se enfrentaron con la Policía que defendían los predios de Alanez.
El presidente de Adepcoca, Erlin Pari, sorpresivamente, llamó a la unidad de los cocaleros e invitó a sus “compañeros” a vender su producto en Villa Fátima.
Por la noche, el dirigente Alanez llegó a la sede de Villa El Carmen, pudo ingresar al mercado sin que ningún policía opusiera resistencia, y no dio declaraciones.
El 9 de septiembre de 2022 el mercado paralelo fue tomado por Adepcoca tras romper el cerco policial, los dirigentes procedieron destrozar y luego quemar el edificio.
Después de ese hecho, comenzó la persecución policial, fiscal y judicial, avalada por el Gobierno en contra de los cocaleros.
Detuvieron a varios, pero el caso más sonado fue el del dirigente César Apaza, quien fue brutalmente golpeado durante su detención. Apaza fue a dar a Chonchocoro, donde sufrió un accidente cerebro vascular.
Luego de que el Defensor del Pueblo se pronunció a su favor, lo volvieron a trasladar a San Pedro. Desde allí, denunció a sus compañeros, quienes supuestamente canjearon su libertad por la suya. Ahora todo cambió.
