Además del BO1 se descubrió la existencia del BO20, que fue implementado en una tercera red a pedido de algunos vocales asesorados por un informático que no figura en contratos. Información del TREP fue transmitida a este servidor, pese a que ninguna entidad de la OEP lo controlaba.

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4 de diciembre de 2019, 23:04 PM
4 de diciembre de 2019, 23:04 PM

Un segundo servidor oculto (BO20) fue detectado por el Análisis de Integridad Electoral de las Elecciones Generales en Bolivia, realizado por la Organización de Estados Americanos (OEA), cuyo informe final se conoció el miércoles por la noche. El domingo 20 de octubre, día de la votación en el país, tras la interrupción de la Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP) el flujo de la información de transcripción fue redirigido nuevamente al servidor denominado BO20, que no pertenecía ni era controlado por ninguna entidad del Órgano Electoral Plurinacional (OEP).

 “La gravedad de esta situación aumenta al ser un hecho esencial que no figura en los informes que entregó el tribunal, y todos los actores omitieron su existencia hasta ser detectado por los peritos auditores de OEA. Cuando fue consultado tras este hallazgo el responsable técnico de la DNTIC reconoció saber de la existencia de este servidor (BO20) y alegó no ser quien dispuso ese cambio de flujo, aclarando también que no era él quien lo controlaba”, revela el informe final de la auditoria de la OEA.

El servidor BO20 (IP 18.220.48.51) fue implementado en una tercera red y ocultado al equipo auditor de la OEA desde su arribo a la ciudad de La Paz, omitido en todos los informes y no mencionado por los técnicos entrevistados hasta su detección. “En un proceso de análisis de tráfico, los peritos auditores de la OEA pudieron obtener evidencias concretas respecto a esta segunda manipulación de la topología de red perteneciente a la infraestructura tecnológica del TREP”

De acuerdo con el documento, el servidor BO20 fue implementado en una red Amazon por decisión de los vocales del TSE, en ausencia de Antonio Costas, asistidos por un asesor informático que fungió como oficial de seguridad de información del OEP mientras duró el proceso electoral. “Al igual que en el caso del servidor BO1, no se poseían en el servidor BO20 medidas tendientes al resguardo y aseguramiento de la evidencia (por ejemplo, logs). Pese a las condiciones imperantes respecto al servidor citado, se procedió a analizar los logs que estaban bajo control de la empresa auditora Ethical Hacking y los que residían en los servidores pertenecientes a la red del TREP”, indica.

Los expertos de la OEA, que realizaron el informe tras firmar un acuerdo con el Gobierno del expresidente Evo Morales, lograron obtener evidencias que permiten aseverar que se empleó dicho servidor (BO20) para la transcripción y verificación de actas, así como para el flujo de otros datos asociados provenientes del TREP.