Los expertos en diplomacia coinciden que el Gobierno solo obtuvo apoyo de países afines. Creen que “usan como trofeo” a Jeanine Áñez para imponer su discurso

19 de octubre de 2022, 4:00 AM
19 de octubre de 2022, 4:00 AM

El 20 de octubre se cumplen tres años de las fallidas elecciones de 2019 que provocaron 21 días de paro y en consecuencia la renuncia de Evo Morales. Los expertos en diplomacia coinciden que Bolivia fracasó al intentar instalar el discurso de golpe de Estado en el exterior, sobre todo, por el último informe estadounidense que avala el documento de la Organización de Estados Americanos (OEA) donde afirma que hubo “graves irregularidades”.

“El uso de la propaganda oficial para repetir la falsa narrativa del golpe de Estado ha servido dentro de Bolivia. En el exterior, la campaña del gobierno fue un fracaso, porque la evidencia del fraude auditado por la OEA, con el respaldo de la Unión Europea, el Centro Carter y hace pocos días por un informe de peritos electorales independientes han demostrado en la región y en el mundo, que sí hubo fraude electoral, que el candidato Evo Morales era ilegal”, sostuvo el diplomático y exagente de Bolivia ante la OEA, Jaime Aparicio, en una entrevista escrita con este medio.

El jurista recordó que el expresidente Evo Morales fue candidato en 2019 aún cuando el referéndum de 2016 había exigido la no reelección y que el líder del MAS argumentó que era su derecho político repostularse, aunque años más tarde la Corte Interamericana de Justicia determinó que la reelección indefinida no es un derecho.

Por su parte, el internacionalista Francisco Solares señaló que los diplomáticos bolivianos defienden ante el mundo una posición política “falsa y sin éxito” porque no refleja la realidad de los hechos ocurridos en 2019.

“Los embajadores lo único que han logrado conseguir es el apoyo de algunos gobiernos que son aliados ideológicos, pero el embajador de Bolivia ante la OEA no ha tenido ningún éxito con posicionar el discurso de que en Bolivia hubo golpe de Estado porque hubo un pronunciamiento de parte de la Unión Europea sobre la sucesión constitucional y un vacío de poder”, explicó.

Solares calificó de “infructuosa” la labor de la Cancillería al dar instrucciones a los 35 embajadores para que traten de defender y posicionar el discurso de golpe. Asimismo sostuvo que los juicios contra la expresidenta Jeanine Áñez “son usados por el Gobierno como un trofeo” para hablar de golpe aunque estos procesos tampoco benefician a las víctimas de las masacres de Senkata y Sacaba, quienes más de una vez han denunciado el uso político de su imagen y falta de justicia.

El cuestionamiento al trabajo de los embajadores y al manejo de la política exterior han provocado que Comunidad Ciudadana (CC) inicie el trámite de interpelación al canciller Rogelio Mayta ante la Asamblea Legislativa para que explique por qué Bolivia apoya a estados que violan derechos humanos.

Informe de Estados Unidos

El 29 de septiembre se conoció que el Departamento de Estado del Gobierno de Estados Unidos avaló el informe emitido por la OEA sobre las elecciones generales de 2019, en las que se detectaron “irregularidades graves” que imposibilitaban validar los resultados de esos comicios.

El documento recuerda que la auditoría de la OEA fue realizada a petición del entonces gobierno de Morales y que luego determinó que “se construyó deliberadamente una infraestructura informática oculta con la capacidad de cambiar los resultados de la elección y borrar cualquier rastro de haberlo hecho”.

Para el canciller, el informe estadounidense “no tiene mayor trascendencia en Bolivia ni en la comunidad internacional”. Mientras Arce Zaconeta dijo que “durante más de un año se ha demostrado a la luz de la verdad y la razón el terrible atentado que la Secretaría General de la OEA cometió contra la nación boliviana. Ahora más que nunca están abiertas las puertas para una investigación internacional que más temprano que tarde establecerá la verdad de los hechos y responsabilidades de quienes los cometieron”, escribió en su redes sociales.

Seis intentos fallidos

Bolivia registra en el mundo al menos seis intentos de instalar la teoría de golpe de Estado en el mundo desde la designación del embajador Héctor Arce Zoconeta.

En julio de 2021, Arce participó en la asamblea del Consejo Permanente, donde tuvo un tenso encuentro con el secretario general Luis Almagro. En esa oportunidad pidió abrir una investigación sobre la auditoría de ese organismo.

Luego en agosto, en otra sesión de la OEA, el embajador intervino junto al ministro de Justicia, Iván Lima y al canciller Rogelio Mayta. En ese encuentro la representación del gobierno hizo sus observaciones a la auditoría de la OEA, pero solo logró el apoyo de México, Nicaragua y Argentina.

Para octubre, Arce organizó un encuentro en la OEA, denominado “¿Qué pasó al final en las elecciones de Bolivia de 2019?”, con el objetivo de menoscabar la auditoría de la OEA. Este acto solo contó con el apoyo de Argentina y México. En diciembre, el representante boliviano volvió a solicitar una investigación a la auditoría electoral y que se otorgue a Bolivia la documentación del estudio.

“En total (con) ocho comunicaciones ha solicitado a la Secretaría General y el Departamento para la Cooperación y Observación Electoral se nos remita información bajo los cánones y parámetros legales que se habría llevado adelante la auditoría”, manifestó.

El 7 de septiembre de 2022, Arce solicitó la creación de una comisión de países para que revisen los documentos de la auditoría electoral. Finalmente, el informe estadounidense se constituye en el sexto fracaso de Arce por desacreditar el documento presentado por la OEA.