El discurso del expresidente es parecido al que planteó en la década de los años 90, cuando era opositor y tenía reivindicaciones en favor del sector cocalero, afirman Franco Gamboa y Marcelo Arequipa

8 de junio de 2022, 18:55 PM
8 de junio de 2022, 18:55 PM

Las críticas del expresidente Evo Morales a la gestión del gobierno de Luis Arce tienen que ver con afanes electorales “muy anticipados” que este líder político pudo exhibir con esos reclamos, señalaron dos expertos en el análisis político consultados por EL DEBER

Franco Gamboa, sociólogo y especialista en gestión pública, afirmó que el MAS enfrenta “una ruptura con tensiones políticas” porque Morales “quiere apresuradamente que su partido lo declare candidato presidencial” con miras a los comicios de 2025.

“Así, queda abierta la pregunta para saber si efectivamente, Evo Morales está presionando para ser candidato al desprestigiar la gestión de Gobierno y promover una crisis de gobernabilidad para mostrarse como un líder insustituible”, apunto.  

Gamboa afirmó, además, que el líder del MAS “está con una actitud de boicot muy similar a la que él tenía cuando no estaba en las esferas del poder luchando, entrecomillas, contra el gobierno neoliberal”.

Pero el politólogo Marcelo Arequipa no cree que exista riesgos de gobernabilidad política porque el Ejecutivo no se ha constituido en base a pactos políticos como en la época de los años 90, pero sí existen tensiones por efecto de los intereses sectoriales.

De hecho, Arequipa considera que Evo no se está presentando como un líder nacional ni expresidente, sino como dirigente de uno de los sectores sociales que son parte del gobierno, en este caso, los productores de coca del trópico de Cochabamba.

“Tenemos ahora a un Evo muy parecido a la década de los 90, cuando era dirigente cocalero y exigía que se atienda su pliego petitorio”, puntualizó el politólogo.

Morales dijo el martes que los resultados de la gestión política del gobierno de Luis Arce “no se sienten” en “las familias del campo y las ciudades”. Puso como ejemplo la caída en el pago de jornal para los albañiles de Bs 120 a Bs 60 y reclamó por obras y caminos.

Además, el exmandatario dijo que tenía pruebas de corrupción en el Ministerio de Obras Públicas, pero que no publicó porque cuando denunció el caso narco audios no fue atendido correctamente por el Ministerio de Gobierno. Evo también se quejó por sobrevuelo y aterrizaje de helicópteros en terrenos “privados” de su sindicato.

Hasta el momento, el presidente Luis Arce no se ha pronunciado sobre estas denuncias. Arequipa señala que existe una “estrategia política” por parte del Ejecutivo, pero en este contexto de tensiones preelectorales.

“¿Qué pasaría si el presidente, de manera inmediata, lo atendiese a Evo? Estaríamos hablando de que Luis Arce no gobierna y que se deja gobernar por la presión de los cocaleros.

De manera un poco más prudente, desde el Ejecutivo, se están manejando estas cosas y lo que veo es un poco más de estrategia política antes que una acción reactiva”, apuntó.

Gamboa cree que existe falta de decisión por parte del Ejecutivo y que hay una percepción ciudadana que ve que Are “mira de palco” un tema que puede generar muchos más problemas “en un escenario de crisis”.

“Muy probablemente, Evo asumió que con la victoria de 2020 el partido iba a depender de él.  Y esta es una clara muestra que Morales se declare como un enemigo interno de la renovación de liderazgo político. Quiere ser candidato y que así lo reconozcan”, remarcó.