El crimen fue calificado como violencia brutal. La Policía Civil de Brasil detuvo a uno de los asesinos

25 de septiembre de 2020, 18:50 PM
25 de septiembre de 2020, 18:50 PM

Portales digitales de prensa de Brasil han hecho conocer el crimen de tres connacionales, que habrían sido asesinados por cinco ciudadanos brasileños en una propiedad que está en la frontera entre ambos estados, al norte de Pando, en inmediaciones de la población brasileña de Plácido de Castro.

De acuerdo con un informe del portal G1 de Globo.com, el hecho ocurrió el domingo 13 de septiembre, cuando el padre de una familia de cinco integrantes encontró a su hija, una adolescente de 14 años, que estaba siendo violada por un brasileño que habían contratado para trabajar en el lugar.

Luego de reducir al sujeto y amarrarlo a un árbol, el hombre, de nacionalidad boliviana, decide trasladarse hasta la población brasileña de Plácido de Castro en busca de ayuda, cruzando el río Abuná, límite natural en esta zona fronteriza.

Sin embargo, no puede conseguir el apoyo que requería y decide retornar a su estancia.

Mientras él trataba de conseguir apoyo policial en Brasil, los familiares del sujeto que estaba violando a la adolescente y había sido amarrado al árbol, todos miembros de la familia de apellido Nascimento Da Silva, preparan el rescate del violador.

De acuerdo con la explicación de Danilo César, delegado de la Policía Civil, el grupo de familiares logra rescatar al acusado de violación y salen del lugar, pero otros deciden volver a la estancia y atacar a la familia.

En principio matan a la madre de la familia, con un disparo que le atraviesa el cuerpo y deja malherido a uno de sus hijos, que posteriormente es rematado con un tiro en la cabeza por uno de los asesinos. 

Después matan a otro adolescente que estaba observando lo que sucedía desde la casa y sacan a la menor, que había sido violada y le disparan cuatro veces.

Cuando los extranjeros creen haber acabado con todos los bolivianos, queman la vivienda y retornan a su país. Sin embargo, la menor que los asesinos dieron por muerta, logra escapar y cruza el río Abuná para conseguir que una familia brasileña la auxilie.

Cuando los extranjeros la llevaban, en principio hasta un centro médico de Acrelandia, ella relata lo que había sucedido y da las pistas que luego la Policía Civil utiliza para iniciar una búsqueda que permitió detener a un sujeto de nombre Francisco, que hizo uso de la escopeta para matar a toda la familia.

El delegado Danilo César cuenta que luego de un día y medio de búsqueda, se logró hallar al sindicado, que admitió haber participado del crimen y confirmó el relato de la adolescente, que ahora se recupera de las lesiones que sufrió en la unidad de cuidados intensivos de Río Branco.

El padre de esta familia de connacionales que fueron víctimas de un hecho, calificado por los medios brasileños como de violencia brutal, pide que las autoridades  puedan ayudarlo y que los asesinos cumplan condena en el país donde cometieron los crímenes.