El penal de Villa Busch tiene espacios para la carpintería, artesanía, agricultura, panadería y una granja de cerdos

9 de enero de 2023, 4:00 AM
9 de enero de 2023, 4:00 AM

En el recinto penitenciario de Villa Busch, ubicado en la ciudad de Cobija, la mayoría de los reclusos buscan ser reinsertados en la sociedad y trabajan la tierra para vender sus productos. Así quieren reducir sus sentencias y convertir a la cárcel en un modelo para el país.

El penal de Villa Busch, que se encuentra a 20 minutos de la capital pandina, es el primero del país en producir alimentos al interior de un centro de reclusión. Este proyecto es parte del programa de cárceles productivas, instaurado por el Ministerio de Gobierno, el cual busca implementar huertas y granjas al interior de las prisiones del país a fin de que los presos produzcan sus alimentos y generen recursos.

En julio de 2022 se realizó la primera venta de productos cosechada por los reclusos del penal de Villa Busch. Fue un éxito y a la fecha este plan se convirtió en un apoyo para los presos de ese recinto.

“Con esta primera venta de productos, vamos consolidando la transformación de los centros penitenciarios en cárceles productivas, garantizando la reinserción social de la población privada de libertad. Esperamos, a la brevedad posible, que en todos los centros penitenciarios del país inicien con la venta de sus propios productos para crear sus recursos”, escribió el ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, cuando salió la primera cosecha de Villa Busch.

Diferentes a otras cárceles

Según información del penal, el 70% de los internos de Villa Busch cuentan con una sentencia y no están allí sólo con detención preventiva, algo muy diferente a otras cárceles donde una mayoría de los reclusos no tienen sentencia y cumplen detención preventiva.

Este penal tiene tres espacios para que los reclusos puedan trabajar y generar recursos. En el primero están los que se dedican a la carpintería y artesanía. En el segundo trabajan al aire libre. Es donde realizan trabajos de agricultura. Y en el último los reos se ocupan de las granjas, que en su mayoría son de chanchos y pollos.

En el sector de producción agrícola ahora experimentan con el cultivo de frutas amazónicas, como el asaí y el copuazú. Los reos aprovechan estos frutos para poder transformarlos en pulpa y luego venderlos a la población.

Según información de la Alcaldía de Cobija, en el penal de Villa Busch se habilitó un tinglado para que los familiares de los reclusos puedan vender sus productos, que van desde artesanías, muebles, verduras, hortalizas, frutas, huevos y hasta carne de cerdo.

“Debemos transformar nuestras cárceles, que no solo haya un oficio. Nosotros coordinamos con los privados de libertad y los delegados para ver cómo pueden trabajar y realizar varias terapias ocupacionales. Se creó una panadería, un comedor, tenemos espacios verdes para la producción, hay también granjas”, afirmó la directora del Régimen Penitenciario de Pando, Perla Galindo.



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