Un matrimonio no se realiza sólo si dura, es importante su calidad, estar juntos y saberse amar para siempre es el desafío”

24 de abril de 2024, 15:00 PM
24 de abril de 2024, 15:00 PM

Por: Patricia Roca Añez

Periodista

El matrimonio, civil o religioso, es un compromiso. Es un acuerdo entre el esposo y la esposa para formar una familia. Para los creyentes es una promesa entre la pareja y Dios. Es importante consagrarse a la relación y reconocer las responsabilidades, obligaciones y lealtades con uno mismo, con el cónyuge y con Dios.

El noviazgo es el tiempo ideal

Para conocerse y construir una relación sana, es esencial quererse y valorarse, ser honesto con uno mismo y con el otro, aprender a hablar de todos los temas: política, moda, sexo, religión, roles y tareas domésticas. Es comunicarse, aceptando que no siempre estarán de acuerdo, cultivar el perdón y apoyarse siempre, conociendo los deseos y aspiraciones personales de cada uno.

El plan de Dios

Los novios deben recordar que, al unirse en matrimonio, formarán una nueva familia y “para construir hogares sólidos y fecundos, según el plan de Dios hay que cuidar con el amor la vida de las familias”, como dice el Papa Francisco en la Exhortación Apostólica Amoris Laetitia. Propone: “Sostener un amor fuerte y lleno de valores como la generosidad, el compromiso, la fidelidad y la paciencia”. Insta a que todos, hombres y mujeres, “sean signos de misericordia y cercanía allí donde la vida familiar no es perfecta o no se desarrolla en paz y alegría”.

Las cuatro ruedas del matrimonio

La hermana Glenda, cantautora y monja católica, enseña sobre el amor en la pareja con una bonita alegoría. Hace referencia a los bueyes que llevan un yugo y que juntos empujan una carreta. Habla de las cuatro ruedas que la sostienen: el amor de amigos, el de amantes, el de socios y el cristiano.

Para poder llevar el yugo del matrimonio juntos hay que saber cultivar la amistad, la pasión, el compromiso y la fe. Y menciona las palabras de Jesús para tener en cuenta en los momentos difíciles que se presenten en la vida familiar: “Vengan a mí, todos los que están fatigados y agobiados por la carga, y yo les daré alivio. Tomen mi yugo sobre ustedes y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontrarán descanso, porque mi yugo es suave y mi carga, ligera” (Mateo 11,30).

Pautas de convivencia

Por su parte la carismática Gugui Roda de Sauto, arquitecta, brinda algunas pautas sencillas para poner en práctica en el matrimonio.

El respeto

El matrimonio significa aceptar al otro tal como es. Debemos saber que somos diferentes y esta diferencia, lejos de jugarnos en contra, nos enriquece. El esposo tiene sus ideas, emociones, deseos y la manera de ver la vida. A partir de eso podemos empezar a construir la nuestra, siempre cortes y delicada.

El amor

“Dios es amor” dice en 1 Juan 4,8. Este amor que naturalmente nos atrae hacia la otra persona, es dinámico y está constantemente readaptándose durante la vida de la pareja. Este sentimiento puede disminuir si lo descuidamos.

El diálogo

La mejor manera de prepararse para el matrimonio es la comunicación. Lo primero que aprendemos es a escuchar. El que no escucha, no sabe dialogar. Dialogar significa conocerse, preguntar, pedir opiniones, discutir, ceder y llegar a un acuerdo a partir de la verdad. Cultivar el diálogo es amistad y el camino más corto a la solución de problemas.

Apartar un tiempo para enamorar

Con esta vida tan dinámica, se nos olvida que debemos cultivar nuestro amor. La falta de tiempo, los hijos, el trabajo y los compromisos ahogan el amor y cuando nos damos cuenta, se ha perdido la delicadeza, las caricias y los detalles en la relación. Debemos apartar un tiempo para nosotros dos.

Nunca poner el televisor en el dormitorio 

Si queremos mantener la intimidad en la relación, el televisor es la amenaza más grande.

Centrarse

Cuando hay una discusión, centrarse en el problema actual. No mencionar los desacuerdos anteriores, porque terminamos enredados en las cosas viejas y no resolvemos lo que se nos presente en ese momento.

Los cursos para novios

Henry Sejas, encargado de la Pastoral Familiar de la Parroquia La Resurrección, comentó a Para Ellas que el mensaje principal que transmiten a los novios es que todos los matrimonios están llamados a ser testimonio de vida, como diseño de Dios que funciona. “Los esposos católicos tienen a Cristo como centro, a Él lo imitan, según las enseñanzas de las Escrituras, y a la Sagrada Familia como modelo a seguir”.

El curso de preparación se ofrece de modo similar en algunas parroquias y en el Movimiento Familiar Cristiano, son quince días seguidos, en los que se comparte la Eucaristía y otras actividades de la Liturgia como Adoración al Santísimo y reflexiones sobre temas que puedan ayudar a los futuros esposos en su vida matrimonial.

Mensaje a los esposos

Para finalizar recordemos lo que dijo el papa Francisco a los novios en el día de San Valentín cuando los alentó a no tenerle miedo a decir "sí" para siempre.

"Es importante preguntarnos si es posible amarse 'para siempre' –dijo el Papa–. Hoy en día muchas personas tienen miedo de tomar decisiones definitivas, para toda la vida, porque parece imposible y esta mentalidad lleva a muchos que se preparan para el matrimonio a decir: 'Estamos juntos hasta que nos dure el amor'. Pero ¿qué entendemos por 'amor'? ¿Sólo un sentimiento, una condición psicofísica? Ciertamente, si es así, no se puede construir sobre ello nada sólido". 

Pero, continuó el Santo Padre, "si el amor es una relación, entonces es una realidad que crece y también podemos decir, a modo de ejemplo, que se construye como una casa. Y la casa se edifica en compañía, ¡no solos! No querrán construirla sobre la arena de los sentimientos que van y vienen, sino sobre la roca del amor verdadero, el amor que viene de Dios. Un matrimonio no se realiza sólo si dura, es importante su calidad. Estar juntos y saberse amar para siempre es el desafío de los esposos.

En el Padrenuestro decimos 'Danos hoy nuestro pan de cada día'. Los esposos pueden rezar así´: 'Señor, danos hoy, nuestro amor de todos los días, enséñanos a querernos'.