Prevenir es mejor que curar y aunque a veces te incomode ir al ginecólogo, es necesario cuidar tu salud genital para evitar enfermedades tan graves como el sida o el cáncer.

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22 de marzo de 2017, 5:00 AM
22 de marzo de 2017, 5:00 AM

Hay distintos tipos de pruebas y exámenes, todo depende de tu edad, si presentás algún trastorno o por revisión de rutina. Si tenés más de 18 años y si sos sexualmente activa, debés acudir periódicamente a la consulta con tu ginecólogo si notás alguna anomalía, sentís dolor en el área pélvica o genital o has tenido algún tipo de contacto sexual de riesgo. 

Visitar al especialista una vez al año, por rutina o si tenés alguna inquietud en la zona V, es recomendable. La prevención mejorará tu calidad de vida.

Pruebas de rutina
“El mejor momento para programar la prueba de papanicolau es al menos cinco días después del final de tu periodo menstrual. Es un estudio que consiste en obtener una muestra de células del cuello uterino. Después de la inspección visual del cuello uterino, el médico usará un hisopo de algodón o un cepillo cervical para raspar suavemente células de dos lugares del cuello uterino: ectocérvix, que es la parte más cercana a la vagina, y endocérvix, que es la parte que está junto al cuerpo del útero. Esta área se denomina la zona de transformación y es el lugar en donde generalmente se desarrolla el cáncer de cuello uterino”, indica la ginecóloga Mónica Raya.
 Es posible que percibás estiramiento o presión durante la extracción de las células. Esto solo lleva unos minutos. La prueba por lo general no es dolorosa, y es posible que experimentés menos molestias si vacías la vejiga antes del examen. Luego el ginecólogo enviará la muestra a un patólogo para su evaluación.

“El estudio complementario o posterior al papanicolau es la colposcopía. En caso de que presentés ciertos síntomas que sugieren la presencia de un cáncer o si la prueba de papanicolau muestra células anormales, será necesario realizarte esta segunda prueba.  

El médico usará el colposcopio para examinar el cuello uterino. Este instrumento, que permanece fuera del cuerpo, tiene lentes de aumento como los binoculares. El colposcopio permite ver de cerca y claramente la superficie del cuello uterino”, complementa la especialista en salud femenina.

La colposcopia en sí no causa más molestias que cualquier otro examen con espéculo. Además, no causa efectos secundarios y se puede realizar en forma segura incluso si estás embarazada. Al igual que la prueba de papanicolau, es mejor no hacerla durante tu periodo menstrual. Se hace una biopsia si se observa un área anormal en el cuello uterino. Para una biopsia, se extirpa un pequeño fragmento de tejido del área que luce anormal. La muestra se envía a un patólogo para que la examine bajo el microscopio. Una biopsia es la única manera de determinar si un área anormal es un precáncer, un cáncer o ninguno de los dos. Aunque el procedimiento de colposcopia usualmente no es doloroso, la biopsia cervical para obtener una pequeña muestra de tejido puede causar molestias, calambres e incluso dolor a veces.

Primero la prevención

En el mes de la mujer (marzo)  hay centros que están en campaña con precios rebajados de los estudios que hemos detallado. Acudí a tu ginecólogo de confianza y a un centro médico reconocido para someterte a estas pruebas y estar tranquila  

Seis exámenes básicos

El papanicolau detecta anomalías que pueden conducir al cáncer de cérvix o cuello uterino. La ecografía genital es para ver alteraciones en la matriz (miomas, quistes en los ovarios, alteraciones en las trompas de Falopio, tumores, alteraciones del endometrio o pólipos). La colposcopia   permite ver el cuello del útero, las paredes y entrada de la vagina. La citología es un estudio microscópico de las células del aparato genital. Las mamografías detectan a tiempo el cáncer de mama. La densitometría ósea permite medir la densidad mineral del hueso, su contenido en calcio, por medio de los rayos X.