Cuanto más se estudia el tema, se llega a la conclusión de que los errores diarios infringidos sobre el organismo lo debilitan y pueden desarrollar un problema de salud

20 de octubre de 2022, 9:05 AM
20 de octubre de 2022, 9:05 AM

“Los investigadores estiman que podríamos prevenir hasta el 80% de los casos de la enfermedad de las mamas, haciendo algunos cambios en el estilo de vida y prestando atención a lo que comemos”, indica la nutricionista y dietóloga Rita Medina.

Medidas preventivas

Deje de fumar (inclusive los fumadores pasivos). Reduzca la ingestión de aceites y mantequillas en la dieta, eliminando las grasas saturadas. Los datos epidemiológicos, los estudios retrospectivos y los experimentos señalan que una dieta pobre en grasa, reduce la incidencia de cáncer de mama y prestando además otros beneficios, como la prevención de enfermedades, como las cardiacas.

Hay que disminuir o abandonar el uso de alcohol. Sustituir parcial o totalmente el uso de la carne, por alimentos proteicos vegetarianos (consumo moderado de huevos).

Normalizar el peso

Casi todos los estudios muestran que hay relación entre la obesidad y el riesgo de cáncer. La actitud prudente que se debe adoptar es conseguir que el peso esté en el nivel óptimo según la edad y estatura. Toma abundante agua pura. Practicar ejercicios regularmente, digo 3-4 días a la semana. Y someterse a exámenes médicos regulares y frecuentes, asistir a las campañas preventivas cada año.

¡Alerta!

Señales que merecen tenerse en cuenta para buscar lo más pronto ayuda médica: Alteraciones en los hábitos de orinar o evacuar. Una herida que no sana. Dolor de cabeza persistente e inexplicable. Alteraciones en el seno como bultos, cambios en el pezón como hinchazón, depresión, desvío, enrojecimiento, secreción inesperada o sangramiento.

También deformaciones y hemorragias inusuales frecuentes. Engrosamiento o bulto en cualquier lugar del cuerpo. Incomodidades digestivas que persisten por más de dos o tres días. Dificultad para tragar inexistente hasta entonces. Cambios evidentes en las verrugas o manchas antiguas. Tos seca o ronquido persistente.

Alimentación saludable

“Aunque ningún alimento es capaz de prevenir el cáncer totalmente, podemos apostar al alto consumo de vegetales y frutas, ricos en nutrientes antioxidantes, que protegen de los daños celulares, como consecuencia de la quema de oxígeno en el organismo”, remarca la especialista.

Frutas y verduras ‘anti cáncer’

-Fuente de vitamina C y caroteno: Las cítricas, acerola, kiwi, piña, maracuyá, granadilla, papaya, caqui, uva, higo, cajú, guayaba, frutilla, melón y palta.

-Hortalizas que son fuente de caroteno: Zapallo, carote, zanahoria y tomate.

-Fuente de selenio: Cebolla, ajo, coco, germen de trigo, coliflor, cereales

-Verduras que producen enzimas: Coles, brócoli, repollo, coliflor, apio, lechuga.

-Cereales integrales.

-Legumbres: Arvejas, lentejas, garbanzos, habas y porotos.

-Oleaginosas y semillas: Nueces, almendras, semillas de girasol, sésamo.

-Aceite de oliva extra virgen: No calentarlo para conservar sus propiedades.

Alimentos no recomendados

-Bebidas estimulantes: Café, chocolate, mate, té negro, guaraná en polvo

-Embutidos: Salchichas, jamón, mortadela, salame.

-Productos enlatados.

-Alimentos ricos en grasa: Salsas, mantequilla, margarina, manteca de cerdo, tocino.

-Carnes gordas y ahumadas.