Darse un masaje no es capricho, es salud

Si estás ansiosa, buscás un respiro y creés que no podés controlar adecuadamente esta situación, lee atentamente: ¡es momento de que te reunás con tus mejores amigas! Porque todas sabemos que la amistad funciona como medicina para el alma. Ha llegado el día ‘D’.

Bien, ¿y qué tal si además le sumas una dosis de placer, exclusividad, salud, exotismo y complicidad? Esa combinación perfecta existe y la podés encontrar en una sesión de masajes junto a tu amix, amigui, compinche o churiqui.

Hablemos de masajes

“Masoterapia es el conjunto de técnicas manuales que combina manipulaciones variadas con presión sobre la superficie del cuerpo con fines terapéuticos y de bienestar”, dice la fisioterapeuta Alejandra Tapia. Y continúa: “La masoterapia está indicada para aliviar el dolor, favorecer a la relajación, mejorar la circulación sanguínea, reducir edemas, liberación de adherencias, tonificar y mantener músculos”.

Tipos de masoterapia

Los masajes varían según la técnica, la variante y el objetico con que se aplique la maniobra a trabajar es por ello que es importante personalizar el tratamiento según la necesidad de cada paciente. Lo que se quiere lograr es mejorar el bienestar físico y psíquico teniendo siempre en cuenta si el paciente presenta alguna patología de base, y cómo reacciona durante la sesión a realizar.

Ahora podrás distinguir los masajes relajantes, masaje facial – craneal, masaje para embarazadas, masajes descontracturantes, masaje linfático, masaje abdominal, masaje transverso profundo, masaje podal y masaje deportivo.

Masajes relajantes. Consiste en deslizar las manos o dedos sobre la piel sin arrastrar ni comprimir la región a trabajar, con movimientos largos, lentos rítmicos que se aplican de 15 a 20 movimientos por minuto. Es superficial, suave, delicado pero firme con el objetivo de producir relajación. Puede ser roce, deslizamiento o rodamiento.

Masaje facial – craneal. Entra en la sección de masajes de relajación, es una técnica mixta que combina deslizamiento más presión, se trabaja con los pulpejos de los dedos que incrementa la fuerza para llegar a tejidos intermedios, aplicado para cefaleas, cervicalgias, estrés, bruxismo / alteraciones de la ATM (articulación temporomandibular). Este tipo de masajes también se aplica para estética facial.

Masaje para embarazadas. El masaje durante el embarazo puede ayudar con los cambios, el estrés y para disminuir la inflamación de brazos y piernas. Se aplica con el objetivo de relajar a la mamá en los últimos meses de embarazo. Antes de empezar con esta técnica se debe consultar a su obstetra si existe algún inconveniente. Fuera de eso es una excelente opción para la dulce espera.

Masajes descontracturantes. Se enfoca en las capas más profundas del tejido muscular liberando los patrones crónicos de tensión a través de movimientos y presión profunda en áreas problemáticas. Esta técnica tiene como objetivo la descongestión vascular, puede reestructurar adherencias y tiene efectos miorrelajantes.

Masaje linfático. Técnica manual, lenta, suave y repetitiva que actúa sobre vasos linfáticos con el fin de eliminar líquido intersticial y linfático, mejorando la respuesta del sistema inmunológico. Favorece a la eliminación de edemas, retención de líquidos, se aplica en post quirúrgicos y post embarazos. Masaje abdominal. Esta herramienta terapéutica aborda problemas relacionados con el tránsito intestinal, se realiza en sentido del vaciado del colon, con el objetivo de promover activación y descongestión vascular.

“Un profesional especializado puede diseñar un plan individual o grupal, con las pautas y consejos sobre cuáles son los masajes que se pueden brindar entre amigas o en la casa”, indica Tapia. Más datos por el WhatsApp 780-95687.