El papel que juega tu alimentación es muy importante
Hay que hacer tres comidas bien equilibradas cada día, que contengan verduras y hortalizas, frutas, proteínas y harinas integrales
La pandemia sigue. No hay que descuidarse con las medidas de bioseguridad y, sobre todo, con la alimentación. Debés replantearte si tenés las defensas altas, si podés mejorar o tomar algún suplemento para aumentar el sistema inmunológico, si tenés alguna enfermedad de base que te lleva a tener las defensas bajas, si estás alimentándote bien o si tu alimentación se relaciona con el sistema inmunológico.
Alimentación y ejercicios
No hay secreto, la alimentación es un factor fundamental para mantener el sistema inmunológico en equilibrio. No olvidés que mejorar el sistema inmunológico no pasa de la noche a la mañana, como tampoco en respuesta (inmediata) de tomar suplementos o multivitamínicos.
Tu estilo de vida influye al 100% en tu sistema inmune y, por supuesto, si realizás actividad física, si te hidratás lo suficiente, si descansás lo suficiente, si te alimentás saludablemente, si cuidás tu microbiota intestinal.
Existen situaciones patológicas y metabólicas que influyen en una inmunosupresión, uno de ellos son la obesidad, el síndrome metabólico, los desórdenes alimenticios, la diabetes, el bajo peso, las alergias alimentarias y los problemas gastrointestinales. Estas personas deben tener un control más riguroso de su alimentación.
¿Cómo tener una alimentación saludable para el sistema inmunológico?
• Mejorar la ingesta protéica, con un menú con más opciones de proteínas. Pueden ser de origen animal como ser carne de res, pollo, pescado, cerdo, huevo sin grasas, o de origen vegetal como las leguminosas, lentejas, frejoles, garbanzos, soya, etc. Dependiendo al requerimiento de cada persona.
• Consumí alimentos ricos en zinc como el hígado, la carne, las semillas de sésamo, semillas de girasol, soya, lentejas, almendras, maní.
• Vitamina D, exponete al sol 10 minutos al día, eso te ayudará en la síntesis de esta vitamina. O en alimentos como la sardina, la yema de huevo, palta.
• Vitamina E, acción antioxidante, consumí aceite de oliva en crudo principalmente.
• Glutamina es un aminoácido que actúa como fuente de energía para los linfocitos y las células intestinales. Lo cual te ayudará a cuidar tu flora intestinal (microbiota).
Porciones diarias obligatorias
Incluí 3 porciones de frutas, de 3 a 5 porciones de verduras, incorporar semillas, de linaza, sésamo, girasol en tu alimentación, además de frutos secos, aceite de oliva.
Muy importante: reducí el consumo de azúcares, frituras, harinas refinadas. No fumar y no consumir bebidas alcohólicas.
La cantidad y el tamaño de las porciones
Hacé tres comidas completas y bien equilibradas con verduras y hortalizas, frutas, proteínas y harinas integrales y una merienda saludable a media mañana y tarde.
Saltar las comidas o esperar demasiado tiempo para alimentarte puede aumentar el hambre y sumar más (calorías) alimentos.
Evitá comer deprisa
Hay que hacerlo despacio y masticando bien, dándote la oportunidad de sentirte satisfecha; pero si aún sentís hambre, acudí a una porción de ensalada verde o una fruta. Pero, sobre todo, tomar en cuenta el tamaño correcto de las porciones en cada comida:
• 1 taza de frutas o verduras crudas y cortadas, es el puño de una mujer
• 1 manzana o naranja mediana, como una pelota de tenis
• ¼ de taza de fruta seca o de nueces, es un manojo pequeño
Asesoría: Marcia Llobet Lic. Nutrición y Dietética ([email protected])