Estilista. Sandra Mano celebra dos décadas de la apertura de la peluquería Sandra y Teo, el espacio dedicado a la belleza que creo con su hermana de corazón Teo Pardo.

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18 de abril de 2018, 7:00 AM
18 de abril de 2018, 7:00 AM

Con una certificación de Estilista Integral, que otorga el Ministerio de Educación. Afiliada a Intercoiffure desde hace 17 años, estudió el curso completo en Pivot Point, escuela que existe en 54 países, para ser monitora. Es parte del equipo organizador de Cosmobeauty Bolivia, por segundo año consecutivo, cita en la que participan Brasil, Paraguay, Chile, Uruguay, Perú y Bolivia. Con ese currículo, Sandra Mano Llanos celebra los 20 años del salón Sandra y Teo.

Así habla de su casi hermana: “Tuve el gusto y gran placer de encontrarme con Teo donde don ‘Pippo’ Galarza, nuestro maestro. Ella trabajó 14 años y yo, ocho. En determinado momento nos dimos cuenta de que era hora de partir y cristalizar nuestros sueños; aunque no fue nada fácil, la decisión estaba tomada. Un amigo comentó que había un salón sin estrenar y a la dueña le urgía alquilarlo. 

El salón estaba listo para funcionar, fue una obra de Dios, no tuvimos que poner ni una porteña, todo estaba listo esperándonos. Cada una puso su aporte, en mi caso, mi madre me prestó el dinero. ¡Claro que nos dio miedo! Llegamos a pensar que si juntábamos para pagar el alquiler del mes, ya estábamos del otro lado. Gracias a Dios fueron llegando los clientes y se iban contentos. Y ya han pasado 20 años.

Las puertas de Sandra y Teo se abrieron por primera vez el 1 de abril de 1998 en la planta baja del Shopping Bolívar”. 

Teo era fuerte, donde Sandra era débil; eso las complementaba. Otra de las razones de su éxito es tener un buen equipo de colaboradores al que ayudan a superarse constantemente, porque la capacitación es una de las prioridades en la empresa. Hace poco, una de sus funcionarias ganó un  premio a escala nacional al mejor maquillaje de fantasía.   

Un duro golpe
“No todo fue perfecto, tuvimos momentos en que queríamos tirar la toalla, pero fuimos responsables por nuestros hijos y el personal. También cometimos errores de los que aprendimos.

Uno de los golpes más duros de mi vida fue la partida de Teo, ella era más que mi socia, fue mi compañera, mi equilibrio y mi hermana. Era decidida y segura. Lo mejor que me pudo dejar fueron Lucerito y María Laura. Mis hijos, Luis Carlos e Isabela, de pronto tuvieron dos hermanas y yo, de tener dos hijos, pase a ser madre de cuatro. Los niños tienen una gran facilidad de adaptación, el tiempo nos hizo aceptarnos y complementarnos. Cada día aprendemos unos de los otros”. 

La historia de Teo

Vivian Roden cuenta sobre la dueña de la mitad del nombre del salón: “Conocí a Teíto a mis 16 años, ella, con la misma edad, ya administraba un sauna para mujeres al lado de la casa de mi madre, yo iba al sauna y ahí nos hicimos amigas”.

Lo que no tenía de tamaño, Teo lo tenía en personalidad, alegría, perseverancia, deseos de superación; además de, una de las cualidades más bellas, la sencillez; a todo le ponía el mismo entusiasmo, si tocaba maquillar, peinar, trapear pisos o limpiar. 

Un día le hablé a Pippo Galarza de ella y él no dudó en recibirla en su salón. El día que tenía la entrevista, Teíto estaba feliz y nerviosa, recuerdo que me dijo: “¡Choquita, me va a recibir el ‘Peinador de Reinas’, el más famoso e importante!”.

Y sí... Pippo fue el mejor mentor y maestro que podría haber tenido Teo. Fue en ese lugar que conoció a su ‘hermana’ Sandrita. Por ello, cuando decidieron independizarse para emprender un nuevo desafío, yo las seguí.

Teo partió demasiado temprano. Qué no diera, cuando voy al salón, por ver su amplia sonrisa y en la mano un lápiz labial diciéndome: “¡Choquita, píntese los labios, está amarilla!”.

Testimonio

Palabras de la primera clienta que se atendió en la peluquería
Recordando hace 20 años atrás, cuando me invitaron a la inauguración de Sandra y Teo, tenía las bodas de plata de unos amigos, así que decidí ir temprano a la peluquería, pero nunca pensé que llegaría a ser su primera clienta.
¡La primera que estrenó todo! El primer peine, el primer maquillaje, el primer labial! Tantas cosas han sucedido a lo largo de tantos años. Teo nos dejó de un día para otro y Sandra, una mujer valerosa, heredó las hijas de nuestra querida amiga. 
Verla convertida en una supermamá, gracias a Dios, guiada por el amor y la pasión que le pone a todas las cosas, es una gran alegría. Su pasión es la peluquería, las tijeras, los peinados, los labiales y los colores. Su esmerada atención y cordialidad la hacen feliz en el trabajo.
 Sandra, siempre estaré apoyándote en lo que esté a mi alcance. He sido testigo de que has puesto mucho empeño y dedicación para cumplir con esta meta (20 años de servicio en la peluquería) y eso es algo que debemos reconocer. Muchas felicitaciones por este gran éxito en tu vida. Estoy segura de que todo te irá bien, como siempre amiga.  Atentamente: Luciérnaga (Lucila de Álvarez).

Nueva casa. Para celebrar las dos décadas, Sandra y Teo se instaló en la avenida Radial Castilla N° 517, barrio Las Palmas