Hasta la fecha el Premio Nobel a la literatura se entregó en 115 ocasiones y solo 17 veces fueron mujeres las reconocidas por la Academia Sueca

13 de marzo de 2023, 8:00 AM
13 de marzo de 2023, 8:00 AM

Aún estamos en el mes de la mujer, por lo que es importante recordar el 8 de marzo fecha conmemorativa que celebra las múltiples luchas pioneras de las activistas en busca de igualdad y participación en la sociedad. Conocemos que la lucha inició en 1910 en la ciudad de Copenhague, Dinamarca, bajo la voz de mando de Clara Zetkin una fiel activista en busca del derecho al voto universal y la voz activa de la mujer en dichas decisiones.

Si buscamos en la historia, desde textos como el antiguo testamento, la Ilíada y la Odisea la voz de la mujer fue acallada siglos antes, siempre identificada como madre o un mero objeto sexual con intenciones de engrandecer a su par masculino. Pero las veces que fue escuchada en sentido de clara protesta fueron en escenarios tan peculiares como los que quiero presentarles hoy.

“Hacer el amor y no la guerra”

En el año 411 a.C. fue representada una obra, por primera vez, en son de protesta de las mujeres ante el pueblo de Atenas y Grecia, Lisístrata su protagonista propone a sus pares Cleonico y Mirrino desafiar al concilio y al poder iniciando una huelga sexual, cansadas de mandar sus maridos e hijos a las guerras y campos de muerte, deciden imponer una hambruna sexual en son de protesta. Aristófanes hace la representación escénica del triunfo de la razón y el dialogo femenino que sigue vigente durante casi 2.500 años. En su afán de demanda Lisístrata da a luz a la famosa frase “Hacer el amor y no la guerra”.



Otros escenarios mostraron las luchas femeninas en espacios muy singulares, por ejemplo, en el ámbito literario las mujeres intelectuales tuvieron que recurrir al uso de pseudónimos para poder ser publicadas. George Sand, pseudónimo de Amantine Aurore Lucile Dupin, a través de su nombre de pila masculino escribió y publicó 143 de volúmenes de novelas, 49 escritos y 24 comedias. Fue ‘reconocido’ como el autor fundamentalista del romanticismo francés a pesar de ser mujer, irónicamente el nombre de Aurora Dupin es más famoso por su romance ilícito con Chopin que por sus escritos.

Muchas mujeres del mundo de las letras sufrieron censura o un pobre reconocimiento a su obra. Frankenstein publicada en el año 1818 fue escrito como parte de un reto entre hombres, en una noche lluviosa de 1816 en la ciudad de Ginebra. Lord Byron, John Polidori y el poeta Percy Byshee Shelley acompañado de su novia Mary Wollstonecraft Godwin, se retaron a escribir la mejor novela de terror, dicho desafío dio lugar a dos grandes clásicos de la literatura El vampiro de Polidori y Frankenstein de Mary Shelley quien al casarse con la ayuda de su marido pudo convertir su relato en una de las novelas mas leídas de los últimos tiempos, inclusive llegando a varias versiones de películas.



Hasta la fecha el Premio Nobel a la literatura se entregó en 115 ocasiones y solo 17 veces fueron mujeres las reconocidas por la Academia Sueca.

Pero no todo es un manifiesto exigiendo más, en la actualidad podemos ser testigos de cambios históricos generados por mujeres ya sea en el ámbito de la ciencia, literatura o cine e incluso la política, podemos seguir obsesionadas con el techo de cristal que tanto queremos gobernar habiendo conquistado muchos otros ámbitos menos notorios, pero no de menor importancia, somos una importante fuerza laboral (según ONU Mujeres, 740 millones trabajan en la economía informal) en todos los países. Desde la conquista de nuestro derecho al voto y al estudio somos ejemplo de la multitarea y el equilibrio entre carrera y hogar.

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