Melissa Deruyver y sus historias de amor, humor y un restaurante

Pocas actividades económicas o negocios generan tanta pasión en sus ejecutores como la gastronomía. Esta pasión definitivamente está transformando a Melissa Deruyver Salazar de Añez, porque ha sacudido los cimientos de su casa y de su barrio. Esta es la historia de humor y del restaurante de asaditos de la comediante, una mujer intrépida en todo el sentido de la palabra.

Menuda, de rápido caminar y deslenguada, cuando se convierte en la cholita Melunchy; suave y tierna cuando habla de sus amores; a veces osada y atrevida, al enseñar los tatuajes que ha dibujado su amante esposo, en su cuerpo. Esa pintoresca caracterización de la típica cholita cochabambina, con ropa de colores chillones y largas uñas perfectamente arregladas, le tendió la mano para sacarla del foso de la depresión, en tiempos de pandemia. Esa vena artística, es respaldada por casi 30 talleres de teatro, con el maestro Adolfo Mier Rivas.

La mujer que está detrás de la ‘Melu’, nació en la ciudad de El Alto, La Paz, donde vivió hasta los 6 años, luego su familia se trasladó a Santa Cruz y posteriormente, a San Matías, allá egresó de bachiller, radicó en Cochabamba y al final, se asentó en la capital cruceña, siguió estudios superiores y fue labrando sus sueños. Se convirtió en actriz y comediante.

Es multifacética, no hay duda. La crisis social y económica, no la frenó, con el paro de los 36 días del 2021, ello dejó nacer a la emprendedora en gastronomía. Y después de siete meses de perfeccionar la receta, ha abierto su restaurante, en el jardín de su vivienda. Entre sus planes inmediatos, está el continuar trabajando en su negocio, sacarlo adelante y a la vez realizar presentaciones donde requieran de sus servicios. Tras cada sacudón que le da la vida, ella se reconstruye sola, para crecer y demostrar que nada la detiene.

¿Quién es Melissa Deruyver Salazar?

Nací en La Paz, viví por diferentes lugares del país, mi padre es de Bélgica (Europa) y mi mamá es cruceña. Soy amante de mi tierra y odio el racismo y la discriminación. Estudié Comunicación Social y Diseño Gráfico. Actualmente soy humorista y hago eventos privados de humor. Si no tengo shows, me dedico a cocinar en el restaurante.

Soy hija de Rosario Salazar y de Patrick Deruyver, tengo dos hermanos, Jhon y Daniel. Estoy casada con Fernando Añez, con quien tengo dos tesoros, Fernanda (7) y Melanie (4). Cada mañana me levanto, repitiendo: “No dejes de intentar hacer algo que realmente quieres hacer”.

Antes de tener un negocio, ¿qué hacía?

Me dedicaba a la comedia y a el marketing del catering Cielito Lindo, desde sus inicios manejo sus redes y publicidad. Es un emprendimiento que tiene cinco años, donde presto mis servicios como diseñadora gráfica.

¿Siempre hay espacio para su faceta de comediante?

Sigue fuerte y con ganas que el mundo conozca a Melunchy, la cholita osada que lleva Bolivia en el corazón. Mi personaje de polleras que amo muchísimo está trabajando duro para ir a México o Estados Unidos, para hacer comedia. Es mi gran pasión. Siempre habrá un espacio para el teatro en mi agenda y mi vida.

¿Cuándo decidió ser una emprendedora y cuál es su producto estrella?

En el paro cívico de los 36 días, decidí hacer asadito camba, para vender en la calle y a la gente le gustó mi sazón. Salía cada día con mis fuentes a la esquina de mi cuadra y volaban mis asaditos. Con el paso de los meses, tomé la decisión de consolidar mi restaurante, quiero que mis hijas sepan que mamá jamás se rinde y que hasta con lo más pequeño podés triunfar. Las mujeres nos reinventamos y logramos grandes sueños.

¿Así gestó su restaurante El sabor de la Melu?

Mi esposo me planteó la idea de que me arriesgue y nos pusimos a la tarea juntos, porque este es un emprendimiento familiar, cuento con el apoyo de mi pilar principal y de toda mi familia.

¿Dónde aprendió hacer asadito y desde cuándo le gusta la cocina?

La receta la inventé dañineando en la cocina, a mi esposo y a mis hijas les encantó y dije: venderé esto en el paro para reunir dinero, no podíamos hacer otra cosa, y la gente tenía que comer. Cocino desde mis 11 años, para mí la cocina es algo sagrado, la comida es una fuente generadora de ingresos, hay que respetar este oficio.

¿Dónde queda el local y cómo está en las redes sociales?

El sabor de la Melu está en el 4to anillo, avenida Virgen de Cotoca, calle Julia Ríos, verja amarilla. En las redes estamos como La melu. ¡Visítennos, les va a gustar mis asaditos con yuca y el ambiente de mi hogar! Esta es la otra cara que no conocen de mí.