Conferencista. No propone deshacerse de las relaciones no saludables, sino preguntarnos qué hay en mi mente que hace que yo tenga ese tipo de relaciones

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2 de agosto de 2017, 4:00 AM
2 de agosto de 2017, 4:00 AM

Lleva  11 años impartiendo charlas a personas privadas de libertad en su país, México, hombres, mujeres y adolescentes, y 7 años dictando conferencias en diferentes países. Michael Gaymard es de padre francés y su madre, como el dice: ‘mexicanota’ y con el acento típico de un mexicano. En el caso de las personas de las cárceles, el objetivo es ayudarles a liberarse de los sentimientos de culpa por no estar cerca de sus familiares, porque la culpa mayor que sienten es con la familia y con los hijos. 

 ¿En qué consisten las relaciones saludables?
La importante es darnos cuenta de que algo que no es saludable es algo que está enfermo, y algo que está enfermo es algo que está en conflicto, y ¿qué es lo que hace que sea conflictivo en la mente? Las creencias. Hay cuatro creencias erróneas en la mente: creencia en la pérdida, en la escasez, creencia en la muerte y la separación.

¿Entonces cómo nos deshacemos de  estas creencias?
Lo más común es que nos digan alejate, cuando tenemos una relación conflictiva, y qué pasa si terminamos la relación poco saludable y empezamos otra relación mucho peor, otra más intensa. Lo que propongo no es que nos deshagamos de la relación, es que veamos qué hay en mi mente que hace que yo tenga ese tipo de relaciones, y son las creencias erróneas de nuestra mente. Hay gente que dice: las relaciones son para sufrir y los que dicen que son para ser feliz están en su mundo de fantasía”. No, ese es tu mundo. Si creces en  un entorno  donde mamá y papá pelean vas a creer que las relaciones son para pelear. Entonces, es importante darnos cuenta de que de acuerdo al entorno donde crecemos va a ser la creencia que vamos a tener de la relación que estamos manejando. 

¿Cómo cambiamos entonces de mentalidad?
Hay que parar un momento y preguntarnos: ¿esto es algo que estoy viviendo? Pero qué pasa si cambiamos de mentalidad, qué pasa si modificamos nuestras creencias para tener resultados distintos. Renacer es cambiar de mentalidad. Lo voy a graficar con un ejemplo, cuando tenemos un hijo no lo presentamos a la sociedad diciendo: les presento al histérico de mi bebé. No, no lo hacemos así. De pronto ese bebé crece y tiene 30 años y dice: “Soy histérico y al que le guste bien y si no que se vaya”. Esa persona no es que nació histérica, sino que aprendió a ser histérica. Queremos hacer un cambio, entonces decimos, creo que soy histérico y ya no quiero creer eso de mí y empieza a haber un cambio de mentalidad y la mente empieza a buscar aquello que deseamos de corazón. 

¿Cuáles serían los hábitos trasformadores?
Los hábitos son muy intensos y tiene que ver con la red neuronal. Por ejemplo, cuando empezamos el hábito de aprender a caminar esa red neuronal delgada se va engrosando a medida que vamos afianzando el hábito de caminar. Mucha gente encuentra difícil cambiar un hábito, porque tenemos la habitualidad de lo otro, del hábito malo que queremos cambiar y que es más fuerte; entonces hay que respirar y elegir de nuevo, y cuanto más hacemos lo que realmente queremos hacer, empezaremos a fortalecer el nuevo hábito. Requiere que tengamos predisposición y que seamos constantes. Para eso es importante observar y vigilar la mente, si realmente queremos lograr un cambio y vigilarnos sin miedo. ¿Por qué no nos atrevemos a ver lo que estamos pensando acerca de nosotros mismos? Porque muchas veces descubrimos lo cruel que somos.

¿Cómo llevamos esto a la práctica?
Esto requiere una práctica. Tengo 900 videos en YouTube para ver paso a paso cómo lograrlo Nada de lo que pienso significa nada, y 365 lecciones y 31 capítulos que están sintetizados en un curso que se denomina Milagros, que es el que comparto y que nos da la visión sicológica de lo espiritual no religioso, y la iluminación, que es la capacidad de darnos cuenta de que todos estamos iluminados, pero quizás no lo ponemos en práctica.